En lo profundo del bosque no sólo cantan, tímidos, algunos pájaros. También se arrastra el ciempiés y duermen las larvas de las futuras mariposas del color mismo de la tierra. En lo profundo del bosque, antes que Ori y hace siglos, meditaron profetas y enamorados. Buscadores de palabras y coleccionistas de musgos, maestros y niños. Ori Ansbacher, adolescente y cándida, pisó la hojarasca al entrar y oyó el placer de las agujas de pino, la voz casi inaudible del pedregullo, ...