Sal Emergui Sal Emergui | Jerusalén Un año después de volver a nacer, Gilad Shalit rompe su silencio. "El secreto fue mantener la rutina. No quedarse tirado sin hacer nada. Así que, excepto al principio que me fue muy duro, estuve activo y haciendo las mismas cosas cada día. Levantarme e irme a dormir más o menos a la misma hora. Seguía las fechas, al final no hubo momento en el que no sabía qué día era. Después, aprendí a saber las ...