Produce una enorme tristeza constatar que a la mayoría de los ortodoxos de Israel no les importa nada la salud de sus connacionales. Una y otra vez, sin dar el brazo a torcer ante leyes o restricciones cívicas sin duda necesarias en esta hora de pandemia y enfermedad, insisten en reunirse, aglomerarse y pasarse de la raya. Ya sea en bodas gigantescas o sepelios masivos. Cuando Freud anotó que la religión poseía rasgos de neurosis obsesiva, tenía razón en un ...