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| miércoles abril 17, 2024

Taal El Zatar y Borj El Barjneh


La mala prensa, o aquello que deliberadamente no se quiere decir o se quiere tapar, hace que la gente, en general, no tenga acceso a este tipo de información.
¿Por qué nunca se habla de lo que sucedió en los campamentos palestinos con las matanzas musulmanas?
Lo curioso es que Occidente  y la progresia anti-cristiana y anti-judía, Maruja Torres o Alberto Cortez nunca hablaron  ni les hicieron ninguna canción a esos palestinos muertos. Parece ser que los muertos de Sabra y Chatila a manos de renegados cristianos que no eran orgánicamente de los sectores cristianos democráticos (habían desertado al mando de Elías Hobeika), fueron más importantes que los miles de Borj el Barajneh. Esa es la otra cara de la verdad, la que la hipocresía de «las izquierdas bobas» judeofobas y anti-cristianas no cuenta ni sobre la que jamás se ha escrito.
Miles  de palestinos muertos en sus propios campamentos a manos de las milicias chiítas. ¿Es poco eso? ¿Por qué lo tapan? ¿Por qué no se habla de ello?
Porque eso es destapar una verdad que ellos no desean que el mundo conozca. Pero… eso si, culpar a Sharon y a los cristianos, cansados de las masacres que sufrían a manos de los musulmanes en su propia tierra es licito y aceptable.
Israel está acusada por los mismos palestinos y no fue la mano ejecutora ni instigadora de Sabra y Chatila. Ellos mismos fueron sus propios instigadores. Ellos con sus acciones contra los cristianos hicieron que estos se rebelaran y actuaran en consecuencia. Sabra y Chatila era una cueva de terroristas y es una mancha negra en la historia de la región. Pero…NADIE habla, ni siquiera mencionan,  lo que ellos mismos hicieron contra su propia  gente, hacinada en campamentos miserables y mantenida allí para usarlos como arma política. Ninguno de sus hermanos árabes los quiso absorber. Ninguno de los 22 países árabes los quiere integrar. Allí los tienen para decirle al mundo: ¡Miren! ¡Israel no acepta a  los refugiados!
Israel  NO PUEDE aceptar a los refugiados por el problema demográfico. Ellos se fueron. Nadie los echo. Los líderes les hicieron creer que los sionistas los matarían y los confinaron en sus campamentos.  Los árabes que se quedaron en Israel son los actuales árabes israelíes que viven en el norte, mejor que en cualquier país árabe de la región y con todos los derechos que les otorga la ley israelí como ciudadanos. Ni siquiera quieren ser palestinos.
Si los palestinos y los islámicos  no hablan de este tema por no ser útil a sus fines, lo haré yo, para que se conozca, de una vez por todas, la verdad de lo acontecido.
Así como Hussein de Jordania en su Septiembre Negro de 1970 mato 30.000 palestinos, unos pocos menos mataron los chiítas en el Líbano y de una manera terriblemente cruel.
En el año 1987, las Milicias Chiítas de Nabih Berri (AMAL) rodearon durante lo que se llamo «la guerra de los Campos», el campamento de refugiados palestinos de Borj el Barajneh en Líbano, lo sitiaron por 6 meses, no permitiendo que los palestinos recibieran alimentos ni medicinas. Todas las noches entraban los comandos de Amal y degollaban a 100 o 200 personas y se iban. La situación llego a tal deterioro por falta de medicinas y comida que un Sheik sunnita palestino, que residía en el Campo de refugiados, emitió una Fatwa en la que SE PERMITIA COMER CARNE HUMANA. En otras palabras  comían a sus muertos.
Murieron durante ese sitio de 6 meses unos 12 mil palestinos, Morían de hambre, por falta de medicinas y asesinados de manera violenta: adultos, mujeres, niños y viejos.
Desde luego, el ejército sirio estaba apostado en las cercanías del campo «pero al parecer estaba de espaldas y mirando para otro lado mientras los chiítas de Berri hacían la masacre». La realidad era que la orden a Berri se la dio Siria, pues dentro del campo de refugiados había autoridades religiosas palestinas que no estaban de acuerdo con la influencia Siria  que estimulaba a las milicias de Fatah que por ese entonces operaban en Líbano.
Los musulmanes, tanto chiítas como sunnitas han mantenido un cómplice silencio al respecto a través de todos estos años, algo muy parecido a lo ocurrido en la década de finales de los 70 en el otro campo palestino de refugiados en Líbano, el campo de Taal el Zaatar, al norte del Líbano, donde también los chiítas de Amal mataron unos 8000 palestinos, en ese momento no existía Hezballah pues esto fue en 1977 y Hezballah nace como una escisión del movimiento Amal en 1982.
La Historia de ellos parece no registrar estos hechos. No les conviene. Pero ya es hora que se sepan las verdades que pretenden ocultar al mundo haciéndose pasar por victimas. Son victimas de su propia gente. No de Israel ni de Líbano, que los recibió con un hondo sentido humanitario y ellos les provocaron el desmembramiento del país a instancias de Siria, que piensa que Líbano le pertenece.
El mundo solo ve lo que quiere ver, y siempre es la misma cara de la moneda.
Esta es una guerra de la barbarie fanática y fundamentalista contra todo Occidente. Difundir la verdad es una obligación ante el avance islámico, irracional e imperialista. Juzguen ustedes.

 
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