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La solución de 3 Estados


Malcolm Lowe

Julio 17, 2012

 

http://www.gatestoneinstitute.org//three-state-solution

Gibraltar, Mónaco y Hong Kong son, como Gaza, áreas pequeñas densamente pobladas con una línea costera y están todas prosperando. El principal obstáculo para un crecimiento más espectacular es el mal hábito de Gaza de disparar misiles hacia Israel.

El futuro está ya aquí, pero la gente se niega a verlo. ¿Por qué? Porque los políticos y periodistas del mundo congelaron sus mentes hace décadas sobre la manera de lidiar con el conflicto árabe-israelí. Cada discurso de líderes occidentales y cada pontificado por algún Thomas Friedman, tiene como núcleo lo que he llamado – ya en 2003 – el “Canto dogmático.»

Esto se ejecuta como sigue: “¡Los palestinos deben terminar con el terrorismo, los Israelíes deben congelar totalmente las actividades en los asentamientos, luego podrá surgir rápidamente un estado palestino cuyas fronteras se aproximen a las líneas de 1967 y el Medio Oriente conocerá la paz finalmente!” Lean algunos de dichos discursos y pontificados y encontrarán que el total de su pensamiento de contenido se reduce a lo anterior, además de los volantes.

Es un dogma, porque es impermeable a cualquier nuevo hecho, y un canto, porque demasiados políticos autoritarios y periodistas lo cantan juntos. Su gran falla es que pretende que el más grande asunto de todos – la exigencia palestina por el llamado “derecho al retorno” – no es esencial.

Así la Autoridad Palestina mantiene campos de refugiados donde los líderes de la AP rutinariamente aseguran a los residentes que no habrá paz con Israel hasta que ellos se vayan donde sus bisabuelos vivieron antes de 1948. No importa que aquellos pequeños pueblos perdidos en Israel tengan que ser expandidos diez veces para acomodarlos a todos.

Tenemos también una segunda falla importante en el Canto Dogmático: ignora las ventajas, de hecho la necesidad,  de alentar a Gaza y la Ribera Occidental a buscar su independencia de forma separada. No pretendamos que Gaza no puede sobrevivir por si sola. Gibraltar, Mónaco y Hong Kong son, como Gaza, áreas pequeñas densamente pobladas con una línea costera, y todas están prosperando. Igualmente Luxemburgo.

Incluso a Gaza no le está yendo tan mal: tiene su piscina olímpica (2010), un centro comercial de lujo (2010), balnearios de playa y hoteles de lujo. Basta mirar las fotos en Internet de “Un viaje turístico a Gaza”. El principal obstáculo para un crecimiento más espectacular es el mal hábito de Gaza de disparar misiles hacia Israel.

 

Cualquiera que se considere alguien se ha declarado por una solución de dos estados: Israel y Palestina. Incluyendo Netanyahu y Abbas. Todos son conscientes que los intentos de alcanzar dicha solución colapsan rápidamente. Y casi todos arguyen que la única alternativa sería la solución de un solo estado.

Difícilmente alguien quiere reconocer que tres estados han emergido, de hecho, en el área: Israel, la Ribera Occidental y Gaza. O admitir las ventajas de este arreglo. O darse cuenta que únicamente esto – en todo caso- ofrece la base para un futuro estable.

Empecemos por recordar que pasó después que el Imperio Británico en India fue particionado en India y Pakistán en 1947. Originalmente, Pakistán consistía en dos partes – Oeste y Este- divididas por 1.800 kms. (1.100 millas) de territorio indio. La guerra rápidamente estalló entre los dos estados. El motivo fue la provincia de Kachemira y Jammu, que Pakistán reclamaba por su mayoría musulmana. Pero su gobernante Maharajah, a quien se le dio la elección en el acuerdo de partición, optó por unirse a India.

La Guerra duró desde Octubre de 1947 a Diciembre de 1948. Sólo una pequeña parte de Kachemira había caído en manos de Pakistán. La disputa provocó otra guerra en 1965 y amenazó con prolongarse indefinidamente. Lo que cambió la situación fue el surgimiento de un movimiento por la independencia en Pakistán del Este. En 1971 India ayudó a Pakistán del Este a liberarse del control militar pakistaní y se convirtió en el estado de Bangladesh.

