Ben Dror Yemini
Maariv
A Europa, desde hace tiempo, no le gustan los asentamientos.
Europa obliga a Israel a señalar productos fabricados en los territorios, a diferencia de los hechos en Israel. Según los convenios de comercio con la Unión, la exención de impuestos no es otorgada a los productos fabricados más allá de la Línea Verde. Un tribunal europeo se ocupó del tema y aprobó la política asumida de diferenciar entre Israel y los territorios.
Quien no sea un gran admirador de la Tierra de Israel unida o de los asentamientos, tampoco debe brindar con champaña dado que ese boicot tiene un estilo propio.
La Europa oficial, tanto la Unión como los países, acostumbra a diferenciar entre Israel legítimo y los territorios, ilegítimos. No es la historia de la campaña del boicot. Ciertamente, aquí o allá hay quien habla de “asentamientos”. Pero el gran movimiento de boicot, el BDS, Boycott, Divestment and Sanctions, que reúne en su seno a algunos judíos e israelíes no hace ninguna diferencia. Está contra Israel. En su opinión, Tel Aviv es un asentamiento y, para recordarlo, fue víctima del boicot (verano, 2009) por una norma de una institución colonialista en el Festival de Cine de Toronto.
El boicot está y existe. En asociaciones de trabajadores y redes de comercialización y no solo en Escandinavia. Existe de modo oficial. Empresarios israelíes cuentan sobre el boicot no – oficial; lo que ocurre en la Academia – cuando se niegan a recibir artículos de israelíes- también ocurre en el mundo de los negocios.
Aún no es masivo. Es difícil calcularlo con estadísticas. Es complicado atribuir la caída del comercio o la importación con un país determinado al boicot (oficial o no-oficial).Pero esas cosas ya existen. Si el precio no es atractivo y si hay alternativa, es posible omitir un acuerdo con una empresa israelí. Con ese fin no hay necesidad de una fábrica de producción en la zona industrial de Barkan. La zona industrial de Caesarea puede verse afectada y ya sufrió el daño. Hace poco fue publicada, oficialmente, la lista de TOP 10 de empresas que pueden sufrir el boicot por parte de organismos que son parte de la campaña de BDS. Resulta que solo 1 de 10, Ahava, está vinculada a la producción en los territorios. También Intel, Motorola e incluso empresas norteamericanas, se encuentran en la lista solo porque mantienen relación con Israel o cualquier otra empresa israelí.
Cabe suponer que Multilock sabe lo que ocurrió a Ahava en Londres. Cuatro activistas anti-israelíes (por lo menos uno de ellos, judío) provocaron daños a un local de productos de la empresa en el verano del 2009 bajo el argumento que, la compañía, funciona, en los territorios, de forma ilegal y, por tanto, su accionar es defendido según un ítem especial de la ley inglesa que permite una infracción a fin de impedir otra contravención mayor. En el pasado, activistas anti-israelíes ya se apoyaron en ese ítem.
De hecho, hay exceso de vandalismo contra todo producto israelí de origen en las fábricas más allá de la Línea Verde. Además, a fin de diciembre de 2009, el gobierno británico aclaró que la señalización de un producto de origen en los OPT (Territorios palestinos ocupados) como producto israelí se encuentra en la categoría de desacato.
El boicot funciona dado que es muy fácil, para los activistas anti-israelíes, comenzar con los productos de los asentamientos. Las normas del comercio, la ley y la opinión pública están de su lado. Pero eso es solo el motor. El objetivo consiste en lograr el boicot general contra Israel que, en su obstinación por no diferenciar entre productos de los territorios e israelíes, solo sirve a los objetivos del BDS. También ellos renuncian a la diferenciación. Y, mientras el congelamiento político continúe, el éxito del boicot aumentará. Las empresas que abandonan Barkan son solo golondrinas. Lo próximo, lamentablemente, ocurrirá.
CIDIPAL
Difusion: www.porisrael.org
Uds comprarian productos iranies?
Yo no comprarian productos de Israel.