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| jueves marzo 28, 2024

Ramadán – Mes de la espiritualidad, devoción, yihad y martirio


«Ramadán – El mes del yihad y de victorias» (imagen: Saraya.ps)

El mes de Ramadán, el mes del ayuno, posee una condición especial como el mes de la espiritualidad religiosa y devoción. Sin embargo, en la tradición musulmana también es percibido como un mes de yihad y martirio, un mes en el que Alá otorga victorias militares a Sus creyentes. Fue durante Ramadán que los musulmanes triunfaron en muchas de sus batallas, entre ellas la Batalla de Badr en el 624 entre los partidarios de Mahoma y una caravana de mercaderes de la tribu Quraysh; la conquista de Meca en el 630 y de Andalucía en el año 711; la batalla de Al-Zallaqa en 1086, en el que los musulmanes españoles derrotaron a los castellanos cerca de la ciudad de Badajoz en la hoy frontera portuguesa y la guerra de 1973 (llamada La Guerra del Ramadán).

Dado el histórico significado religioso y militar del Ramadán, los grupos islamistas y yihadistas y a veces también las organizaciones árabes de corriente principal y los medios de comunicación árabes, incitan escalar el yihad y el martirio durante este mes. Mensajes, artículos y sermones son publicados con motivo del Ramadán y explican la conexión entre Ramadán y el yihad y a menudo enfatizan sobre los siguientes temas:

-El mandamiento del yihad, que es de suprema importancia en todo momento, asume una importancia aún mayor durante este mes sagrado y obtiene prioridad sobre todos los demás mandamientos.

– Existe una estrecha relación entre el ayuno y el yihad, ya que el primero es el yihad del alma, dirigido a restringir que peque, mientras que la segunda es el yihad contra los enemigos, destinado a prevenir que se propague la «corrupción» en el mundo. Por otra parte, el ayuno es un medio poderoso de preparar el alma para el yihad, es decir, el aprender por sí mismo la obediencia, la devoción, flexibilidad y resistencia, que son las virtudes del combatiente yihadista que le permiten vencer a sus enemigos. En Ramadán Alá les concede a los combatientes una fuerza especial, a pesar de – o más bien a través de la virtud de – su ayuno.

– Aquellos que obtienen el martirio durante el mes de Ramadán son doblemente recompensados en el Paraíso.

– Durante Ramadán, los musulmanes son especialmente agradecidos por proteger la santidad de los lugares sagrados musulmanes y hacer que los infieles no los «profanen» o amenacen.

Lo siguiente son extractos de una muestra de mensajes, artículos y sermones sobre este tema, publicados a través del mundo árabe desde el 2001 hasta el día de hoy, compilados de documentos anteriores en MEMRI.

Ex Gran Muftí egipcio: el Ramadán es el mes del yihad y las victorias

En un artículo publicado en el diario egipcio Al-Ahramen julio, 2012, el entonces muftí de Egipto ‘Ali Gum’a escribió que el Ramadán es y ha sido a lo largo de la historia musulmana, el mes en el que Alá ayuda a los musulmanes a prevalecer sobre sus enemigos y les otorga victorias poderosas. Este pasó revista a las conquistas de los musulmanes a través de toda la historia durante Ramadán.

«[A lo largo de la historia de] la civilización islámica, el Ramadán no ha sido sólo un mes de culto y de crecimiento hacia Alá el Todopoderoso, sino también un mes de acción y yihad destinado a difundir esta gran religión. Cuando el alma se hace más fuerte y el espíritu se eleva, afecta inevitablemente al cuerpo, que [también] se hace más fuerte – [ya que] el cuerpo es el espejo del alma. Es por eso, a lo largo de la historia [musulmana], que el Ramadán ha sido un mes de grandes conquistas, que fueron un factor importante en difundir el Islam, [con] su justicia y tolerancia, a través del mundo. Ramadán vio [muchos] acontecimientos que fueron hitos en la historia de la civilización islámica.