Como quiera que no exista una particular amistad entre Pakistán y Bangladesh, la disputa sobre Kachemira  después de todo representó una amenaza de seguridad mucho más pequeña para India. Es así que cuando pakistaníes armados se infiltraron en una parte de Kachemira en 1999, una respuesta vigorosa del ejército de India puso un rápido final al incidente.

Mientras tanto, los tres países juegan cricket entre ellos. Así mismo hace Sri Lanka, que tuvo su propia disputa con India sobre la minoría Tamil. En el Medio Oriente, por alguna razón, el papel histórico de Gran Bretaña no dejó tras de sí la influencia civilizadora del cricket – un deporte donde los espectadores aplauden constantemente  buenas jugadas de ambos lados, incluidos sus oponentes. Pero los otros paralelismos con Israel y los palestinos son evidentes.

La Declaración de Principios de Oslo (1993) y los Acuerdos Interinos de Oslo (1995) tomaron nota del problema de mantener contacto entre las dos áreas geográficas de la Autoridad Palestina (AP). La Declaración previó “un paso seguro” entre ellos en rutas designadas a través del territorio del Estado de Israel. El anexo I del acuerdo contenía un esquema elaborado de implementación: cada vehículo debe tener un “permiso de paso seguro” y cada pasajero palestino debe tener una “tarjeta de paso seguro”; equipos conjuntos israelí-palestinos debían asegurar que únicamente personas admisibles debían utilizar el “paso seguro” y quien abandonara un área llegara debidamente a la otra; la estructura precisa de los terminales y sus horas de apertura fueron definidas, etc.

Todo esto, rápidamente terminó en nada. Esto estuvo entre las primeras provisiones, y podría decirse que la primera provisión, de los Acuerdos de Oslo en colapsar en la práctica. Desde entonces, los palestinos han tenido que pasar a través de al menos dos países árabes, obteniendo todos los permisos necesarios, para llegar desde una zona a la otra. Como recientemente notó Aaron Tuckey (Marzo 13, 2012): mientras que hay algunos estados con un enclave (como Alaska de Estados Unidos), la comunicación entre Gaza y la Ribera Occidental es inusualmente problemática.

Propuestas posteriores incluyeron una carretera cercada exclusiva, un ferrocarril, incluso un túnel. El problema por supuesto, era cómo hacer posible la comunicación entre las dos áreas sin crear oportunidades para el terrorismo palestino. Ese problema solo ha crecido desde entonces. Permitiendo a las dos áreas seguir sus caminos por separado reduciría drásticamente la amenaza a la seguridad de Israel en cualquier acuerdo futuro israelí- palestino.

Mientras tanto, la incomunicación entre Gaza y la Ribera Occidental ha sido también conveniente para los palestinos, al menos para los dos principales contendientes – Hamas y Fatah. Después que Hamas ganó en 2006 las elecciones para el Consejo Legislativo Palestino (CLP), brevemente encabezó una coalición gubernamental con Fatah. En 2007 luchas armadas entre los dos llevaron a la dictadura de Hamas en Gaza y a una dictadura de Fatah en la Ribera Occidental; el CLP no se reunido desde aquel año. “Dictadura” es la correcta descripción: los mandatos del CLP y Mahmoud Abbas, el presidente palestino, hace tiempo se han acabado. Las dos áreas están siendo gobernadas por individuos no elegidos, a través de sus respectivos aparatos de seguridad.

Diversos acuerdos han sido hechos entre Hamas y Fatah para celebrar nuevas elecciones y unificar las dos áreas, se han creado comités para implementar los acuerdos, pero todo esto conduce a ninguna parte. Hamas continúa deteniendo y acosando a miembros de Fatah y castiga a periodistas pro-Fatah, mientras Fatah hace lo propio en la Ribera Occidental.

Uno de los comités se supone que debe arreglar la liberación de los detenidos mutuos. Nada se ha logrado. Más bien,  constantemente hay más detenidos. Sería más simple transferir todos los detenidos y activistas pro-Fatah desde Gaza a la Ribera Occidental como intercambio por una transferencia de gente de Hamas en la dirección opuesta.

Otro comité, que tampoco conduce a ningún lado, fue acusado de crear el aparato para elecciones conjuntas. Aún sigue discutiendo sobre si y cómo actualizar el registro de votantes. Si ellos necesitan un show de democracia, sería más simple elegir separadamente consejos de gobierno en las dos áreas.

