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| viernes abril 26, 2024

Terrorismo, bodas y televisión. La vida de los liberados con el trato por Shalit


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¿Dónde está Gilad Shalit?.Difícil perderlo de vista.

En la playa, paseando en bicicleta, en el Palacio Eliseo, en un juego de la NBA, en un partido de tenis, en lo del Primer Ministro, en el partido de Macabi Tel Aviv, o en un pub en Tel Aviv. Dentro de poco en la boda de su hermano. Pero, ¿Dónde están los 1027 terroristas liberados por medio del trato para su restitución? Medio año transcurrió desde el trato por Shalit y los liberados, entre ellos, muchos asesinos, intentan encontrar su rumbo: parte, retornando al camino del terror, otros en sus intentos por volver a la vida normal; parte utiliza los años de prisión como salto a la carrera política e, incluso, una a la fama en la televisión.

 

Meses después de la euforia, las ceremonias y saludos quedaron en el pasado. Pareciera que la realidad golpea en el rostro de la mayoría de los liberados por el trato. De los 1000, 40 fueron expulsados al exterior, 163 a la Franja de Gaza, 7 fueron detenidos, otra vez, desde su liberación a Cisjordania. Los expulsados a Gaza, por ejemplo, fueron recibidos con honores de soberanos. El gobierno de Hamas realizó, en su honor, una ceremonia de bienvenida masiva, les otorgó a cada uno 2000 dólares, los alojó en un hotel spa sobre las costas de Gaza a fin de facilitarles un aterrizaje lento y garantizó ayuda en la búsqueda de un lugar de residencia. En el presente, los prisioneros liberados en la Franja protestan porque se ven en dificultades para encontrarse con sus familiares en Cisjordania. Cada familiar de un prisionero expulsado a la Franja, se ve obligado a atravesar Cisjordania hacia Jordania y, de allí, pasar a Egipto ingresando, luego, a la Franja a través del Cruce Rafiah. «El aislamiento de los prisioneros de sus familias, constituye un castigo que les pesa en la vida y les da sensación de alienación», dice Omar Al Rahman, jefe de la comisión de prisioneros liberados de Hamas. Según su argumento, 25 prisioneros, que fueron liberados a Gaza, aún no se reunieron con sus familias hasta hoy.

 

A pesar del cálido abrazo, del que fueron objeto los prisioneros liberados, pareciera que – hacia alguno de ellos – Hamas tuviera cierto recelo. Hace poco se escucharon rumores en Cisjordania y la Franja sobre que, los servicios de seguridad de Hamas, revisan las sospechas y los servicios lograron incorporar a parte de los prisioneros (aún durante su permanencia en la prisión de Israel) para que sirvan como sus agentes. Las sospechas de los servicios de seguridad de Hamas se dirigen, en especial, hacia el pasado de los prisioneros que fueron autorizados a retornar a sus hogares en Cisjordania y no fueron expulsados a Gaza. El enojo de los prisioneros en Gaza no se orienta solo hacia Israel sino también a la Autoridad Palestina.

 

La lucha interna palestina queda expresada en relación a los «héroes» de la cárcel israelí. La Autoridad discrimina entre los prisioneros que pertenecen a Hamas y la Jihad Islámica y aquellos que se asocian a los movimientos dentro de la OLP. La Autoridad se niega a incorporar al trabajo en sus instituciones a prisioneros del primer grupo y ayuda a los identificados con la OLP, con un sueldo mensual de 500 dólares. La Autoridad redujo a la mitad el sueldo de parte de los prisioneros que estuvieron, durante años, en la cárcel. Y por ello, se ven enfrentados a problemas económicos. La Autoridad Palestina no esconde el hecho que se preocupa más por los liberados identificados con los «Frentes adecuados». Un ejemplo es la designación de Mahmoud Damra, que fuera comandante de la «Fuerza 17» en la época de Yasser Arafat y que es asesor del presidente en asuntos provinciales. Damra fue detenido en 2006 por su honda intervención en atentados y por la orientación de grupos que asesinaron a israelíes. Fue liberado en la primera parte del trato por Shalit.

 

En el clima hostil entre los dos movimientos, el gobierno de Hamas no saca su mano del plato. «El movimiento Hamas se enfoca en la ayuda a sus prisioneros liberados y colabora con ellos, mientras los prisioneros liberados de Fatah no reciben ni un cuarto de su atención», acusa Chris al- Bandak, ex activista de las Brigadas de Al Aksa de Belén, detenido después de disparar hacia el barrio de Gilo en Jerusalem durante la Segunda Intifada y expulsado a la Franja de Gaza.

 

En Israel continúan – todo lo posible – con el seguimiento riguroso. Una fuente destacada dijo que a las FDI le atemorizan decenas de liberados, en un nivel de sospechas, por atentados. De 96 terroristas liberados en Judea y Samaria en la primera y más «pesada» etapa del trato, sobre 5 se impusieron condiciones limitadas según las cuales cualquier falta que puedan cometer, para cuyo castigo la ley determina más de tres meses de prisión, los llevará de nuevo a la cárcel. Además, ellos deberán cumplir todo el período de condena que se fije.

 

Siete de los liberados fueron detenidos en los últimos meses. Una de ellas es Hana Shalabi, activista de la Jihad Islámica, liberada a su hogar en la aldea junto a Jenin y transcurrido corto tiempo, detenida por información que la vinculaba a actividades terroristas. Fue conocida por su huelga de hambre de 43 días, hasta que se llegó a un acuerdo según el cual sería liberada y expulsada a Gaza.

