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¿Es un Estado Palestino, Hoy, Económicamente Viable?


Michael Curtis

8 de agosto de 2012

http://www.gatestoneinstitute.org/3258/palestinian-state-economically-viable

El Informe del Banco Mundial es un amargo comentario sobre la economía palestina, actualmente en un autoinfligido declive, inducido por la violencia que trajo sobre sí mismo con el lanzamiento de la segunda Intifada en el año 2000. Por sobre todo, poner fin a la violencia es el requisito fundamental para el progreso económico y político.

Durante el año pasado, las autoridades palestinas han invertido una gran cantidad de tiempo llamando a una declaración unilateral de un estado palestino, mientras se negaban a reanudar las negociaciones de paz con Israel. Aunque en septiembre de 2011, para esto, obtuvieron apoyo político en la Asamblea General de la ONU, un nuevo informe del Banco Mundial, de abril de 2012, hecho público en julio de 2012, indica que los esfuerzos de los palestinos y sus partidarios habrían sido más útiles empleados en pensar en la viabilidad económica de un futuro estado.

La conclusión de este sobrio informe, que contradice la más optimista imagen de la economía palestina, presentada por el FMI en 2011, es que aunque la Autoridad Palestina [AP], el grupo representante oficial, establecido en 1994, ha hecho un constante progreso en muchas áreas, hacia el establecimiento de las instituciones requeridas por un futuro estado, actualmente la economía no es lo suficientemente fuerte como para sostener un país. El informe es un amargo comentario sobre la economía palestina – especialmente en comparación con las economías de Israel e incluso de Jordania – actualmente en un autoinfligido declive, inducido por la violencia que trajo sobre sí mismo con el lanzamiento de la segunda Intifada en septiembre de 2000.

El problema crucial, según el informe, es que la economía palestina se ha convertido en cada vez más dependiente de la ayuda extranjera para impulsar su crecimiento, una forma de generar ingresos que es insuficiente para la sustentabilidad económica. La ayuda extranjera le ha entregado a los palestinos miles de millones de dólares – para el año 2008 alrededor del 56% del PIB. Esto condujo a un crecimiento del PIB del 7,7% entre 2007 y 2011 y, en ciertos años su crecimiento alcanzó, incluso, al 9% anual.

Pero ese crecimiento es artificial y no es sostenible por tres razones. Las donaciones provenientes del extranjero han financiado los gastos del gobierno, en gran medida, en el área de los servicios públicos, bienes raíces y otros sectores no comerciables. Los sectores productivos han disminuido en importancia: ha habido una disminución en manufactura, del 13% al 10%, y en agricultura del 9% al 6%.

El ingreso de ayuda exterior, en 2007, condujo a una cierta mejora en el PIB en la Margen Occidental. Gaza experimentó un crecimiento, debido a la ayuda exterior y a la expansión del comercio a través de túneles desde Egipto. Sin embargo, los palestinos se enfrentan ahora a una crisis porque importantes países donantes, hasta ahora, no han enviado ayuda o han enviado menos ayuda en 2012. La AP tiene ahora un déficit de $1,5 mil millones en su presupuesto de alrededor de $4 mil millones, y un déficit de efectivo de $500 millones. Arabia Saudita les prometió $100 millones, que es insuficiente para acabar con la crisis.

Los que admiraban la segunda Intifada, anunciada por Yasser Arafat, pero que generó violencia durante más de dos años y frenó el progreso de las negociaciones de paz, ahora se darán cuenta de que fue un desastre, un duro golpe a la economía palestina. La violencia sólo dio lugar a que la Margen Occidental y Gaza sufrieran una grave contracción económica. Entre 1999 y 2002, el PIB real cayó un 27%. En 2007 el PIB per cápita fue 23% menor del nivel de 1999. La industria, la agricultura, el turismo y otros servicios se redujeron. Administración pública, defensa y servicios públicos, como salud y educación, crecieron del 20% del PIB a más del 27%.

