Las nubes que, normalmente, oscurecen los eventos de Oriente Medio, comienzan a desvanecerse cuando Khaled Abu Toameh comienza a hablar sobre el futuro de los palestinos y los israelíes. Esta relación, la clave para su vida futura como un árabe israelí, ha sido objeto de su actividad periodística durante más de dos décadas. Lo que ha aprendido, contradice las creencias de gran parte del mundo, y se diferencia claramente de lo que esperamos de una persona con sus antecedentes.
Esta semana estuvo en Toronto, hablando con algunos periodistas. Es un árabe-musulmán, hijo de padre árabe-israelí y madre árabe-palestina. Cuando estudiaba en la Universidad Hebrea de Jerusalén, fue a trabajar para Al-Fajr («El Amanecer»), el periódico de la Organización para la Liberación de Palestina. Se fue cuando se dio cuenta de que nunca publicaría otra cosa que propaganda.
«Yo soy un árabe musulmán y el único lugar donde puedo escribir con honestidad es en un periódico judío».
Con la esperanza de ser un verdadero periodista, comenzó a trabajar con periodistas extranjeros que cubrían Israel. Finalmente, produjo documentales de televisión y escribió para el diario británico Sunday Times y otros diarios. Durante los últimos ocho años, ha sido especialista en asuntos árabes en el Jerusalem Post. «Yo soy un árabe musulmán y el único lugar donde puedo escribir con honestidad es en un diario judío», dice. Otros periodistas árabes envidian su libertad.
Cree que el así llamado «proceso de paz», que se inició con los Acuerdos de Oslo de 1993, ha sido un trágico fracaso y promete poco éxito. Durante 16 años, el proceso de paz ha traído la guerra – un montón de ella. Se ha desilusionado tanto de los árabes como de los judíos – de los árabes, porque no han adquirido la independencia y el auto-gobierno honesto que querían, de los judíos, porque la seguridad se ha vuelto más difícil de alcanzar de lo que era hace dos décadas. Aún así, Estados Unidos y otros, creen que la virtud del proceso de paz es evidente.
Los palestinos están divididos entre dos sectas sedientas de sangre – Fatah, que detenta un frágil poder en la Ribera Occidental, y Hamas, que controla Gaza. Su conflicto ha costado cerca de 2.000 vidas palestinas y no muestra señales de disminuir. Por el momento, Fatah tiene más de 900 presuntos agentes de Hamas encarcelados en la Ribera Occidental, sin cargo alguno. Algunos de ellos bien pueden ser simpatizantes de Hamas, dice Abu Toameh, otros no. En cualquier caso, Fatah los ha arrestado, principalmente, para mostrar a los gobiernos extranjeros que está siendo «estricto».
Fatah, por supuesto, es considerada la fuerza palestina «moderada», en contraposición a la radical Hamas. Abu Toameh piensa que ninguno de ellos podría ser llamado moderado por parte de ningún árabe parlante sensato. Fatah emite sonidos moderados en Inglés, pero en árabe suena tan anti-semita y anti-estadounidense como Hamas. Abu Toameh no ve moderados en ninguno de ambos lados. Ambas facciones suprimen la opinión moderada dondequiera que levante su cabeza lo que, aparentemente, no ocurre a menudo.
«Esto no es una lucha de poder entre buenos y malos», dijo en un reciente discurso. «Es una lucha entre malos y malos». Él desearía que estuvieran peleando por lo que sería lo mejor para los palestinos. «Pero sólo luchan por dinero y poder».
Occidente gasta una fortuna en apuntalar a Fatah, recibiendo a cambio su relativamente benigna retórica. Pero Fatah continúa siendo impopular. Los árabes de la Margen Occidental dan por sentada su corrupción y, ahora, sospechan que es controlada, así como también respaldada, por los estadounidenses. Cualquiera que escuche a Abu Tóameh, tiene que considerar que el Presidente de USA Barack Obama es, ahora, parte del problema.
Grandes fortunas robadas por funcionarios de Fatah, sólo ocasionalmente son informadas en Occidente. Cuando Abu Toameh sugirió por primera vez a los periodistas extranjeros que contaran esta historia, algunos de ellos le preguntaron si había sido pagado por el lobby judío. Otros periodistas explicaron que la información sobre la corrupción palestina, simplemente, no encajaba con las historias que sus editores querían, que era acerca de los palestinos oprimidos por los israelíes.
«El verdadero obstáculo para la paz, no es un judío construyendo un asentamiento, sino el fracaso de los palestinos de tener un gobierno».
La mayoría del mundo cree, frecuentemente con apasionada intensidad, que los asentamientos judíos en tierras reclamadas por los árabes, limitan las posibilidades para la paz. Abu Toameh no está de acuerdo. «Desearía que los asentamientos fueran el problema», dice, porque podría ser resuelto por los israelíes. Si los asentamientos fueran problema, argumenta, entonces Gaza estaría ahora en paz. Después de todo, los israelíes se retiraron en 2005. Pero el resultado ha sido la guerra – la guerra entre los palestinos, la guerra con Israel. «El verdadero obstáculo para la paz no es un judío construyendo un asentamiento, sino el fracaso de los palestinos en tener un gobierno. ¿Hay un socio, en el lado palestino, para las conversaciones de paz? No.»
¿Qué se puede hacer? Él piensa que Israel debería, simplemente, esperar hasta que los palestinos dejen de matarse unos a otros y que establezcan una entidad política creíble que pueda llegar a un acuerdo. La paz, entonces, será posible.
http://israelagainstterror.blogspot.com/2009/07/why-khaled-abu-toameh-writes-for-jewish_19.html
Traducción para porisrael.org : José Blumenfeld
Reenvia: www.porisrael.org
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