El presidente Donald Trump finalizó su visita a Israel. Las expectativas de la misma no se saben aún si fueron cumplidas. Ojalá su estilo imponente haya servido para relanzar de alguna forma un proceso de paz sumido en el marasmo propio de quienes no quieren reconocer la existencia de un estado judío, ni el derecho de los judíos a un estado. Pero quizás, por circunstancias que no acertemos a inferir, algo se reactive. El presidente americano fue cauteloso. Protocolo impecable, al ...