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| martes marzo 19, 2024

Israel en la alta tecnología


La historia de esta ficción está basada en historias parecidas que ocurrieron en la sociedad israelí en la cual, a principios del segundo milenio, la palabra «start up» se convirtió en la palabra más de moda entre los jóvenes estudiantes de computación o ingeniería, quienes soñaban con inventar algo que sea lo suficientemente novedoso como para atraer a alguna empresa extranjera y poder realizar el anhelado «exit» (venta a una empresa extranjera) que los convierta en multimillonarios.

 

Todo empezó con ICQ


Muchos de esos sueños se hicieron realidad y a principio del año 2000 surgió en Israel una clase de jóvenes profesionales que comenzaron a ganar fortunas trabajando día y noche en las nuevas empresas de computación.
En junio del 1996 cuatro jóvenes amigos israelíes en sus años 20 fundaron una pequeña empresa, Mirabilis. Esta empresa desarrolló un programa que revolucionó el mundo del internet, ICQ (I seek you, yo te busco).
Este programa fue el primero que permitió a personas conectadas a la red de internet comunicarse entre ellos y chatear en tiempo real, teniendo la posibilidad de saber cuando un amigo está en línea.
El 8 de junio de 1998, sólo dos años después de haber sido fundada, la compañía fue adquirida por la empresa norteamericana AOL por 407 millones de dólares, causando una sensación en todo el país. Hoy en día, ICQ es usado por más de 42 millones de usuarios por todo el mundo, aunque perdió mucho de su valor por ya no ser exclusiva y en los últimos meses AOL la vendió a una empresa rusa por menos de la mitad del precio que la compró.
De todas formas ICQ se convirtió en una leyenda y en el modelo de todo joven ambicioso con alguna idea novedosa en la cabeza.
Otra historia de éxito de jóvenes israelíes es la historia de Checkpoint, hoy la empresa líder en el mundo de seguridad en el internet.
Desde el año 1993, durante días y noches, tres jóvenes jerosolimitanos trabajaban sin parar desde un pequeño departamento en la capital. Sin dinero, sin inversionistas, solo utilizando unas computadoras viejas y mucha imaginación e iniciativa.
De esas horas sin sueño surgió un programa de seguridad para la red internet que se convirtió en uno de los programas líderes en el mundo, haciendo a sus modestos inventores millonarios.
Sin embargo, a diferencia de los jóvenes de ICQ que rápidamente se desprendieron de la empresa, Checkpoint, sigue hasta hoy en manos de dos de sus fundadores, Gil Swed y Marius Nacht.
«Cuando la empresa cotizó en la bolsa me preguntaron por qué no la abandono», cuenta Gil Swed y agrega que contestó, «justo ahora, por qué voy a dejar algo que me gusta, algo que disfruto».
Hoy en día Checkpoint tiene 2,200 trabajadores en 42 países del mundo, 800 de ellos en el centro de desarrollo en Tel Aviv. La empresa está valuada en 6,000 millones de dólares, y en el 2008 tuvo ingresos de 808 millones de dólares.
«El dinero es un agradable efecto colateral de algo que nos gusta hacer, que nos apasiona», dice Swed, aunque en el banco tenga una fortuna estimada en más de 600 millones de dólares.

 