Los ministros palestinos, en la medida en que hacen algún trabajo útil, ya operan  separadamente en Gaza y la Ribera Occidental. Después de 2007, los nombramientos de Hamas y Fatah a la coalición gubernamental se transformaron en gobiernos de facto en sus respectivas áreas.

La única conexión  restante es que el gobierno de Fatah en Ramallah aún paga los salarios de sus ex funcionarios en Gaza, sin tener en cuenta si están actualmente haciendo algún trabajo allí. Al mismo tiempo, el gobierno de Fatah reclama que está encarando una desesperada crisis económica. Si Fatah dejara de hacer estos inútiles pagos a Gaza, la crisis se aliviaría en gran medida. Cualquier déficit en el presupuesto de Gaza difícilmente sería compensado por sus amigos islamistas en cualquier lugar.

Para Gaza seguir su propio camino es la parte más fácil. La Ribera Occidental e Israel están mucho más estrechamente ligadas y aquí la solución, también, es necesariamente compleja.

¿Entonces, por qué nadie ha visto todo esto antes, si una separación permanente entre Gaza y la Ribera Occidental es tan obviamente el camino a seguir? De hecho, comentaristas aislados han externado esta sugerencia en el pasado. Desde el comienzo de 2012, su número ha ido creciendo. Ellos han pasado inadvertidos por diversas razones.

Una razón es que el término “solución de tres estados” ha sido mal usado en el pasado de manera confusa. Otra razón es que aún aquellos que usaron el término correctamente, pensaron a menudo en él como una etapa provisional, imaginando que Gaza y la Ribera Occidental eventualmente serían reunificadas. Tercero, muy poca gente concibió esto como una realidad permanente, pero hubo debilidades en cómo construyeron su caso.

Aquí hay que darle crédito a Kaveh L. Afrasiabi, un académico iraní y residente en Estados Unidos hace muchos años. No será muy popular ya sea como un apologista del presidente iraní Ahmadinejad o por su infortunado enredo en controversias. En 2007, sin embargo, escribió un corto análisis profético titulado “La muerte de la solución de dos estados.” Alli argumentó: “Llámenlo una pesadilla, un fiasco, fragmentación, pero no temporal, cuando todos los signos vitales indican que la partición política de la Ribera Occidental y Gaza es un hecho consumado, poco probable que lo revierta una invasión militar israelí o una reocupación de Gaza.”

El primero en hablar sobre tres estados en este sentido puede haber sido Jamal Dajani. El 15 de Junio de 2007, mientras Hamas estaba consolidando su conquista armada de Gaza, proclamó en LinkTV: “La nueva realidad en el terreno es que tenemos tres estados en la Palestina histórica: un estado dirigido por Hamas en Gaza, un estado dirigido por Fatah en la Ribera Occidental e Israel entre ellos.” Dajani fue seguido de cerca pero de manera independiente por Charles Levinson el 17 de Junio en el Daily Telegraph.

Más recientemente (Marzo 26, 2012), la realidad práctica de tres estados fue señalada brevemente por Khaled Abu Toameh en Gatestone. A diferencia de Afrasiabi, sin embargo, él lo prevé como un fenómeno temporario: “La solución de tres estados es, por ahora, la única y mejor opción sobre la mesa. La solución de dos estados debería ser puesta en suspenso hasta que los palestinos se reunifiquen y empiecen a hablar a una sola voz. Mientras tanto, aquellos que están tratando de promover la solución de un solo estado están desperdiciando su tiempo y el tiempo de la mayoría de los israelíes y palestinos.” Visiones similares aparecieron en 2010 en un blog en el Huffington Post por Chuck Freilich y un blog en CultureFuture por Guy Yedwab. Pero la versión anterior de una concepción “temporal” puede ser un breve artículo de opinión por Jacob Savage que apareció el mismo día de 2007 (Junio 20) que el artículo de Afrasiabi.

Aún más recientemente (Junio 27,2012), el status de hecho de Gaza como un estado independiente fue señalado por Giora Eiland, un general de reserva que ha servido variadamente como asesor de seguridad  a gobiernos israelíes. En un artículo de opinión para Ynet, argumentaba: “La política de Israel debe basarse en el entendimiento de que Gaza es un estado de hecho de cualquier manera. Tiene claras fronteras geográficas, un régimen estable que fue electo democráticamente, y una política exterior independiente.”

