Lo más interesante del sensible incremento del antisemitismo de izquierdas no es tanto el odio que lo alimenta como el impulso a tolerarlo o incluso justificarlo por parte de cierta izquierda judía. Tras el tiroteo en la sinagoga de Pittsburgh, no cabe pretender que la derecha antisemita está muerta y no representa una amenaza letal para los judíos, aunque siga siendo numéricamente diminuta, y marginal en términos de acceso a posiciones de influencia y poder. Pero cuando se trata de la creciente visibilidad e ...