Expulsion de los judios españoles
El Guionista Supremo incrustó patrones repetitivos a lo largo de la historia. Un lugar donde se pueden observar estos patrones es en la turbulenta historia de los judíos de España.
El pueblo judío introdujo en el mundo la idea transformadora de un Dios que actúa en la historia. Las implicaciones de esto son enormes. Significa que la historia no es aleatoria ni interminable. Existe una trama general, con un principio y un final, y un Guionista, Productor y Director que controla la narrativa.
Curiosamente, el Guionista Supremo también incrustó patrones repetitivos a lo largo de la historia. Un lugar donde se puede ver cómo se desarrollan estos patrones es la increíble montaña rusa que es la historia de los judíos de España.
La dramática expansión de la población judía
Los judíos vivieron en España desde la época del Imperio Romano y posiblemente desde antes, pero la población era insignificante. Esto cambió drásticamente en el año 711 EC cuando la dinastía musulmana omeya conquistó España de los visigodos cristianos. Los judíos los siguieron poco después, asentándose en España. Desde la perspectiva judía del siglo VIII, España era un puesto avanzado en los confines del mundo, lejos del centro del mundo judío, que era Babilonia, hoy conocida como Iraq
Los judíos ocuparon puestos importantes en el gobierno, la economía y la academia. En este período surgieron figuras prominentes, como Shmuel HaNaguid, rabino, poeta, diplomático y comandante del ejército musulmán de Córdoba; Maimónides, el gran rabino, médico y filósofo; Iehudá HaLevi, influyente erudito, poeta y filósofo; y Hasdai ibn Shaprut, médico y erudito.
Durante esta era, la población judía en España creció considerablemente, con estimaciones que sugieren que para el siglo XIV había alrededor de 500.000 judíos en la región, aproximadamente el 25% de la población judía mundial estimada en ese momento. Esta vibrante comunidad contribuyó al desarrollo de una cultura judeo-arábiga única, produciendo obras de filosofía, poesía, medicina y ciencia que fueron altamente valoradas y muy influyentes en todo el mundo mediterráneo. Lo que comenzó como un puesto avanzado judío se convirtió en la comunidad judía más grande, exitosa e influyente del mundo. La periferia se convirtió en el centro.
Esta expansión dramática de la población judía es el primer patrón general de la historia judía. A lo largo del tiempo, los centros del mundo judío cambian drásticamente en un período relativamente corto. Lo que comienza como un desierto florece en un jardín. Lo vemos al principio del Libro del Éxodo cuando la familia de Iaakov migra a Egipto y se convierte en una nación próspera en pocos siglos. Lo vemos en Europa Oriental entre los siglos XV y XX, y en Israel desde 1900, cuando el 0,5% de los judíos del mundo vivían en Palestina, hasta 2025, cuando se estima que el 50% de la población judía mundial vive en Israel.
Bendeciré a los que te bendigan
Un segundo patrón revelado en la historia de España tiene sus raíces en lo que Dios le dijo a Abraham: “…y serás una bendición. Y bendeciré a los que te bendigan” (Génesis 12:2-3). Dar a los judíos libertad irrestricta para vivir, prosperar y ser productivos dentro de una comunidad mayor es sumamente beneficioso para el país anfitrión. Vemos este patrón en la historia de Itzjak y los filisteos en Génesis 26:28, en España antes de la expulsión en 1492, y en Alemania antes del Holocausto, donde los judíos (que constituían solo el 0,6% de la población) tuvieron un papel desproporcionado en la cultura, la economía y los logros científicos alemanes, haciendo que Alemania fuera el país con más Premios Nobel en el mundo hasta la promulgación de las leyes antijudías de Núremberg en 1935.
A pesar de constituir solo el 2% de la población de los Estados Unidos, los judíos estadounidenses están sobrerrepresentados en diversos campos profesionales. Aproximadamente el 20% de todos los estadounidenses que ganaron el Premio Nobel son judíos.
Este patrón continúa hoy en día en los Estados Unidos, la comunidad judía de la diáspora más grande del mundo. A pesar de ser solo el 2% de la población, los judíos están muy presentes en sectores como derecho, medicina, finanzas y academia, siendo responsables de alrededor del 20% de los premios Nobel otorgados a estadounidenses, testimonio de su profundo impacto en la innovación y la investigación.
Explosión del antisemitismo
La Edad de Oro de los judíos en España no duró. A mediados del siglo XI, Al-Ándalus fue conquistada por el más fanático e intolerante Imperio almohade bereber del norte de África, y la situación para los no musulmanes en España deterioró rápidamente. Muchos judíos, incluida la familia de Maimónides, eligieron huir. La reconquista cristiana de España, también conocida como la Reconquista, comenzó poco después de la conquista musulmana original en el año 711 y fue reduciendo el territorio musulmán a una pequeña zona del sur de España. Esta reconquista trajo consigo una creciente intolerancia y violencia abierta contra los judíos. A fines del siglo XIV creció el sentimiento antijudío, que culminó en violentos pogromos. El más notable ocurrió en Castilla en 1391, con un saldo de 50.000 judíos asesinados y alrededor de 200.000 conversiones forzadas: la mitad de la población judía estimada de la época.
