El Profesor en Leyes, Alan Dershowitz, abogado americano bien conocido en el mundo, se hizo famoso por representar a clientes célebres como O. J. Simpson, Jonathan Pollard y Mike Tyson. Sus conferencias son consideradas como algunos de los más fervientes discursos hechos en defensa de Israel mientras que, sus libros, incluyendo The Case for Israel, se convirtieron en best sellers, en particular entre partidarios de Israel. Además, jugó como pivote en el ataque al informe del Juez Goldstone sobre la ofensiva israelí en Gaza del año pasado. La semana pasada, Dershowitz viajó desde la Universidad de Haifa hasta Washington para participar en la conferencia anual del American Israel Public Affairs Comité, AIPAC. Además, siguió el conflicto desplegado entre Barack Obama, su presidente, y Benjamin Netanyahu, líder de su cliente favorito, con interés.¿Cómo interpreta la bienvenida -de fría a congelada- que el Primer Ministro Benjamin Netanyahu recibió en la Casa Blanca?
Es claramente parte de la estrategia de la administración de Obama de incrementar la presión sobre Israel. Después de todo, ellos elogiaron la oferta de Netanyahu de poner fin a la construcción en la Margen Occidental, sin comprometerlo a finalizar las edificaciones en partes de Jerusalén que, en verdad, permanecen como parte integral de Israel bajo cualquier acuerdo. En la Casa Blanca piensan que pueden tener más influencia sobre Israel que sobre los palestinos. Pero eso parece fracasar, porque los palestinos creen que pueden demandar más y más precondiciones para comenzar las conversaciones. Lo que Obama tiene que darse cuenta es que está tratando con Israel, una democracia, a la cual uno no puede siempre dictar términos específicos. Israel no puede hacer la paz sin un claro apoyo de EEUU. Los votantes israelíes apoyaron los generosos ofrecimientos de Ehud Barak en 2000/2001 begin_of_the_skype_highlighting 2000/2001 end_of_the_skype_highlighting en gran medida porque confiaban en Bill Clinton. La desconfianza de Barack Obama hará más difícil persuadir a los israelíes de tomar riesgos por la paz.
Obama está rodeado de asesores judíos que entienden cómo funciona Israel e, incluso, tiene un asesor senior con antecedente israelí. El hecho que Obama tenga asesores judíos le da, solo, una mejor cobertura para ser duro contra Israel. Por otra parte, no tiene asesores palestinos cercanos que sean familiares con la otra parte. Me temo que esto está trayendo a las partes a lugares bastante más alejados que cercanos.
¿Podría esa fisura (entre la administración en Washington y el gobierno israelí) causar un quiebre en la comunidad judía, entre los partidarios de Obama y los de Israel?
No. La comunidad judía está sólidamente detrás de Israel en cuestiones de seguridad y, en gran medida, detrás de Israel en la construcción en barrios judíos en el norte de Jerusalén, que permanecerá como parte de Israel sea cual fuera el acuerdo. Por otra parte, la cuestión está reduciendo el apoyo a Obama entre los partidarios judíos de Israel.
Si fuera el abogado de Netanyahu, ¿Cómo podría asesorarlo para poner fin a la crisis?
Le sugeriría que hiciera el siguiente anuncio: «No creemos que, la nueva construcción en los sectores judíos de Jerusalén, sea una barrera para la paz. Creemos que la falta de voluntad de los palestinos para comprometerse en conversaciones directas sin pre condiciones, junto con su falta de voluntad para reconocer a Israel como Estado judío, es el principal obstáculo para la paz. Para probar nuestro punto de vista, y sin marcar ningún derecho sobre Jerusalén, anunciaremos una suspensión de tres meses de todos los permisos de construcción en todas las zonas disputadas de Jerusalén para ver si eso lleva a los palestinos a la mesa de las negociaciones y si están preparados para comprometerse, de buena fe, en negociaciones directas. Si los palestinos estuvieran preparados para comprometerse en negociaciones directas y de buena fe, las suspensiones continuarían hasta que fueran finalizadas. Si no, regresaremos al status quo. Esa sería una prueba de la buena voluntad de los palestinos; una prueba que, espero, superen. Pero, creo, que fracasarán.
¿Cómo asesoraría a Obama?
Le diría que el proceso no puede ser unilateral y que debe haber concesiones mutuas. Por ejemplo la administración Obama culpó falsamente a Hamas – y no a la Autoridad Palestina – por el nombramiento de una plaza en Ramallah bajo el nombre de una terrorista que asesinó a judíos. La administración Obama tiene que realizar demandas sustanciales, tanto a los palestinos como a los israelíes. Si piensa que esta crisis es severa, debería saber que no es nada comparada con lo que podría ocurrir, en el futuro, con respecto a la cuestión iraní. Me temo que Ahmadinejad es, en estos momentos, uno de los hombres más felices gracias a los incidentes entre EEUU e Israel. Mahmoud Abbas, de paso, también está bastante contento.