 

Según la estadística del ejército, alrededor de 40% de los liberados en los tratos anteriores retornaron a su ruta terrorista. El principal despertar de los organismos terroristas en Judea y Samaria (desde la concreción del trato) se basa en intenciones de secuestrar soldados, mientras solo en el últimos período, los servicios de seguridad palestinos frustraron dos intentos de atentados con disparos y secuestro a fin de ser llevados a cabo en la zona de Nablus y Qalqilya.

 

Entre los principales prisioneros liberados por el trato de Shalit, están aquellos que orientan sus ojos a la política. Yahye Sinour y Roji Moushtah, dos de los fundadores del brazo militar de Hamas, las Brigadas de Al Qassam, involucrados en el secuestro de Nachshon Waxman. Sinour y Moushtah, señalados por la conducción de Hamas como líderes políticos potenciales del movimiento, obtuvieron un gran honor cuando el Primer Ministro de Hamas, Ismail Haniyeh, los incorporó a su campaña en una visita que hiciera en febrero a los países del Golfo e Irán.

 

El próximo mes, Hamas celebrará nuevas elecciones para su Consejo de Shura y su aparato político. La competencia en la conducción de la Franja de Gaza no sería sencilla por el hecho que muchos de los prisioneros liberados participarán en las elecciones. Las estimaciones indican que obtendrían fuerte apoyo y así podrían ingresar dentro del sistema de decisiones del movimiento. Sinour y Moushtah aprovecharán según parece, esa oportunidad, para introducirse en la conducción dirigente e influir en el cambio en las relaciones de fuerzas en su interior.

 

Los prisioneros, considerados como símbolos de la liberación y que no esperan la carrera política, obtuvieron grandes honores de ese tipo. Quizás la más famosa, es Amina Mouna, responsable del secuestro y asesinato del joven Ofir Rachum. Ella se negó a ingresar a la Franja de Gaza con el resto de los prisioneros. Mouna, quien fuera «líder de las prisioneras» en la cárcel, manejaba í un régimen de terror y, en Israel, estiman que las familias de las presas en Gaza podían vengarse de ella por los casos de violencia. Finalmente, fue acordado su traslado a Egipto y desde allí fue expulsada, con otros prisioneros, a Turquía. No se sabe mucho de los pasos de Mouna en la tierra de Erdogan, pero en el último diciembre se reunió con el Presidente de la Autoridad, Abu Mazen. Le dedicó un encuentro, a solas, como parte de la reunión con 11 liberados expulsados a Turquía, en un paso que despertó fuertes críticas por parte del Primer Ministro Netanyahu. También Jihad Yagmour, uno de los secuestradores de Waxman estuvo allí y, por parte de la Autoridad un miembro del Comité Central de Fatah, Jibril Rajoub.

 

Entre otros expulsados, parece que los muchos años en la cárcel israelí provocaron apuro por casarse. Hacia Qatar fueron expulsados 15 terroristas y no menos de 13 se casaron, el mes pasado, juntos en una ceremonia que conto con presencia del jefe político de Hamas, Khaled Meshal y el embajador palestino en el país. El día de la boda, los 13 liberados tuvieron su «mimo» organizado por las familias palestinas en Qatar. Una gran parte de ellos retornaron tras la boda a sus cómodas vidas, donde estudian en las universidades y gozan de apoyo financiero pleno por parte del afortunado país. Meshal mismo intenta, en estos meses últimos, preocuparse por el bienestar de los prisioneros expulsados. A veces parece que hace un paso más para demostrar su voluntad de ayuda. Un miembro del brazo político de Hamas, Izat Rishak, considerado allegado a Meshal, contó que el jefe político decidió tomar la función de casamentero. Pidió la mano de una joven palestina, perteneciente a una conocida familia en Ammán, de origen jerosolemitano, para Majed Abu Macatitch, asesino del policía Nissim Toledano, condenado a 3 cadenas perpetuas y expulsado a Turquía. La joven aceptó la propuesta del casamentero y ambos se preparan para la fecha de su próxima boda.

 

Ahlam Tamimi, la terrorista que transportó al suicida que perpetrara el atentado en el Restaurante Sbarro en Jerusalem y provocara la muerte de 15 personas, inició la carrera televisiva. La red de televisión Al Quds, identificada con Hamas, la incorporó desde su lugar de residencia en Jordania para el rol de presentadora de un programa semanal destinado, como era previsible, a los prisioneros detenidos en Israel y liberados palestinos. Su primer programa en el canal, Tamimi lo abrió con saludos a los prisioneros liberados por el Trato de Shalit. En uno de los programas entrevistó a Saleh Ali Alomari, dirigente de Hamas que fuera participe de la negociación compleja mantenida por el movimiento con Israel con mediación de Egipto. Alomari destacó, durante la entrevista, que «el único camino para liberar a nuestros prisioneros y prisioneras de la cárcel, es por medio de la resistencia, secuestros e intercambio de rehenes». Llamó a las fracciones palestinas a secuestrar soldados u oficiales israelíes a fin de provocar la liberación de prisioneros.

 

Las palabras de Alomari no fueron arrojadas solo como consigna al espacio vacío. La semana pasada los dirigentes de Hamas exigieron, de todas las fracciones palestinas, la conformación de una comisión conjunta que se ocupe de la planificación de secuestros de soldados israelíes, que puedan ser base para la liberación de nuevos prisioneros.

 

El reemplazante del presidente del parlamento palestino en Gaza, Ahmed Bahar, llamó a los servicios de seguridad palestinos en Cisjordania a «no transferir de vuelta a soldados israelíes que hayan ingresado a las áreas de la Autoridad Palestina y liberar el terreno de los frentes de resistencia en Cisjordania para llevar a la victoria de los prisioneros y de Jerusalem».

 

Cabe recordar que el secuestro de Shalit fue planificado por tres frentes: Hamas, los Comités de Resistencia Popular y el Ejército islámico.

 

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Difusión: porisrael.org

 
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