«En el Ramadán No. 22 del año 1 AH [623 CE], las brigadas del Profeta fueron enviados primero hacia adelante… Ramadán No. 17 del año 2 AH [624 CE] fue la gran batalla de Badr, en la que los musulmanes bajo el mando del Profeta derrotaron a los ejércitos infieles. En Ramadán No. 21 del año 8 AH [630 CE], el Mensajero de Alá conquistó Meca. [Esta] conquista fue el pináculo de los esfuerzos del Profeta y sus Compañeros en su da’wa islámico por la causa de Alá. Esta llevó el mensaje de soberanía islámica a la Península Arábiga donde, siguiendo el ejemplo [del Profeta], la gente [comenzó a] convertirse a la religión de Alá en grupos. En el Ramadán No. 8 en el año 9 AH [631 CE] se produjo la Batalla de Tabouk y el Profeta regresó de esta batalla en el Ramadán No. 26, habiendo recibido un gran apoyo de Alá.

«Luego de la muerte [de Mahoma], sus compañeros siguieron su ejemplo en difundir el da’wa y su era también, vio grandes conquistas islámicas durante el mes de Ramadán. En Ramadán No. 13, 15 AH [636 CE], el Emir de los Creyentes ‘Umar bin Jattab, llegó a Palestina después de librar duras batallas para conquistar Al-Sham [la Gran Siria]. Este recibió las llaves de la ciudad de Jerusalén y le concedió a su pueblo una carta magna de protección garantizándoles sus propiedades y vidas [y hoy] le pedimos a Alá que nos devuelva [Jerusalén] en su totalidad a los musulmanes. En Ramadán No. 1, 20 AH [641 CE], [también] en el período de ‘Umar bin Jattab, los musulmanes entraron en Egipto bajo el mando de ‘Umar Ibn Al-‘As, luego de que venciera al ejército de los opresores bizantinos.

«En Ramadán No. 6, 23 AH [644 CE], Muhammad ibn Al-Qasim derrotó a los ejércitos de la India cerca del Río Indus y conquistó el valle Indus. Fue al final de la era de Walid bin ‘Abd Al-Malik. La conquista de Al-Andalus comenzó el Ramadán No. 1, 91 AH [710 CE], cuando los musulmanes, bajo el mando de Tarif Ibn Malik Al-Berberi, [1] llegaron a su costa sur y conquistaron varias ciudades portuarias…

«El Ramadán también vio la victoria musulmana sobre el estado bizantino, en la Batalla de Amorium, bajo el mando del Califa ‘Abasíd Al-Mutasim. Atendiendo los gritos de sus hermanos musulmanes, este vino en su ayuda con un gran ejército y castigó al estado bizantino en el Ramadán No. 19, 223 AH [838 CE]. En Ramadán No. 25, 658 AH [1260 CE] se dio la batalla de ‘Ain Jalout, liderada por Muzaffar Sayf Al-Din. Alá el Todopoderoso les concedió a los musulmanes una victoria decisiva… que puso fin a la propagación de los mongoles y salvó a la civilización musulmana de la perdición…

«Ramadán No. 10 pasó a la historia como el día de la victoria, no sólo para los egipcios sino para toda la nación árabe y musulmana y permanecerá para siempre grabado en la memoria de todos los árabes y musulmanes. Este fue [el día de] la victoria del ejército egipcio sobre los israelíes en la guerra de 1973. El 6 de octubre, 1973 fue la batalla de Al-‘Ubour, en la que el ejército egipcio cruzó el Canal de Suez y, con la ayuda de Alá, retomó la península del Sinaí. Siglos antes de eso, el Ramadán No. 10, 648 (10 de diciembre, 1250), los musulmanes derrotaron a Luis IX en la batalla de Al-Mansoura, matando y capturando a muchos de sus soldados.

«Así pues, el mes de Ramadán ha pasado a la historia musulmana como el mes de la conquista; El mes en el que Alá el Todopoderoso quiso esparcir la luz del Islam, su moral y sus valores entre toda la humanidad». [2]

Conferencista de Al-Azhar Dr. Fuad Mukheimar: «El ayuno es un mandamiento continuo, hasta el Día del Juicio Final… y lo mismo es cierto para el yihad»

