A fines de abril, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, visitó Jerusalén, expresó su apoyo a los asentamientos israelíes en Cisjordania, promocionó una ley que acababa de firmar que otorga a las familias miles de dólares por año en matrícula para escuelas privadas, y firmó un proyecto de ley que aumenta las sanciones por acoso antisemita. Dos semanas después, su Departamento de Educación rechazó dos nuevos libros de texto sobre el Holocausto como parte de una campaña contra lo que él ...