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| martes marzo 19, 2024

Hay sólo una Intifada

No cualquier serie de episodios violentos puede considerarse como tal. Lo que sucedió en los últimos días no fue una amplia rebelión popular, y Mahmoud Abbas lo sabe.


Cada vez que se llevan a cabo dos o tres episodios de violencia en los que están envueltos ciudadanos palestinos, los medios de comunicación se apresuran a preguntar si acaso estamos ante una nueva Intifada.
No toda serie de episodios violentos debe llamarse Intifada. Por lo tanto, llegó el momento de aclarar que Intifada hubo una sola en el pasado. Comenzó en 1987 y finalizó en 1993 con la firma de los Acuerdos de Oslo.

Enfrentamientos en Judea y Samaria la semana pasada

Enfrentamientos en Judea y Samaria la semana pasada
(AFP)
La Intifada fue una amplia rebelión que alcanzó a casi todas las casas de los asentamientos. Decenas de miles de palestinos salieron a las calles de Naplusa, Hebrón y Gaza, y arrojaron piedras y bombas molotov. Cientos de palestinos eran buscados por las fuerzas de seguridad en Jenín y Tul Karem, y se llevó una ola de detenciones en Ramallah y Belén.
Si bien la rebelión fue considerada como espontánea, fue dirigida por líderes anónimos. Esta rebelión fue llamada la Intifada Blanca, debido a que los palestinos evitaban llevar a cabo duros ataques terroristas como los que se perpetraron años después. Y por este motivo fue que logró obtener un importante apoyo a nivel mundial.
Por lo tanto, fue un error llamar Intifada Al Aksa la ola de fuertes atentados terroristas que sacudieron Israel entre los años 2000 y 2005, que incluyó ataques suicidas contra civiles israelíes.
El apoyo internacional que los palestinos habían obtenido en la Intifada Blanca, lo perdieron durante la época de atentados terroristas a principios de los años 2000.
Por lo tanto, llegó la hora de buscar otro nombre para una posible ola de terror futura. Los periodistas deben comprender que ya no hay Intifadas.
Los palestinos de Judea y Samaria ya no salen tan rápido a las calles para protestar. No tienen energía para hacerlo. Ellos desprecian a la Autoridad Palestina, a la cual consideran corrupta. No tienen motivación para movilizarse, como les piden sus líderes. Ven lo que les sucede a sus hermanos en la Franja de Gaza y entienden cuál es el resultado del terrorismo.
Cada vez que se se aprueba una resolución en el exterior que avergüenza a la Autoridad Palestina, Abbas declara ante periodistas en la Mukata (sede del gobierno) que planea finalizar la coordinación de seguridad con Israel. Sin embargo, desde 1995, cuando comenzó a llevarse a cabo el trabajo conjunto entre israelíes y palestinos, la coordinación de seguridad fue suspendida sólo una vez luego de los disturbios de los túneles del Muro de los Lamentos en 1996, y se hizo por decisión de Israel.
Abbas y su entorno saben muy bien que las Fuerzas de Defensa de Israel se encuentran en Judea y Samaria principalmente para vigilar las rutas y proteger los asentamientos, aunque también para cuidar a la Autoridad Palestina. Todo oficial palestino sabe que si no hubiera coordinación en materia de seguridad, Abbas debería ocultarse en túneles, como lo hicieron sus hombres de Gaza en junio de 2007, cuando Hamás asumió el poder allí. Por lo tanto, tengo una propuesta para hacerle al presidente palestino: deje de amenazar; no impresiona a Israel.
***El Coronel (res.) Moshe Elad es profesor en la Academia Galil Maaraví. Fue gobernador de Jenín y Belén y el primer jefe de coordinación de seguridad con los palestinos durante la época de los Acuerdos de Oslo
 
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