El clérigo egipcio y conferencista de Al-Azhar Dr. Fuad Mukheimar dedicó un artículo al tema del Ramadán en noviembre, 2001. En este, aclaró la relación entre el ayuno y el yihad: «La educación para el ayuno no se ha limitado a preparar a los musulmanes para la batalla e imbuirlos con el significado de la vida militar, sino que también incluyó el librar varias batallas honorables durante el mes de Ramadán – al punto en que este mes llegó a ser llamado ‘El Mes del Yihad’. La nación del Islam llegó a ser llamada ‘la combatiente nación del yihad’ y sus valores morales se llegaron a denominar ‘los valores de la guerra’…»

«El ayuno está estrechamente conectado al yihad en dos aspectos: Primero, la determinación y perseverancia hasta La Hora [del Día del Juicio Final] El ayuno es un mandamiento continuo, hasta el Día del Juicio Final… y lo mismo es cierto para el yihad, porque la sociedad musulmana necesita para defender [su] fe, su honor y su patria… el ayuno de la nación es [en sí] educación para la yihad y mientras la nación ayuna seguirá siendo combatiente yihadista».

«Segundo, el ayuno y el yihad están conectados [entre sí] en cuerpo, espíritu y alma. Con este fin, Alá ha establecido algunas batallas yihadistas para el mes del ayuno a fin de congregar al ejército de Alá…» [3]

Artículo en el portal de la Hermandad Musulmana: «Transformar el mes del ayuno en un campo de entrenamiento que les ayudará en el yihad cuando llegue el momento»

En un artículo de septiembre, 2012 publicado con motivo del Ramadán en el portal de la Hermandad Musulmana (HM), el miembro de la HM Hussein Shehata, conferencista de la Universidad Al-Azhar, elogió el yihad emprendido por los musulmanes en contra de sus enemigos alrededor del mundo: contra los judíos – «los descendientes de los monos y cerdos» – en Palestina, contra los estadounidenses en Irak, contra los rusos en Chechenia y contra los enemigos de los musulmanes en Cachemira, Bosnia, Eritrea y Somalia. También hizo hincapié en la similitud entre el que ayuna y el que emprende el yihad en el campo de batalla, e instó a los musulmanes a «transformar el mes del ayuno en un campo de entrenamiento que les ayude a [ellos] en el yihad cuando llegue el momento».

«El ayuno [durante Ramadán] es uno de los medios más poderosos para educar al espíritu humano para el yihad. El ayuno implica un esfuerzo espiritual de actuar de manera contraria a lo que es aceptado y abandonar por completo los deseos… también enseña a los musulmanes a tener paciencia, resistencia, dureza y sacrificio, que son todos rasgos del combatiente yihadista…

«Existen similitudes entre quien ayuna para complacer a Alá y el que emprende el yihad por Alá y mencionaremos algunos de ellos:

«1. La obediencia a Alá es el propósito de ambos…: Un musulmán ayuna por obediencia a Alá y de conformidad con su decreto… [Este] le pide a Alá que perdone sus pecados con la esperanza de ser liberado del infierno y alcance el Paraíso… Del mismo modo, el combatiente yihadista responde a la llamada de Alá para el yihad, con la esperanza de [lograr] la victoria o el martirio… El propósito de aquel que ayuna y de quien emprende el yihad es [uno y el mismo] – para complacer a Alá y ganarse el Paraíso.

«2. La devoción es un rasgo de ambos…: La devoción hacia Alá va incrustada en el propio acto del ayuno… Del mismo modo, el combatiente yihadista quiere complacer a Alá con el yihad, y no lo hace con el fin de ser percibido como valiente. El que ayuna y el que emprende el yihad ambos requieren un alto nivel de fe y temor hacia Alá…

«3. La paciencia es un rasgo de ambos…: El ayuno acostumbra al alma a confrontar el hambre y la sed con paciencia y retener los deseos – tanto así que el alma se vuelve inmune a la debilidad y más fuerte bajo presión… Similarmente, encontramos con que el combatiente yihadista es capaz de estar largas horas sin comida ni bebida mientras combate contra el enemigo. Al parecer, el ayuno entrena a un musulmán en resistencia y en tolerar las [dificultades]…

«4. El sacrificio es un rasgo de ambos…: Aquel que ayuna sacrifica el alimento, el beber, los deseos carnales y el dinero… Durante un ayuno, hay un sacrificio de cosas que el alma ama, con el fin de estar más cerca de Alá. De manera similar, el combatiente yihadista sacrifica su vida y su dinero por Alá. Sacrificar la vida, el dinero, el alimento, la bebida, y los deseos son rasgos de ambos… y son la base para la victoria sobre ambos los deseos carnales y los enemigos del Islam. El que no puede conquistar su propio deseo no puede vencer a sus enemigos.