El informe sostiene que la AP debe incrementar el crecimiento del sector privado, debe mejorar su infraestructura comercial para reducir costos y aumentar la eficiencia, debe mejorar el clima de inversión y debe mejorar la calidad de la mano de obra. El crecimiento económico sostenido implica un fuerte y dinámico sector privado que pueda generar puestos de trabajo, tanto para emplear a una población en rápido crecimiento como para proporcionar recursos para que el gobierno preste servicios.

Falta este necesario dinamismo. El sector privado palestino está abrumadoramente dominado por pequeñas empresas familiares. El alto costo de hacer negocios reduce la competitividad. Las empresas palestinas se centran, mayormente, en el mercado local. Además, los salarios relativamente altos, en comparación con otros países, como Turquía e India, los altos costos de transporte y el bajo nivel de innovación, también reducen la competitividad.

Aún así, incluso con un crecimiento significativo, es poco probable que la AP pueda sostener una administración del actual tamaño. Debe reducir costos, aumentar ingresos y pasar a una sustentabilidad fiscal. Políticamente, el informe reconoce que la inversión sería mayor si se alcanzara un acuerdo de paz entre los palestinos e Israel.

La economía palestina, durante la última década, se ha caracterizado por altos niveles de desempleo y subempleo, una de las tasas más altas del mundo. Éstas han variado entre el 20% y el 30%. Esas tasas están acompañadas por bajos niveles de participación de fuerza laboral, alrededor del 41%. Aún más preocupante ha sido la disminución en el empleo y participación económica de jóvenes, y el bajísimo nivel de participación laboral femenina. En 2010 el desempleo juvenil, en general, fue alrededor del 34% y del 53% en Gaza. Durante la última década, la tasa de participación femenina en la fuerza de trabajo fue inferior al 16%. El resultado de este elevado desempleo y la disminución de los salarios del sector privado, en relación con los salarios del gobierno, ha llevado a altos niveles de pobreza: en 2009 fue del 22% en la Margen Occidental y del 33% en Gaza.

El informe efectúa la obligatoria crítica respecto a que las restricciones israelíes impactan significativamente en la capacidad palestina para comerciar y sigue siendo el mayor impedimento para la inversión, porque crea alta incertidumbre y riesgo, y que los bienes palestinos tienen dificultades para entrar en el mercado israelí. Pero ignora que este daño es autoinfligido, ya que estas restricciones se deben a las necesidades de seguridad de Israel como una defensa contra mayor violencia palestina. El informe tampoco dice nada sobre el clima de innovación en la cultura israelí y cómo, continuamente, ha superado la adversidad – factores que contribuyen a explicar la gran diferencia entre el PIB per cápita de los israelíes y los palestinos.

¿Cómo puede incrementarse la viabilidad de los palestinos? Está claro que hay problemas por resolver, además de la aguda diferencia entre el control de Fatah en la Margen Occidental y el gobierno de Hamas en Gaza desde 2007.

Si la narrativa palestina ha adquirido cierta resonancia en el ámbito político, la AP ha carecido de competencia en materia económica y no ha estado desprovista de corrupción. Se podría tratar de construir un mejor ambiente para negocios e inversiones, reformando el sistema jurídico, especialmente en lo relativo a la tierra, ahora compuesto por un dispar conjunto de leyes otomanas, del Mandato Británico, jordanas, egipcias y palestinas, que difieren entre Gaza y la Margen Occidental, y las preocupaciones militares israelíes. Aunque el informe habla de la bien educada y emprendedora población de la Margen Occidental, es evidente que el nivel de habilidad de los trabajadores palestinos debe mejorar, poniendo más énfasis en las habilidades cognitivas y de comportamiento, tales como disciplina y esfuerzo de trabajo.

Lo más importante, y no suficientemente subrayado por el informe del Banco Mundial, son los beneficios que reportaría a los palestinos si hubiera un acuerdo de paz. Económicamente, ésto incluiría una unión aduanera equilibrada entre un futuro estado palestino e Israel, y una política no discriminatoria de acuerdos de libre comercio. Por sobre todo, poner fin a la violencia es el requisito fundamental para el progreso económico y político.

Michael Curtis es autor de ¿Debería Existir Israel? Una Nación Soberana bajo ataque de la Comunidad Internacional.

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

Difusión: www.porisrael.org

 
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