Recursos humanos


ICQ y Checkpoint son sólo dos ejemplos del éxito de las empresas de alta tecnología en Israel en los últimos veinte años.
Desde su fundación, el Estado de Israel dedicó notables esfuerzos a la ciencia y a la tecnología. Como país muy pequeño y carente de recursos naturales, los dirigentes del incipiente país se centraron en desarrollar los recursos humanos. La calidad intelectual de los habitantes con su pensamiento original, flexible y creativo y un espíritu emprendedor permitieron la supervivencia económica del estado, gracias al desarrollo de empresas de alta tecnología como también a la aplicación de la alta tecnología en las industrias tradicionales.
A lo largo de los 60 años del Estado, los científicos e investigadores israelíes realizaron contribuciones relevantes a la genética, a la informática, a la electrónica, a la óptica y a otras industrias de alta tecnología. La ciencia israelí es bien conocida por su desarrollada tecnología militar, por su agricultura científica y por su medicina de vanguardia. Israel es uno de los pocos países del mundo que pudo desarrollar una tecnología de satélites en forma independiente.
Israel ocupa el tercer puesto en gasto en Investigación y Desarrollo, el octavo en preparación tecnológica , el undécimo en innovación, el decimosexto en exportaciones de alta tecnología y el decimoséptimo en logros tecnológicos en la lista Nation Master de países en el mundo por estándares económicos.
Israel es la nación que produce más publicaciones científicas per capita 109 por cada 10.000 personas-. También presume de ser uno de los países con más patentes registradas per cápita.
En el 2007, Israel tuvo exportaciones por 54 billones de dólares. Cerca del 60 por ciento de las mismas fueron en alta tecnología y mucho del resto por ganancias generadas por las industrias tradicionales que usan aplicaciones tecnológicas avanzadas.
Muchas de las compañías líderes mundiales de alta tecnología compraron decenas de empresas israelíes, a la vez que instalaron en nuestro país sus centros de desarrollo de nuevas tecnologías.
Por ejemplo en Israel Motorola desarrolló sus primeros teléfonos celulares, Intel produjo su Pentium y Microsoft integró muchos de sus sistemas operativos de NT y XP.
Uno de los métodos que utiliza el Estado de Israel para incentivar el desarrollo científico y tecnológico son las «incubadoras» de ideas.
Se trata de un proyecto de 24 incubadoras tecnológicas distribuidas en las regiones periferiales que reciben presupuestos del Estado para la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías.
De acuerdos a los datos del Ministerio de Industria y Comercio, desde su creación en 1991, las incubadoras produjeron más de mil proyectos de alta tecnología que atrajeron inversiones de más de 2 mil millones de dólares. Entre ellos muchos proyectos de biotecnología como Protalix, una empresa que produce proteínas terapéuticas recombinadas.
La oficina central de ciencia promueve también un proyecto de cooperación entre la academia y la industria, «Magneton». En este proyecto participan empresas líderes como Netafim, Nice, Orbotech, Elbit con las universidades más importantes.
En estos días se aprobaron 13 proyectos de cooperación por un total de 17 millones de dólares. Entre los proyectos, tecnologías de acumulación de energía en una batería, tecnología para la purificación de la tierra, para identificar y aislar voces, etc.
La tecnología israelí puede enorgullecerse de haber contribuido con invenciones que cambiaron el mundo. Las más importantes entre ellas son la energía solar, la cámara en una píldora (para uso médico una píldora que el paciente traga y filma lo que ocurre en el cuerpo humano), la irrigación por goteo y la telefonía por internet.

 

