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| viernes abril 19, 2024

Rusia y la confrontación Israel-Siria-Irán


El 11 de febrero, 2018 Israel realizó múltiples ataques aéreos contra objetivos sirio-iraníes en Siria en respuesta al derribo de un avión de combate F-16 israelí dentro de territorio israelí tras la infiltración de un aparato aéreo teledirigido (drone) iraní. La leve reacción por parte de Moscú a estos eventos refleja su deseo de mantener su cooperación tanto con Teherán como con Jerusalén.

A los políticos rusos se les ha visto sorprendentemente mudos ante los ataques aéreos israelíes en Siria que tuvieron lugar el 11 de febrero. Nada notable se ha dicho más allá de una declaración oficial de la cancillería rusa instando a todas las partes a mostrar moderación y evitar acciones que pudieran conducir a más complicaciones.

La tranquilidad refleja la dura postura del Kremlin. Moscú ha cooperado estrechamente con ambos Israel e Irán en los últimos años, por lo tanto, no está en una posición de elegir parcializarse inequívocamente. Tal como lo dijo Irina Zvyagelskaya, miembro del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias Rusa: “La situación de Rusia es difícil ya que nuestro país tiene buenas relaciones con Irán e Israel, en la que ambos comparten profundas diferencias”.

Otros comentaristas políticos dicen que de hecho nada nuevo ha ocurrido, ya que Israel siempre ha prometido destruir las edificaciones militares cerca de sus fronteras. La acción fue totalmente previsible, estos argumentan, en vista de los comentarios del Primer Ministro israelí Netanyahu durante su visita a Moscú a finales de enero.

Al mismo tiempo, muchos rusos se preguntan hasta qué punto el Kremlin permitirá que Israel continúe llevando a cabo ataques preventivos en suelo sirio. El incidente sugirió que un enfrentamiento militar sirio-israelí pudiera convertirse en una situación seria que podría salirse del control ruso. Esto es preocupante para los rusos, ya que estos desean mantener el equilibrio en Siria.

A un nivel más amplio, el último incidente muestra cuán ineficientes se han vuelto los esfuerzos rusos para mantener una postura dominante en el campo de batalla sirio. La operación turca en Afrin, al norte del país, dejó en claro que Moscú no puede impedir el crecimiento de la influencia de Ankara. Las fuerzas de poder iraníes están ahora muy cerca de la frontera israelí y Rusia no logró nada significativo sobre este aspecto en la Conferencia de Sochi a finales de enero.

Los comentarios en los medios de comunicación rusos sugieren que, estratégicamente hablando, Rusia no desea que Israel, un actor poderoso, ingrese al campo de batalla sirio ya de por sí abarrotado de protagonistas. Esto es particularmente cierto debido a que Moscú está trabajando ya para consolidar sus posiciones luego de importantes victorias militares. Una profunda participación israelí pudiera desentramar el papel dominante de Rusia en Siria.

Al mismo tiempo, sugerencias en los medios de comunicación rusos en los últimos días apuntan hacia un escenario interesante en el que la participación israelí en Siria obliga a Rusia a declarar abiertamente una estrategia pro-iraní. Hasta este punto, Moscú siempre ha intentado, al menos oficialmente, cooperar con ambos países.

Alternativamente, algunos expertos rusos conjeturan que debido a que a Moscú le preocupa que su principal aliado, Irán, pueda aprovechar la oportunidad estratégica a través de sus grupos agentes proxy y aumente su influencia en Siria, el Kremlin pudiera darle la bienvenida, si no al compromiso total de Israel en Siria, al menos a algunas acciones que limiten el poder de Teherán.

En una reunión el 30 de enero con el Presidente ruso Putin en Moscú, justo unos días antes del incidente, Netanyahu dijo, “lo más importante es que nos aseguremos que nos comprendamos unos a otros y que no nos derribemos mutuamente nuestros aviones”. De hecho, en los últimos dos días, algunos analistas rusos han planteado la idea de que la participación de Israel en el conflicto sirio se limitará únicamente a mantener su propia seguridad a lo largo de sus fronteras. En general, el tono de los medios de comunicación rusos hacia las acciones de Israel ha sido neutral, sin dejar de ser eminentemente evasivos respecto a las acciones por parte de Irán.

Considerando los imperativos de seguridad de Israel, es discutible que la intervención israelí era de esperarse. Teherán está sacándole el máximo provecho al caos sirio. Es probable que Israel tenga que responder nuevamente, incluso si los Altos del Golán no estuviesen directamente amenazados. Como no existen otras declaraciones oficiales de funcionarios rusos, ni filtraciones directas de seguridad del gobierno en los principales diarios rusos tales como Kommersant, Izvestia y otros, será importante observar la postura de Moscú. Al igual que la mayoría de actores en Siria, los rusos no les darán la bienvenida a actores adicionales en el país. Sin embargo, el Kremlin no podrá evitar una posible mayor participación israelí en Siria.

 

***Emil Avdaliani enseña historia y relaciones internacionales en Tbilisi State University y en Ilia State University. Ha trabajado para varias empresas internacionales de consultoría y actualmente publica artículos centrados en desarrollos militares y políticos a través de todo el ex-espacio aéreo soviético.

Traducido por Hatzad hasheni

 
Comentarios

No tengo yo muy claro que Rusia tomase parte a favor de algún pais musulmán en el caso de una confrontación directa con Israel.

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