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| viernes abril 19, 2024

Parasha Noaj


parasha

El mundo creado por Di-s comenzó a poblarse y poco a poco todos los seres vivientes se fueron corrompiendo. El latrocinio, la idolatría y la depravación sexual llenaron la tierra, por lo que el Creador decidió enviar un Diluvio que barriera toda vida de la faz de la tierra Pero Noaj, su esposa sus hijos y sus nueras se habían mantenido puros, por lo que Di-s le ordena a Noaj que construya un arca y que embarque en la misma una pareja de cada especie animal.

Durante 120 años Noaj construye el arca y al final de los mismos embarca a su familia y a los animales, tal cual le ordenara Di-s.

Durante cuarenta días y cuarenta noches cae el Diluvio sobre la tierra. Las aguas cubren las montañas más altas y toda vida de la faz de la tierra desaparece, salvo Noaj, su familia y los animales que están con él en el arca.

Por fin el Diluvio cesa y, tras un año de permanencia en el arca, Noaj sale. Entonces Di-s promete no volver a mandar un Diluvio para destruir la vida sobre la tierra, y como señal de esta promesa pone el arco iris.

Noaj planta un viñedo y se emborracha, durmiéndose desnudo en su tienda. Su hijo Cam, al verlo en ese estado se burla, pero Shem y Iafet, sus otros dos hijos, toman una manta y caminando de espaldas lo cubren. Cuando Noaj se entera de lo hecho por Cam, lo maldice, al tiempo que bendice a Shem y Iafet.

Nuevamente los hombres comienzan a poblar la tierra y se establecen en el valle de Sinar. Todos hablaban una misma lengua.

Deciden construir una torre que llegue hasta el cielo para combatir a Di-s. Ante esto el Todopoderoso confunde las lenguas, lo que hace que se separen y se dispersen por todo el planeta. A ese lugar se lo llamó Babel (confusión).

La Parashá termina detallando la descendencia de los hijos de Noaj, hasta llegar a Abraham.

 

DOS GENERACIONES PECADORAS

 

Nuestra Parashá nos narra la historia de dos generaciones pecadoras: La Generación del Diluvio y la Generación de Babel.

La primera se corrompió sexualmente y también se dedicó al robo. Esto provocó riñas y enfrentamientos. Hermanos contra hermanos, padres contra hijos, asesinatos, violencia. Hasta que vino el Diluvio y esa generación desapareció completamente. Sólo sobrevivió Noé con su esposa, sus hijos y las esposas de estos, que no se habían corrompido.

La segunda decidió desafiar a Di-s construyendo una torre que llegara hasta el cielo. Todos hablaban la misma lengua y se pusieron de acuerdo para rebelarse contra el Creador. Entonces Di-s confundió sus lenguas y fueron dispersados por el mundo.

A simple vista parece que el pecado de la segunda generación fue más grave que el de la primera. ¿Por qué la primera fue destruida completamente mientras que la segunda sólo fue dispersada? Por una cuestión muy simple: En la Generación del Diluvio había riñas y enfrentamientos, mientras que la Generación de Babel, si bien fue rebelde contra Di-s, actuaron unidos. De aquí aprendemos hasta que punto es importante la unidad, que hasta puede salvar de la destrucción cuando el propósito de la misma es negativo. Y ni que hablar de lo que puede lograr la unidad cuando se trata de un propósito positivo.

 

Una Importante Diferencia…

Por Tzvi Freeman

 

¿Escuchaste hablar del santo con el abrigo de piel?

Esta sentado en su casa, frente a una chimenea llena de leña. Pero no hay fuego, la casa está fría y todos tiritan.

Todos, menos él. Él se viste su abrigo de piel y está cómodo.

Entonces le preguntamos -¿Por qué no enciendes el fuego en la chimenea y así brindas calor a los demás también?

Y responde: -No sólo esta casa, sino todo el mundo está sufriendo un viento frío y cruel. ¿Qué se pretende de mí, acaso que brinde calor al mundo entero?

Le decimos que no esperamos que brinde calor al mundo entero, pero tal vez sí a una persona más. Tal vez a dos. Tal vez pueda brindar calor a un pequeño rincón del mundo.

Para una persona como yo -responde-, no es adecuado brindar calor sólo a un rincón.

Y así permanece sentado en su casa oscura y fría, bien cómodo con su abrigo de piel.

Di-s le informó a Nóaj que destruiría el mundo. Noaj preguntó qué debía hacer.

Di-s le dio instrucciones para que construyera un arca a fin de salvar a su familia y a todas las especies animales. Construyó el arca.

Después del diluvio, Nóaj encontró un mundo desolado y vacío y rompió en llanto:

-¡Creador Misericordioso! ¿Cómo es posible que hayas hecho esto con tu creación?

Di-s respondió: -¿¡ahora lloras!? ¿¡Ahora te quejas!? ¡Tonto pastor! ¿Dónde estaban tus lágrimas cuando te hablé por primera vez? ¡Si hubieras protestado entonces, podrías haber salvado el mundo!

Nóaj era un hombre santo, pero era un tzadik envuelto en su abrigo de piel.

Abraham era un tzadik totalmente distinto. Di-s le dijo a Abraham que destruiría las ciudades de Sedom (Sodoma) y Amorá (Gomorra), corruptas y perversas hasta la raíz. Abraham protestó: -¡Quizás haya gente buena allí! ¿¡Acaso el Juez del mundo todo no Ha de hacer Justicia!?

Abraham tenía un sentido de responsabilidad por el mundo en que vivía. Si algo estaba equivocado era preciso corregirlo. Aún si había sido decretado por la voluntad de Di-s.

(Extraído de www.es.chabad.org)

 
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