«Ramadán es el mes de la victoria para aquellos que emprenden el yihad por Alá Ramadán ha visto las siguientes batallas, conquistas y victorias: La gran Batalla de Badr [624 CE],… la conquista de la Meca [630 CE],… la Batalla de Hattin [1187], la entrada de los musulmanes en Al-Andalus [Andalucía, 710 CE], la conquista de Constantinopla por Mahoma el Conquistador[4] [1453 CE] y la batalla de ‘Ein Jalut [1260 CE], en la que los musulmanes derrotaron a los mongoles…»

«Hacemos un llamado a los que ayunan, a los combatientes del yihad, para que liberen Jerusalén: ¡Oh musulmán que ayunas, que se sepa que tu último fin es responder al decreto de Alá Sé dedicado en tu ayuno y honesto con Alá y contigo mismo y no te detengas en hacerlo por Alá. Si actúas de este modo, llegaras al nivel de combatiente yihadista en términos de pago y recompensa. Toma esta oportunidad y acercarse a Alá con buenas obras…

«Ten presente, oh hermano que ayunas, que el yihad continúa hasta el Día del Juicio Final, y que el Día del Juicio no llegará hasta que los musulmanes combatan a los judíos, los derroten y liberen Jerusalén. Transformen el mes del ayuno en un campo de entrenamiento que hará ayudarle en el yihad cuando llegue el momento. Estén preparados, ya que las victorias de los musulmanes sobre sus enemigos se produjeron durante el mes de Ramadán, cuando los combatientes del yihad ayunaban…»

«Hacemos un llamado a los que ayunan… para recordarle a sus hermanos, aquellos que emprenden el yihad por la causa de Alá: en Palestina, contra los judíos, los descendientes de los monos y cerdos; en Irak, contra los estadounidenses, en Bosnia-Herzegovina, contra los cruzados serbios; en Chechenia, contra los rusos, en Cachemira, contra los hindúes idólatras; en Eritrea, contra los Habeshas Zoroastro; en Somalia, contra los estadounidenses arrogantes y por todas partes en [las tierras del] ummah islámico, contra aquellos que combaten contra los musulmanes.

«Le pedimos a Alá que reciba las almas de nuestros mártires, a fin de que liberen a nuestros prisioneros, rescatar a los que son arrestados por Su causa, a que acepten el yihad de aquellos que ayunan y dejarlos que conquisten sus deseos y a sus enemigos y hacer que se regocijen por la liberación de Jerusalén». [5]

Para ver el despacho en su totalidad en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador:http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/8632.htm


[1] Tarif Ibn Malik fue un comandante bereber bajo Tariq Ibn Ziyad, el prominente general Omeya que dirigió la conquista de Hispania. En julio 710 CE, Tariq envió a Tarif con una fuerza de 500 hombres para comenzar la conquista de Al-Andalus.

[2] Al-Ahram (Egipto), 29 de Julio, 2012.

[3] Lailatalqadr.com (Egipto), 21 de Noviembre, 2001.

[4] Mehmed II, Sultán del Imperio Otomano entre 1444-1446 y 1451-1481.

[5] Ikhwanonline.com, 27 de agosto, 2012

 
Comentarios
Eliseo Pardo

Considerar la própia inmolacion, como «ofrenda» al supuesto Di-s que se dice adorar, es como poco indicativo del nivel de perversidad existente en las súras del coran, y en la mente de los que tienen ese libro como referencia «espiritual» y nórma de «conducta» …
Mencionar a los judios en los términos aqui señalados, es ademas de injurioso, de una bajeza moral del todo incompatible con el caracter supuestamente «sagrado» del mismo …
Invocar el «martirio» la guerra y la íra, como «valores» a los que acogerse, releva como poco de una miseria espiritual cercana al patetismo …

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