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| jueves noviembre 21, 2024

Cabalgando y reteniendo las olas


Para liberar al mundo del contaminante y políticamente inestable petróleo, gobiernos y legisladores están abogando por tecnologías como la solar, eólica, geotérmica y de las olas para desarrollar nuevas fuentes de energía. En los EEUU el Presidente Obama está trabajando duro para crear puestos de trabajo «verdes», y los estadounidenses los quieren.

Inspirado al ver a unos niños que jugaban con una pelota en las olas de la orilla de una playa, Shlomo Gilboa, político israelí convertido en inventor, invirtió millones de sus propios dólares en Seanergy, una nueva compañía cuyos productos comparten el nombre. Seanergy «cosecha» la energía de las olas del mar mediante una «granja» de boyas. Si Gilboa se sale con la suya, podría ser la nueva tecnología que adopten las grandes empresas de producción de energía eléctrica.

En una entrevista con ISRAEL21c, Gilboa relata que la tecnología que hoy está poniendo a prueba en la costa frente a Haifa puede aprovechar 20 veces más energía de las olas que cualquier otra tecnología similar existente hoy.

«Nuestro sistema de extracción de energía de las olas del mar produce por lo menos 20 veces más energía aprovechable que las otras que emplean boyas convencionales o no convencionales», dice Gilboa, quien también es presidente de la compañía. «En nuestro sistema conseguimos ´retener la ola´. Usualmente la ola viene y va en un segundo, perno nosotros la manipulamos, reteniendo el nivel de la ola en un depósito incluido en la boya, para captar la mayor cantidad posible de la energía que trae la ola».

Saltando en un estallido de energía

La boya literalmente salta cuando llega a la cresta de la ola. «Con el mismo impacto que cuando usted sumerge una pelota en una piscina y la suelta; la pelota salta en un enorme estallido de energía», explica Gilboa. «Nosotros cosechamos esa energía especial. Ningún otro sistema que hay en el mundo se le acerca siquiera».

Seanergy trabaja actualmente con la Corporación Eléctrica de Israel, y la tecnología ha sido endosada por ingenieros de la Universidad de Haifa.

Gilboa dice que al tiempo que genera energía eléctrica, el sistema también produce una cantidad significativa de agua desalinizada, libre de emisiones de carbono. Estima que la instalación de 300 metros cuadrados que Seanergy tiene en el mar producirá un millón de metros cúbicos de agua desalinizada. Aunque las plantas de desalinización tradicionales pueden producir órdenes de magnitud mayores de agua, a diferencia de Seanergy requieren una gran cantidad de energía externa para funcionar, ya sea petróleo, gas u otras fuentes.

Actualmente compañías grandes y pequeñas de todo el mundo están negociando con la compañía israelí para la adquisición de una primera instalación, que requerirá una inversión de 2 millones de dólares por cuatro bloques de cuatro boyas cada uno. Gilboa dice que según las proyecciones más conservadoras, el sistema de boyas de Seanergy, que se instalan debajo de la superficie del mar y saltan a medida que recogen energía de las olas, puede amortizarse en menos de tres años sobre la base de las tarifas de la energía que aporta a la red general de un país.

Haciendo olas

Para ilustrar sus palabras, Gilboa describe el sistema Seanergy instalado frente a la costa del estado de Oregon, en EEUU. Allí cada boya puede generar un megavatio de potencia, que a lo largo del año equivale a entre 200 y 250 kilovatios por grupo de cuatro boyas. Según Cnet tech journal, esa energía es suficiente para abastecer 80 casas de familia. La cantidad de energía generada en un lugar dado es función del potencial de las olas en ese lugar.

Empresas de todo el mundo están intentando captar la energía de las olas, y hay una plétora de lo que parecen ser prototipos inspirados en la zoología, que van desde lo absurdo a lo sublime.

Hay «serpientes» gigantescas (dispositivos tipo anaconda de más de 200 metros de largo), «ostras» (enormes aletas hidráulicas que se abren y se cierran al pasar la ola), y «dragones» (artilugios con largos dispositivos como brazos que dirigen las olas por una rampa hacia un depósito flotante). Las extrañas serpientes se mueven hipnóticamente entre las olas.

De entre esos artefactos, Gilboa reconoce a potenciales competidores, como Pelamis, de Escocia, y Ocean Power Technologies, de Nueva Jersey, como dos empresas cuyas tecnologías «agregan valor real al mercado».

15 años de desarrollo

Seanergy presentó su prototipo en el pabellón «Innovación» de la división NEWTech del Ministerio israelí de Industria, Comercio y Trabajo para las aproximadamente 19.000 personas que asistieron a la Conferencia Internacional Watec que tuvo lugar en noviembre último en Tel Aviv. NEWTech promueve en todo el mundo tecnologías israelíes relacionadas con el agua

Aunque la compañía se formó oficialmente en 2008 la idea estuvo en desarrollo durante unos 15 años, y en el prototipo se invirtieron millones de dólares de dinero personal. Seanergy. Que tiene su sede en Haifa, actualmente sólo emplea a cuatro personas, pero ha trabajado con más de 100 consultantes y especialistas para poner a flote su prototipo.

Seanergy está presente en el Museo Nacional de Ciencia de Haifa como una nueva tecnología verde importante y radical. En el futuro cercano usted podría ver las boyas de

Seanergy saltando en una costa cercana a su casa.

 
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