Por Abigail Klein Leichman
Israel 21c
¿Qué hace oler mal a los calcetines sudados? No es la humedad, sino las bacterias que crecen en la tela húmeda. Si se pudiera alterar o eliminar esos microbios podrían usarse calcetines sudados toda una semana sin ofender a nadie.
El éxito que tuvo el profesor israelí Aharon Gedanken con calcetines antibacterianos, un producto elaborado para los soldados israelíes pero que nunca llegó al mercado, puede ser la clave para encarar lo que actualmente es una preocupación mundial en materia de salud.
El hecho es que las bacterias que medran en los productos textiles no son sólo un problema de malos olores. También son responsables de infecciones contraídas en los hospitales, que afectan a casi el nueve por ciento de los pacientes, tanto de los países desarrollados como de los que poseen recursos escasos, según la Organización Mundial de la Salud. Eso se traduce en unos 1.700 millones de dólares, sólo en los EEUU, en gastos asociados con infecciones hospitalarias –que causan unas 99.000 muertes anuales o que contribuyen a ellas- con 25.000 muertes anuales relacionadas con infecciones en hospitales europeos. Más a menudo las bacterias se introducen en el organismo a través de heridas o cuerpos extraños, como catéteres.
Consolidación de nanopartículas antibacterianas
Un consorcio multinacional encabezado por Gedanken ganó una subvención de 12 millones de euros de la Unión Europea (UE) para manufacturar en Europa máquinas que produzcan más rápidamente telas impregnadas con nanopartículas de óxido de zinc para hacer sábanas, cortinas, túnicas, toallas destinadas a los hospitales, es decir, todo lo que sea de tela con destino a uso hospitalario.
“Esto es una novedad, y estamos negociando con algunas grandes compañías”, dice Gedanken, director del Laboratorio “Kanbar” de Nanotecnología del Instituto de Nanotecnología y Materiales Avanzados de la Universidad Bar-Ilan (BILA, en su sigla inglesa). Gedanken creó un novedoso proceso químico que reduce el óxido de zinc, una sustancia natural muy efectiva usada a menudo para combatir las llagas provocadas por los pañales, al tamaño de nanopartículas microscópicas.
Está coordinando un consorcio de 17 empresas textiles, universidades y agencias gubernamentales de Inglaterra, Francia, Italia, España, Rusia, Bulgaria y Polonia, que trabaja para perfeccionar una técnica para impregnar y producir en masa telas antibacterianas.
“Muchos otros han tratado de impregnar textiles con materiales antibacterianos, pero después del primer lavado esos productos quedan eliminados”, explica Gedanken a ISRAEL21c.”Nuestra técnica deposita las nanopartículas de tal manera que pueden lavarse las telas en las máquinas de lavar de un hospital de acuerdo con los reglamentos sobre temperatura y número de ciclos, y aún así mantienen las partículas antibacterianas”.
Actualmente se están construyendo dos máquinas, una en Francia a ser instalada en Italia, y otra en Rusia, a instalarse en Rumania. Según los términos de la subvención de la EU, todos los socios se reúnen periódicamente parta discutir sus progresos y planificar los pasos siguientes.
Curas para virus, hongos y acné.
“Empezamos con una patente para el proceso de impregnación”, dice Gedanken, quien tiene un Doctorado en Química e hizo trabajo post-doctoral en la Universidad del Sur de California. “Hacemos pasar ondas ultrasónicas a través de la solución de óxido de zinc, y las burbujas que se forman en el líquido colapsan y forman microchorros que se desplazan a una velocidad muy alta. Esos microchorros toman las nanopartículas recién creadas y las lanzan contra la tela a una velocidad tan alta que las deja embebidas de una manera tan fuerte que no se desprenden con los lavados. Yo garantizo que las nanopartículas no se irán por el desagüe.”
Pruebas realizadas usando una pequeña máquina prototipo hecha por Gedanken muestran que las nanopartículas siguen embebidas después de 70 ciclos de lavado en una lavadora de hospital.
“Una gran corporación de EEUU está interesada en nuestro proyecto”, revela. “A lo largo de los años se les presentaron unos 20 inventores que decían tener un material que podía matar bacterias y no desprenderse en los lavados, pero ninguno salió con éxito de las pruebas. Ahora esa compañía está examinando nuestras muestras”.
Gedanken, graduado en 1965 en la Universidad Bar-Ilan, publicó más de 550 informes científicos, se le otorgó la Minerva Fellowship y fue científico visitante en los Laboratorios Bell AT&T durante los años ´80 y en el Instituido Nacional de Salud de EEUU en los veranos de 1989, 1990 y 1991. En 2009 ganó el Premio Edwards de la Israelí Vacuum Society por excelencia en investigación científica.
Su laboratorio de 30 personas en el BINA está trabajando en varios proyectos, que van desde maneras nuevas de producir biodiesel hasta nuevos tratamientos para el acné. Su investigación en nanopartículas también incluye la identificación de sustancias antivirales y antifúngicas.a
Como puedo conseguir estas sabanas?