Desde hace tiempo - más de cinco años - perdimos muchos de los valores de nuestra vida, aquéllos sobre los cuales existimos. Dejamos que cualquier estupidez burbujee dentro nuestro, y de cada mentira hacemos una verdad absoluta. Al final de cuentas, la cara de nuestra dirigencia es nuestra propia cara. Si a alguien le conviene mirarse al espejo, entenderlo e interiorizarlo, es a nosotros mismos. Las guerras son el parámetro y la demostración de las cosas que perdimos, otro reflejo de ...