Por Israel


Defendemos un ideal no a un gobierno
Síguenos en Facebook Twitter Twitter YouTube RSS Feed
| viernes abril 19, 2024

Jukat


A Moshé se le enseñan las leyes de la Vaca Roja, cuyas cenizas purifican a una persona que fue contaminada al ponerse en contacto con un cadáver.

Luego de 40 años de viajes a través del desierto, el pueblo de Israel arriba al desierto de Zin. Miriam fallece y el pueblo queda sediento de agua. Di-s dice a Moshe que hable a una piedra y le mande dar agua. Moshe se enoja con los rebeldes Israelitas y golpea la roca. Fluye agua, pero Moshe es informado por Di-s que ni el ni su hermano Aarón ingresarán a la Tierra Prometida.

Aarón fallece en Hor HaHar y su hijo, Elazar, lo sucede en el puesto de Sumo Sacerdote.

Serpientes venenosas atacan el campamento Israelita luego de otra erupción de descontento en la cual la gente habla contra Di-s y Moshé; Di-s manda a Moshé colocar una serpiente de cobre sobre un palo alto, y todo el que observe hacia lo alto será curado. El pueblo canta una canción en honor al pozo milagroso que les proveyó agua en el desierto.

Moshe lidera al pueblo en las batallas contra los reyes Emoritas Sijón y Og (que buscan impedir el paso del Pueblo Israelita por sus territorios) y conquista sus tierras, que se encuentran al este del río Jordán.

EL SACRIFICIO DE MOSHÉ Y AARON

Es bien sabido que ninguno de los actos de Moshé y Aarón se apartaba de las instrucciones de Di-s. Es por ello que resulta extraño que en lugar de hablarle a la roca, la golpeara para extraer agua de la misma, acto que trajo aparejado que ambos perecieran en el desierto.

Hay muchas explicaciones para esto, pero la que más se adapta a la forma de ser de Moshé y Aarón es la siguiente: Ambos sabían que en el futuro se produciría la Resurrección de los Muertos y cada generación entraría a la Tierra de Israel con sus dirigentes a la cabeza. Los dirigentes naturales de la Generación del Desierto eran Moshé, Aaron y Miriam. Los tres debieron elegir entre ehntrar a la Tioerra de Israel en ese momento y abandonar a la generación que había salido de Egiopto o sacrificarse, morir en el desierto y, al producirse la Resurrección de los Muertos, entrar a la Tierra Prometida al frente de esa generación… Y ellos no vacilaron, la Generación del Desierto no podía quedar huérfana de dirigentes en el futuro.

¡QUE LECCION PARA LOS DIRIGENTES DE NUESTRA EPOCA!

Los tres amores –el amor a Di-s, el amor a la Torá y el amor al prójimo– son en realidad uno solo. (El Baal Shem Tov)

Guimel Tamuz 1994

(Este Shabat 9 de julio se cumple 22 años del ascenso del alma del Rebe de Lubavitch Ztz´´L. Que en las alturas donde ahora se encuentra sea un defensor ante el Creador del Pueblo de Israel)

En la tarde del lunes (2 de marzo de 1992), mientras oraba ante la tumba de su suegro y predecesor, el Rebe sufrió un ataque que paralizó su costado derecho, y lo más grave, le quitó la capacidad de hablar.

Dos años y tres meses después, a primera hora de la mañana del 3 de Tamuz de 5754 (12 de junio de 1994), el alma del Rebe ascendió a las alturas, dejando huérfana a una generación.

Luz y oscuridad

Por Yanki Tauber

 

(Este Shabat 9 de julio se cumple 22 años del ascenso del alma del Rebe de Lubavitch Ztz´´L

Durante 92 años el Rebe vivio en nuestro medio, y virtualmente cada charla que dio, cada letra que escribió y cada directiva que emitió, el tema, el saludo final y la meta era la venida de Mashiaj y el logro de la Redención.

Éste era el objetivo del Rebe en cada programa que lanzaba, cada acción, cada comunidad que fundaba: un mundo desprovisto de odio y codicia, un mundo libre de sufrimiento y peleas, un mundo inmerso en la sabiduría y la bondad de su Creador. Nada menos.

La idea de una redención universal, anunciada por un líder mundial llamado Mashiaj (el ungido) es un principio básico de la fe judía. El judío cree que el mundo que G‑d creó posee el potencial para reflejar la bondad infinita y la perfección de su Creador. Y el judío cree que la realización de esta meta es el propósito por lo cual su alma ha sido investido dentro de un cuerpo físico y traído a la vida en esta tierra.

El Rebe citaba a menudo al gran sabio judío Maimónides, que dijo hace más de 800 años: un solo acto, una sola palabra, incluso un solo pensamiento, tiene el poder para inclinar la balanza y traer la redención al mundo.

El Rebe explicó: la naturaleza esencial de nuestro mundo es perfecta y buena, cada buena acción nuestra real y duradera; cada cosa negativa es simplemente eso–un fenómeno negativo, un vacío esperando ser disipado. De ahí la ecuación común de bien y mal con luz y oscuridad. La oscuridad, no importa qué tan siniestra e intimidante sea, es meramente la ausencia de luz. La luz no necesita del combate y dominar la oscuridad para disiparla–donde hay luz, no hay oscuridad. Una chispa de luz, por consiguiente, hará desaparecer la oscuridad de un cuarto.

No importa cuán oscuro pueda parece o sentirse el mundo, la luz está solamente a un acto de distancia.

El Rebe vio esto y nos impartió esta visión. Si nuestros ojos a esta realidad, traeremos la redención al mundo. HOY. (www.es.chabad.org)

Si ves algo que necesita ser reparado y sabes cómo repararlo, entonces has encontrado una parte en el mundo que Di-s ha dejado para que tu la perfecciones.

Pero si sólo ves lo que está mal y lo que es feo, entonces eres tú mismo quién necesita reparación. (El Rebe de Lubavitch)

 
Comentarios

Aún no hay comentarios.

Deja un comentario

Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.

¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.