Desde esta premisa, sin embargo, Eiland indicó solo consecuencias limitadas. Principalmente, él quiere que Israel  trate cualquier hostilidad emanada desde Gaza como responsabilidad del gobierno de Gaza y de la ciudadanía que eligió libremente a Hamas al poder.

En 2008, Eiland propagó una solución de tres estados diferente: Israel, Jordania y Egipto. (Wikipedia actualmente da un enlace errado a la propuesta de Eiland, un enlace que ha sido ampliamente copiado en Internet: el enlace correcto al Instituto de Washington para la política en el Cercano Oriente está aquí). El quería que Jordania y Egipto reasumieran las responsabilidades que ejercieron sobre Gaza y la Ribera Occidental antes de la Guerra de los Seis Días de 1967. Su propuesta hizo eco en 2009 en John Bolton. Una idea similar fue recientemente reflotada (Mayo 3, 2012) por el miembro de la Kneset del Likud Danny Doron. Es impensable, sin embargo, que Jordania o Egipto quisieran alguna vez tal dolor de cabeza, aún si no tuvieran sus propios problemas actuales.

Todavía otra “solución de tres estados” fue recientemente propuesta (Marzo 5, 2012) por Mordechai Nisan: Israel, Líbano y Jordania. Los palestinos, pensó él, deben ser alentados a migrar a Jordania y derribar la monarquía hashemita allí. Entonces los refugiados palestinos en Líbano podrían ser desalojados a Jordania también. Esto convendría muy bien a Israel, por supuesto, pero el ejército Hashemita lo combatiría por todos los medios posibles. Con respecto a Líbano, todas las facciones quieren desalojar a los palestinos, pero únicamente si pueden ser enviados directamente a Israel.

Es lamentable y completamente confuso que tales versiones de deseos ilusorios hayan usurpado el nombre de » solución de tres estados.» Así que los autores se han cegado a ellos mismos y a otros para el arribo de tres estados en la realidad.

Eiland, en cualquier caso, ahora se refiere a la independencia de Gaza de la Ribera Occidental como una conveniencia por razones tácticas. Pero no se trata de esto ni de las “pesadillas de fracaso” sugeridas por Afrasiabi. Ni debería ser considerado como una fase temporal que haya que superar en algún momento del futuro.

Más bien, la separación permanente entre Gaza y la Ribera Occidental es una condición necesaria para la estabilidad presente y cualquier arreglo futuro de las relaciones israelíes-palestinas. Entonces una “Invasión militar total israelí y una reocupación de Gaza”, no sería muy prudente, si esto terminara la actual independencia de Gaza.

Para darle más crédito, ha habido algunos comentaristas que percibieron la independencia separada como un prospecto beneficioso, como S.C. Denney en 2008, Colin P. Clarke en 2009 y Ori Z. Soltes (que llamó la atención sobre el paralelo con Pakistán) en 2010. Ellos propusieron esto, sin embargo, como una nueva base para negociaciones. Pero al igual que los palestinos fallaron en negociar la unidad, ellos resueltamente se negarán a negociar la desunión. Olvídense de las negociaciones, a este respecto. Más bien, observen la realidad de tres estados y refuércenla hasta que se convierta en irresistible. Algo así fue recomendado por Bruce Bialosky en 2009.

En un blog de 2009 en el Huffington Post, Cameron Sinclair listó algunas ventajas de crear dos estados palestinos en lugar de uno. En particular, en lugar de recibir fondos externos automáticamente, ellos deberían competir por ellos en términos de excelencia. Sólo la escogencia de los nombres de los dos estados, “Palestina del Este” y “Palestina del Oeste”, fue desafortunado (sí, el ubicó a Gaza en el Este). Sólo “Gaza” y “Palestina” sería mejor, como propuso independientemente Stephen I. Siller en 2011. Los datos de Sinclair también contienen algunas inexactitudes. Tres años después, sin embargo, su brillante idea momentánea es tanto más justificada.

Traduccion para porisrael.org: Joseph Gabriel

Difusion: porisrael.org

 
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