El fenómeno de las conversiones forzadas creó un nuevo grupo conocido como “conversos” o “cristianos nuevos”. Estos conversos enfrentaban a menudo sospechas y discriminación, acusados de practicar secretamente el judaísmo. La tensión que rodeaba a estos conversos contribuyó al clima de miedo que caracterizó la experiencia judía en la España medieval.
El siglo XV agravó aún más estos problemas. En 1478, los Reyes Católicos Fernando e Isabel establecieron la Inquisición Española para hacer cumplir la ortodoxia católica. La comunidad de conversos era su principal objetivo, lo que llevó al miedo generalizado y al caos social. Se estima que miles fueron procesados, muchos encarcelados, torturados o ejecutados.

La inquisición española
El clímax de este período trágico llegó en 1492, un año decisivo en la historia de España, cuando cayó Granada, el último bastión musulmán. El Decreto de la Alhambra, emitido el 31 de marzo, ordenó la expulsión de todos los judíos que se negaran a convertirse al cristianismo antes del 31 de julio. Esta orden obligó a unos 200.000 judíos a abandonar España, provocando un éxodo masivo que dispersó a la población judía por Europa y el Mediterráneo, incluidos unos 70.000 judíos que huyeron al Imperio otomano en el Mediterráneo oriental, que incluía la Tierra de Israel. Se rumorea que el sultán Bayezid II dijo: “Me dicen que el rey Fernando de España es un hombre sabio, pero es un necio. Toma todo su tesoro (los judíos) y me lo envía a mí”.
El trágico final de esta historia revela otro patrón clave en la historia judía: las mayores explosiones de antisemitismo ocurren a menudo en los países donde los judíos están más cómodos, integrados y tienen éxito. Justo cuando parece que el judío errante ha encontrado finalmente un hogar, es sorprendido por un odio y una persecución intensa. Esta es la historia de los judíos en Egipto antes del Éxodo, en España antes de 1492, en Polonia antes de las masacres de Khmelnitsky (1648-1649), y en Alemania antes de 1933.
El patrón histórico normal es que, a medida que una minoría inmigrante se acomoda en un país, se va asimilando gradualmente. A medida que desaparecen las diferencias entre la minoría y la mayoría, también lo hacen el prejuicio, el odio o la discriminación… hasta que la minoría se asimila completamente. Este patrón se aplica a todos los grupos, excepto a los judíos, y Estados Unidos es otro ejemplo. A pesar de que la gran mayoría de los judíos estadounidenses descienden de inmigrantes que llegaron hace más de 100 años y están bien integrados, el 2% de la población judía es blanco del 55-60% de todos los crímenes de odio religioso en EE.UU., y el antisemitismo está creciendo exponencialmente.
La cura antes que la enfermedad
El epílogo fascinante de esta historia es el viaje de Colón, financiado por la reina Isabel de España, que comenzó el 3 de agosto de 1492, pocos días después de la expulsión de los judíos de España. Cristóbal Colón, quien posiblemente tenía ascendencia judía, buscaba una ruta marítima occidental hacia el Lejano Oriente. En su lugar, descubrió América, desembarcando en una isla de las Bahamas el 12 de octubre de 1492. Su viaje marcó el inicio de la exploración y colonización europea de América. Este descubrimiento también abrió un nuevo refugio para los judíos que huían de la persecución religiosa en España y Portugal.
Este último capítulo ilustra dos patrones muy importantes en la historia. Así como Dios le dijo a Abraham: “Y bendeciré a los que te bendigan”, el versículo concluye con: “y maldeciré a los que te maldigan.” En pocas palabras, las naciones que tratan bien a los judíos prosperan, y las que los maltratan, sufren. En muchos casos, algunas naciones experimentarán tanto bendiciones como maldiciones. Tras descubrir el Nuevo Mundo, España debería haberse convertido en el país más rico del mundo, sin embargo, el gobierno español se declaró en bancarrota tres veces en el siglo XVI, mientras que el Imperio Otomano se convirtió en una superpotencia.
Cuando todo parece perdido y una puerta se cierra de golpe, otra se abre.
El patrón final se basa en la afirmación talmúdica de que “Dios crea la cura antes que la enfermedad.” El pueblo judío nunca llega a un callejón sin salida; cuando todo parece perdido y una puerta se cierra, otra se abre. El trágico final de la mayor comunidad judía medieval de la diáspora en España abrió la puerta para lo que, siglos después, se convertiría en la mayor de todas las comunidades judías de la diáspora: la de Norteamérica.
Miles de años de historia han demostrado la concepción judía de la historia como una narrativa escrita con reglas y patrones. Y esta historia no es interminable; tiene un destino final (la tradición judía sostiene que hay un máximo de 6.000 años para la duración de la historia, y estamos en el año 5785). A medida que nos acercamos al final de Su-historia, haríamos bien en prestar atención a estos patrones y actuar en consecuencia para asegurar el viaje más suave posible hacia la meta final.


















Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.