En coyunturas críticas, se debe esperar que un liderazgo nacional defienda el derecho soberano de su país a perseguir sus propios intereses vitales, incluso ante la fuerte presión internacional. Existe una brecha básica entre la soberanía como idea y la soberanía tal como se ejerce prácticamente. Como una proyección de la soberanía de Dios, que representa un gobierno absoluto e ilimitado, desde tiempos inmemoriales los autócratas han tratado de convertirse en gobernantes supremos e inexpugnables. El advenimiento del nacionalismo y el estado moderno ...