La revancha de los «jnunim


«El high-tech es la victoria de los jnunim (término en hebreo que define a un traga, alguien que se pasa el día estudiando o frente a la computadora y no tiene muchas habilidades sociales)», dice Zohar Zizapel, uno de los fundadores del grupo Rad-Binat especialista en comunicación de computadoras, «somos idiotas, es lo que sabemos hacer y solamente en esto hay suficiente potencial para todos».
Zizapel agrega que los emprendedores en alta tecnología son hombres de negocios diferentes. Su talento no esta en el lado de los negocios sino en el sueño tecnológico. «Primero me interesa si la tecnología funciona, si puede desarrollarse y luego me fijo en los balances del negocio».
Con estas palabras Zizapel resume el fenómeno social que surgió en los últimos años en Israel y en el mundo. Por un lado una clase de profesionales de la informática que subieron en la escala social gracias a sus estudios y su duro trabajo y de un día a otro se convirtieron en millonarios.
Estos muy jóvenes y nuevos millonarios en general no invirtieron sus ganancias en otros campos de la industria, sino que si invirtieron lo hicieron en el desarrollo de nuevos emprendimientos.
«No soñamos ser magnates de los negocios que trasladamos dinero de un campo a otro», dice Yanki Margalit, fundador y director del la empresa de software «Alladin», la travesía tecnológica sólo comenzó, todavía nos encontramos en un estado primitivo y lo que nos interesa en ser parte del progreso tecnológico futuro.
En estas palabras de Margalit hay una ideología de muchos de los que hicieron carrera de la alta tecnología que va más allá del aspecto económico. Hay un anhelo de desarrollar la ciencia y la tecnología para las generaciones futuras por medio de la inversión en la educación.
Muchas empresas de alta tecnología inviertan en proyectos públicos, sociales y de educación. La idea es trasladar la forma de pensamiento profesional y tecnológico a la vida pública y al sistema educativo.
Los «jnunim» del high-tech quieren dejar su huella, no construyendo edificios o comprando canales de televisión o supermercados, sino influenciando en la sociedad de manera que Israel pueda seguir siendo un factor central en la tecnología también dentro de veinte años. 

Infaltables de origen israelí

Los israelíes aman la tecnología, se adaptan rápidamente a los cambios y están buscando continuamente formas de facilitar la vida cotidiana en todas las áreas.
Por lo tanto, no nos sorprende que varios de los dispositivos («gadgets-«) más populares del mundo hayan sido desarrollados en nuestro país. Aquí van algunos de ellos:

DiskOnKey (memoria USB)


Quien puede imaginarse hoy la vida cotidiana sin este pequeño aparatito que nos permite trasladar muy fácilmente información, música, fotos, videos, etc. de una computadora a otra y de alguna manera llevar nuestra vida en el bolsillo, sin necesidad de baterías.
Las primeras unidades de este dispositivo fueron fabricadas en 1996 por la empresa israelí M-Systems, al mando de Dov Moran, quien las promocionó como el reemplazante del disquete. En el 2005 la prestigiosa revista PC World calificó al invento como uno de los 10 «top gadgets« en los últimos 50 años.

Powermat

El Powermat es un cargador inalámbrico en forma de tapete, de alta tecnología, que funciona para casi todos los tipos de teléfonos celulares, cámaras digitales, manos libres, iPod´s y video juegos.
En su plataforma pueden cargarse tres equipos diferentes a la vez, sin necesidad de cables ni de conexión física a la electricidad. Se trata de una iniciativa conjunta una empresa israelí y una americana.

Epilady


El primer aparato depilador eléctrico que salió al mercado en 1986 y se convirtió en una sensación mundial, facilitando la tarea de depilación femenina en forma rápida, eficiente y sin salir del hogar. Desde ese momento decenas de empresas desarrollaron productos similares con diversas tecnologías.

Modu


Se trata de un teléfono modular, parecido a una tarjeta de almacenamiento que se complementa con una serie de add-ons intercambiables que transforman el aspecto y el interfaz del dispositivo. Siendo el celular más pequeño del mundo, el Modu se puede conectar a cualquier dispositivo que acepte USB y se le puede cambiar diferentes carcazas cambiando de esta manera la función del aparato de teléfono a mp3, a cámara fotográfica, etc.
Su creador es el antes mencionado ingeniero Dov Moran, el inventor del DiskOnkey.

Boxee


Es un es un software multiplataforma que concentra todos los tipos de media dentro de la computadora y permite organizar una librería de música, vídeos, películas o series, como también ver vídeos desde Internet en cualquier pantalla de televisión.
El programa se puede bajar de la red en forma gratuita y permite también la adaptación a las necesidades personales. Tiene integrada una red social y permite interacción con todas las redes populares.

Eye-Fi


Se trata de una tarjeta de memoria para cámaras de foto digitales que tiene conexión WiFi y permite subir las fotos a la computadora personal en forma inalámbrica y a distancia.

 
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