Un grupo de expertos en aves de Israel, Jordania, Suiza y la Autoridad Palestina viajaron en mayo al Vaticano para compartir los detalles de su exitoso proyecto transfronterizo que utiliza a lechuzas para el control biológico de plagas.

El proyecto elimina el uso de pesticidas tóxicos en la agricultura promueve la cooperación entre agricultores judíos y musulmanes.

«El encuentro con el Papa Francisco fue una experiencia extraordinaria», expresó el profesor Yossi Leshem de la Universidad de Tel Aviv. Leshem es un ornitólogo que encabezó el proyecto que, en 1983, se puso en marcha el kibutz Sde Eliyahu.

El experto en aves describió que el pontífice católico los conmovió por la “sencillez de sus modales, su comunicación informal, su inteligencia y su tremendo entusiasmo por la protección de la biodiversidad junto a su interés en la protección de la Tierra, que él caracteriza como la creación de Dios y que dice que es deber de todo creyente proteger y salvar de la extinción».

En 2002, Leshem amplió el proyecto a algunas granjas fronterizas de Jordania y la Autoridad Palestina. En 2008 se convirtió en una iniciativa nacional en cooperación con la Sociedad para la Protección de la Naturaleza en Israel y los ministerios de Agricultura, Protección del Medio Ambiente y Cooperación Regional.

Cajas-nido de lechuzas que son parte del proyecto. Foto de Amir Ezer.

Dos años atrás, proyecto se extendió a Chipre y Grecia como parte de un acuerdo oficial trilateral. En la actualidad, hay aproximadamente 4.500 cajas-nido instaladas en toda la región

Cuatro científicos del proyecto “Barn-owl” fueron invitados a reunirse con el Papa: Leshem, el general Mansour Abu Rashid de Jordania, el profesor Alexandre Roulin de Suiza y un representante palestino que pidió no ser identificado.

Según relató Leshem, la reunión se extendió por sobre el tiempo programado de treinta minutos  «debido al gran interés del Papa por nuestra actividad».

Mientras estaban en Italia, los representantes también se reunieron con observadores de aves italianos y hablaron en la Plaza del Vaticano ante una audiencia de unos mil estudiantes y amantes de la naturaleza.

50 palomas fueron lanzadas en el Vaticano como símbolo de esperanza, paz y preservación de la naturaleza. Leshem, Roulin y Mansour sostienen una pancarta por la paz. Foto cortesía

Además, la delegación también dialogó con el Papa sobre otros proyectos relacionados con las aves, incluida la investigación sobre cigüeñas migratorias en la región.

Leshem dijo que las cigüeñas son un ejemplo de «aves que unen a todas las personas del mundo».

«Al final de la reunión, pedimos la bendición y el apoyo del Papa para avanzar en el tema que estamos presentando y para examinar su expansión al resto del mundo», agregó Leshem. Y añadió: “Le pedimos a Francisco que considere organizar una conferencia en el Vaticano con figuras religiosas oficiales de las tres religiones (cristianismo, islam y judaísmo), científicos y ambientalistas junto con líderes mundiales».