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| viernes abril 19, 2024

¿Apartheid de agua de Israel?


Calumniosas acusaciones europeas ponen en riesgo la misma existencia del Estado de Israel

Giulio Meotti

Ynetnews

21.01.12 / Israel Opinion

water-west-bank

El Comité de Relaciones Exteriores del parlamento francés acaba de publicar un informe sin precedentes, acusando a Israel de implementar «apartheid» en su asignación de agua en Judea y Samaria. El informe decía que el agua se ha convertido en «un arma al servicio del nuevo apartheid».

El informe francés, elaborado por la diputada socialista Jean Glavany, que en el pasado sirvió como secretaria del gabinete del Presidente Francois Mitterrand, es un poderoso libelo de sangre contra los judíos, porque establece la falsa comparación entre los palestinos y los negros de Sudáfrica, que estaban obligados a usar fuentes de agua separadas y descuidadas.

Relaciones Jordania-Israel

Situado en el borde de un desierto, Israel, que ahora es una «superpotencia en tecnología del agua», es totalmente dependiente del Acuífero de  Montaña que se extiende desde las laderas del monte Carmel hasta Beer Sheva y desde las crestas de las sierras de Judea y Samaria hasta la llanura costera. Ésta es la principal reserva de agua potable, no para «los colonos», sino para Tel Aviv, Haifa, Jerusalén y Beer Sheva.

 

Israel afirma que el Acuífero de Montaña se basa en el uso histórico. El agua del acuífero, que proviene de las precipitaciones en zonas de los territorios, era utilizada por los pioneros judíos que se establecieron durante el dominio turco y, después, bajo el Mandato Británico.

 

Cuando Jordania ocupó todos los territorios entre 1948 y 1967, alrededor del 80% de la población árabe de Judea y Samaria no estaba conectada a una red de agua. Israel, entonces, la suministró a casi todas las comunidades árabes en Judea y Samaria con tuberías de agua, llevando el número de hogares con agua corriente al 90%. El suministro total de agua se duplicó de 64 millones de metros cúbicos al año a 120 millones, como resultado del mejor acceso al agua.

Más peligrosos que los cohetes

Aunque la cuota de agua se acordó mutuamente en los Acuerdos de Oslo, los palestinos ahora afirman que son dueños de «toda el agua que cae sobre las montañas». El argumento de Israel de que el agua se deposita, sobre todo, en su lado de la Línea Verde no ha afectado a los árabes, ni les preocupa que Israel es totalmente dependiente de esta agua.

Apoyados por los países europeos, los árabes ven esto como «un robo» de agua árabe, yendo tan lejos como para exigir compensación por el agua bombeada desde el año 1948.

En la tierra que Dios prometió a los judíos puede que fluyera leche y miel, pero no tiene agua. Es por eso que el control palestino de las fuentes de agua sería más peligroso que los cohetes Katyusha disparados por sobre la frontera norte, ya que incluso los residentes de la planicie costera estarían a merced de la autocracia árabe de las tierras altas.

Éste no es un escenario apocalíptico. Es una eventualidad eminentemente factible, una que fácilmente podría materializarse. Pasados intentos árabes, para privar a Israel de agua, fueron la causa de enfrentamientos en la frontera sirio-israelí. Aunque los defensores de la retirada, desde hace mucho tiempo, han tratado de disminuir la importancia de esta preocupación, el acuífero más importante de Israel no conoce ninguna Línea Verde.

¿Podría Israel sobrevivir a tal pérdida? Claramente no. O bien Israel tiene el control exclusivo del agua y la comparte con los árabes, o la misma supervivencia de Israel está en riesgo.

La calumnia francesa también porta un apelativo más místico. Durante la Peste Negra en Europa, los judíos fueron acusados de envenenar el agua y promover la enfermedad entre los cristianos. La falsa acusación fue adoptada por el mundo islámico en 1840, con una serie de brutales pogromos en Siria. En esa época, el consulado francés en Damasco desempeñó un papel fundamental en el libelo de sangre. Ahora, París está difundiendo el mito «apartheid del agua de Israel». ¿Cuál es el objetivo? Consumir a los judíos, una vez más.

Giulio Meotti, periodista de Il Foglio, es el autor del libro La Nueva Shoah: La Historia Jamás Contada de las Víctimas del Terrorismo de Israel.

http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4178532,00.html 

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

Difusión: www.porisrael.org

 
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