Una ola antisemita se propaga por todo el mundo, incluso en aquellos lugares en los cuales casi nunca escuchamos ataques a judíos como Australia. Me asusta a primera vista. Temo por la integridad física y la vida de mis hermanos judíos, de mis hermanos israelíes en la diáspora, temo por nuestra economía que será boicoteada dentro de poco en gran medida. Y acepto que temo que no podamos pasear por el mundo sin ocultar celosamente nuestra identidad. Me satisface una ...