¿Estaría en desacuerdo en que esta crisis-junto con algunas anteriores y algunas que probablemente vendrán- derivan de la política israelí de asentamientos?
Creo que si Israel mañana fuera a poner fin a los asentamientos en la Margen Occidental, como lo hizo en Gaza, habría renuencia, por parte de la Autoridad Palestina para reconocer el derecho de Israel a existir, como una democracia secular judía. Por consiguiente, los asentamientos no deberían ser la causa principal de desacuerdo entre Israel y EEUU, a pesar de sus diferencias sobre esa cuestión. Sin embargo, espero que Israel frene la construcción en la Margen Occidental y en aquellos sectores de Jerusalén que, con probabilidad, se conviertan en parte de un Estado palestino. Estoy profundamente preocupado por el hecho que, sin paz ni solución de dos- estados, la naturaleza judía y democrática de Israel esté en peligro. Esa fue la razón por la cual me opuse, desde 1973, a la política de asentamientos y es porque favorecí, desde 1967, la solución de dos-estados.
¿Cree que Obama es amigo de Israel y está, en verdad, comprometido con esa promesa de no permitir a Irán obtener armas nucleares?
Creo que Barack Obama está comprometido con la seguridad de Israel. Además está comprometido con la solución de dos estados y el proceso de paz. Espero que entienda que, a menos que los israelíes- y el resto del mundo- crean que hará lo que sea para evitar que Irán obtenga armas nucleares, muchos israelíes no tendrán la voluntad de asumir riesgos importantes para la paz. Permaneceré comprometido con Obama tanto como continúe apoyando la seguridad israelí, de manera inequívoca. El legado histórico de Obama estará basado en si logra evitar que Irán obtenga armas nucleares. Si esas armas son obtenidas bajo su control, la historia lo recordará como recuerda a Neville Chamberlain, a pesar de cualquier otra cosa que lograse en términos de política interna americana. No mantiene, en secreto, su crítica hacia la izquierda de la organización judía J Street.
¿Por qué le perturba tanto los judíos que apoyan la paz?
Soy judío partidario de la paz. Pienso que J Street realiza una importante función, ya que representa a jóvenes judíos de izquierda. Mi crítica es que sería mejor si trabajaran dentro del contexto de AIPAC. El lobby pro Israel podría, entonces, hablar con una sola voz, en especial durante el tiempo de conflicto entre EEUU e Israel, y básicamente sobre cuestiones indiscutibles (como Irán, respondiendo a los ataques con misiles, medidas antiterroristas, etc.). En lo personal, tengo desacuerdos con el gobierno israelí en una cantidad de temas, tales como los asentamientos. Al mismo tiempo, recalco el 80 % de las políticas israelíes que apoyo desde el espectro político.
Cuando escribí «The Case For Peace, mi libro recibió aprobación del primer ministro Ariel Sharon y de (el escritor) Amos Oz, porque trataba acerca del 80 % acordado. J Street tiende a focalizar en el 20 %, donde hay significativos desacuerdos. Eso está perfectamente bien para un periódico israelí, como Haaretz, o para organizaciones israelíes internas. Pero debilita, de modo considerable, el apoyo pro- Israel, en particular en un momento en que la comunidad pro israelí en EEUU debe continuar presionando a la administración de Obama para bajar el tono del conflicto.
¿Puede describir lo que pasó cuando debatió con el representante de J Street en la conferencia de AIPAC?
Esto es lo que pasó: Estaba parado con el Profesor Irwin Cotler, ex juez general de Canadá, manteniendo una conversación. Un caballero me preguntó si me gustaría ser entrevistado por una corresponsal de Haaretz. Le dije que sí. Entonces, se dirigió al corresponsal y le preguntó si ella quería entrevistar al Prof. Dershowitz. Dijo que sí. Me preguntó varias cosas, y escribió las respuestas en su agenda. Luego, se dirigió al representante de J Street y le preguntó si tenía alguna respuesta, a lo que accedió. A continuación, tuvo lugar un debate en términos amables, pero no entré en una conversación. El episodio fue grabado y filmado, en su totalidad, y presenciado por más de 100 personas.
Cortesia de CIDIPAL.
Reenvia: www.porisrael.org
Obama: En Latino-América nadie te quiere. JEV