Israel es un país muy pequeño y la mayoría de sus cuídanos vive en una franja angosta de tierra conocida como Gush Dan, o el gran área Tel Aviv. Incluso con proyectos masivos de construcción en todo el país, el precio de los departamentos en Israel ha aumentado en los últimos años. También existe un impacto ecológico de las construcciones en las partes desiertas del país. Medio ambientalistas sienten que las nuevas construcciones junto con nuevas rutas e infraestructura destruyen los hábitats naturales de todo tipo de vida salvaje.
El Proyecto de las Islas Menorá es una idea de un complejo de nueve islas artificiales y varias calzadas en la costa de Israel. Éstas estarían desplegadas en forma de un candelabro, que representa al objeto por el que se nombra al lugar. Siete de estas islas son permanentes, con áreas residenciales, comercios e instituto de alto aprendizaje. Las que están más alejadas de cada lado emergen del agua en distintos puntos del año.
“Este proyecto tiene el potencial de reunir las mentes más importantes y más comprometidas para construir un lugar en el que el origen étnico y la alianza política ya no importen. Un lugar hermoso para vivir, trabajar e ir de vacaciones. Estas islas del Mar Mediterráneo afianzarán a todo Medio Oriente a través de educación, avances científicos y prácticas positivas para el medio ambiente”, asegura el sitio web de la iniciativa, según el medio Jews News.
A eso se le llama visión, en lugar de permanecer lloriqueando o en una actitud conformista. Si Dios nos dio capacidades mentales, morales y espirituales, debemos usarlos para cambiar nuestro estado de vida. Para Israel es esta palabra: «Ensancha el sitio de tu cabaña, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas. No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no será afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado», (Isaías 54:1-5)