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| viernes marzo 29, 2024

Chávez: la combinación letal entre su antisemitismo y su mentalidad anti-democrática


Ana Jerozolimski

Semanario hebreo. Uruguay

Capriles Radonski es un hombre valiente. Seguramente sabía que al postularse como candidato único de la oposición al Presidente Hugo Chávez de cara a las elecciones de octubre en Venezuela, entraba en la boca del lobo…El, que ya estuvo en prisión por acusaciones inventadas en su contra en el 2004 alegando las autoridades que “fomentaba la violencia”, sabe con quién se ha metido. El que ya ha sido acosado y que vio sus oficinas saqueadas por la gente de Chávez, que dejó las paredes pintadas con svásticas y la palabra “nazi” de adorno, sabe quién es su adversario.

Lo que no está totalmente  claro es si lo sabe todo el mundo….Por eso, hay que contarlo. Hay que volver a explicar..No cansarse..Por más increíble que sea escuchar los relatos llegados desde Venezuela estos días, ver las caricaturas antisemitas propias del ambiente creado por Chávez y su entorno en los últimos años.

El Presidente de Venezuela es antisemita. No estamos diciendo ninguna novedad. Podrá llenarse la boca cada tanto hablando del respeto a todos en su país y aclarando que su problema es el sionismo e Israel y no los judíos, pero nadie con dos dedos de frente puede creerlo. Al menos no aquellos que vieron los dibujos de Radonski con una estrella de David enganchada o como “colgada” sobre él, intentando evidentemente “ensuciarlo”, dando a entender que su ascendencia judía es motivo de crítica.

Esto también demuestra que es no sólo antisemita, sino también anti democrático, por más que se precie de los altos valores, supuestamente, de su gobierno bolivariano…Tiene ante sí a un adversario con más chance que ninguno de sus antecesores de vencerlo, dado que la oposición ha tenido la sabiduría de unirse para enfrentarlo, y decide lanzarse a la guerra. No a una de esas “guerras” que conocemos en nuestro país, de esas duras pero respetuosas luchas democráticas por el corazón de los votantes en las urnas. No..Ese no es el estilo de Chávez. El prefiere desprestigiar con lo que él considera son los peores insultos: su bajo antisemitismo.

Los ejemplos para mostrarlo son numerosos. No nos alcanzarían estas páginas. Limitémonos a uno..

En un artículo difundido por el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, con la bandera venezolana junto a las palabras Gobierno Bolivariano de Venezuela, un individuo llamado Adal Hernández escribe lo siguiente:

“Capriles Radonski, hijo de Henrique Capriles García, descendiente de una familia de judíos sefardíes de Curazao, y de Mónica Cristina Radonski Bochenek, judía ruso-polaca. Ambas familias ligadas a la oligarquía empresarial del país, entre los que se cuentan, desde medios de comunicación como la Cadena Capriles, industrias y corporaciones del entretenimiento como Cinex, hasta servicios e inmobiliarias.

Capriles Radonski participó en varios cursos en Europa y, por supuesto, en el imperialismo estadounidense, más específicamente en Columbia University, en Nueva York. Trabajó por cierto tiempo en el sector privado en las firmas Nevett & Mezquita Abogados y en Hoet, Peláez, Castillo & Duque. Ambas firmas vinculadas a los intereses de la burguesía sionista.

Formó parte de la secta paramilitar y fascista llamada Tradición, Familia y Propiedad, donde se practicaban ritos religiosos perversos y se planificaban crímenes selectivos de todo lo que no representara la raza aria nacional y la alta burguesía venezolana. Esta organización era dirigida por Alejandro Peña Esclusa, confeso agente de la CIA.”…Y mucho más.

Claro está que no se salva en la nota el “sionismo” que el autor sostiene “asesinó a millones de palestinos” y construyó un “campo de concentración en pleno siglo XXI, al que bombardean y someten al hacinamiento”..Pero el autor, en nombre de Chávez, ni siquiera se limita a las diatribas anti sionistas sino que pasa a los argumentos típicos del abierto antisemitismo, al afirmar que “el  sionismo es dueño de la mayoría de las instituciones financieras del planeta, controla casi el 80 por ciento de la economía mundial y la industria de las comunicaciones casi en su totalidad, además de mantener posiciones de decisión dentro del Departamento de Estado estadounidense y potencias europeas”.

Y tras criticar los vínculos de Capriles Radonski con la colectividad judía de Venezuela- como si no fueran ciudadanos venezolanos que merecen tener sus opiniones también sobre la política del gobierno- resume: “Este es nuestro enemigo, el sionismo que hoy representa Capriles Radonski, que nada tiene que ver con una oferta nacional e independiente. En octubre hay dos propuestas claras para Venezuela, la de la Revolución Bolivariana que viene reivindicando la unidad latinoamericana y los intereses del pueblo y la del sionismo internacional, que amenaza con la destrucción del planeta que habitamos”.

Hay otro punto concreto que muestra el antisemitismo que motiva a Chávez. Parece actuar guiado por los principios de las Leyes de Nüremberg de 1935, primera señal formal y abierta de lo que se venía en la Europa dominada por los nazis, al destacar continuamente el  elemento judío en la identidad de Radonski, aunque él mismo se considera y proclama como un católico devoto.

Los nazis hacían lo mismo. No importaba que un judío no se sintiera tal, que no practicara su religión, que viviera como alguien alejado completamente de su judaísmo…si había nacido judío o tenía algún judío, su destino estaba sellado. Lo que para Radonski, que como decíamos es un católico practicante, es motivo de orgullo-su ascendencia judía- para Chávez es una buena excusa para desprestigiarlo e intentar ensuciarlo.

Los abuelos maternos de Radonski  fueron refugiados judíos de Europa que llegaron a Venezuela durante la Segunda Guerra Mundial con sólo «una maleta llena de ropa», tal cual él declaró al periódico “The Forward”. Comprende que los judíos le ven como judío, debido a que su madre y su abuela lo eran. Su abuela estuvo en el ghetto de Varsovia, sus bisabuelos fueron asesinados en un campo de concentración, la madre de su abuela y su padre fueron asesinados en Treblinka.

Chávez seguramente lo sabe. Ni vergüenza tiene, a pesar de ello,  al intentar desprestigiarlo y ensuciar su nombre, por su ascendencia judía.

Este hombre es un peligro. Ojalá lo vea así la mayoría de los ciudadanos venezolanos al ir en octubre a las urnas. Pero hasta entonces, hay que estar atentos…Habrá llegado al poder en forma democrática, en elecciones. Pero la democracia de origen no basta. Es necesaria también la democracia de ejercicio, que depende de la forma en que despliega su acción de gobierno, y que en la Venezuela de Chávez no existe. La combinación entre ese fenómeno  y su antisemitismo galopante, es letal. Hay que estar alertas.

 
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