Desde el 2006 Jibril Rajoub ha estado dirigiendo la Federación de Fútbol Palestina y el Comité Olímpico Palestino. Este individuo, conocido por su fanatismo, desde que ocupa esos cargos se ha dedicado a perseguir a nivel internacional a Israel en el área deportiva.
Párale el mensaje de unión y fraternidad que portan las Olimpíadas y los torneos mundiales son sólo letra muerta.
Y muchas veces para lograr sus fines recurre a amenazas.
¿A qué viene esta introducción?
Desde 1986 la selección argentina de fútbol acostumbra jugar su último partido amistoso antes de cada mundial con la selección israelí en Israel
Pero este año Rajoub lanzó una campaña para que este partido no se realizara.
Manifestaciones, cartas de niños a Messi, quema de banderas y camisetas, y, por último, amenazas al mejor estilo mafioso. Y ante esto la selección argentina sucumbió a la presión.
No voy a juzgar a los jugadores, después de todo tienen familia y temen por la seguridad de la misma (muchas de las amenazas fueron dirigidas contra las familias).
Tampoco voy a juzgar a las autoridades de la AFA, que tienen la obligación de velar por los jugadores.
Ni siquiera el gobierno argentino es responsable de esto.
En realidad toda la responsabilidad recae sobre la FIFA, que sabiendo los manejos de Rajoub desde el 2006 no ha actuado suspendiendo a la Federación Palestina por actuar en contra del reglamento del ente internacional.
Argentina no va a jugar en Israel. Más de 8 millones de israelíes han visto frustrado su deseo de ver jugar a su ídolo Messi. La AFA deberá reintegrar el dinero cobrado con anticipación, como así también el dinero de las localidades vendidas y la correspondiente indemnización.
Mientras tanto, en las sombras de su guarida Jibril Rajoub se restriega las manos, satisfecho. Otra vez la metodología gangsteril de la amenaza ha tenido éxito
Otra vez triunfó la oferta irresistible
LA CARA DE ESTE TIPO MUESTRAN EL TERRORISMO Y PERO LA FIFA DEBE HACER LO QUE LE CORRESPONDE RETIRAR A LO PALESTNOS DE LA ORGANIZACIÓN. SHALOM