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| lunes diciembre 23, 2024

Entre Tel Aviv y Jerusalem


Yoav J. Tenembaum

Publicado el 30 de diciembre de 2010

jewishpress.com

 

israel-flag¿Lo ha notado usted?

Algunos periodistas, comentaristas y académicos, tienen un hábito peculiar. Cuando desean referirse al gobierno israelí, lo hacen empleando el término «Tel Aviv».

 Es bastante común referirse a la capital de un país como sinónimo de su gobierno. Así que, en lugar de decir, por ejemplo, el gobierno ruso, un periodista, comentarista o académico, podría referirse a «Moscú»; en lugar de escribir la administración Obama, se mencionaría el término «Washington».

Hay, sin embargo, una sola excepción a esta regla, un caso único que se destaca: Israel y el gobierno israelí.

Muy a menudo se pueden leer informes sobre Israel, o evaluaciones sobre sus políticas, que recurren a la ciudad de Tel Aviv como sinónimo del gobierno israelí.

Lo que es singular acerca de esto es que Tel Aviv no es la capital de Israel. Es, sin duda, la más importante ciudad comercial de Israel, similar a Nueva York en Estados Unidos. Sin embargo, nunca se ve un artículo periodístico o se escucha un informe radial en los cuales Nueva York se use como un término paralelo al gobierno de Estados Unidos.

São Paulo es la ciudad comercial más importante de Brasil. Aún así, nunca se la refiere como sinónimo del gobierno del país. Por el contrario, «Brasilia», su capital, se menciona en ese contexto.

Así que, ¿por qué Tel Aviv?

La respuesta es simple: ¿Por que Jerusalem no es reconocida por la mayoría de los países como la capital de Israel?. De hecho, se refieren a Jerusalem, en ocasiones, como la «auto-declarada capital de Israel».

Bueno, eso es cierto. Pero acaso ¿no son todas las capitales «auto-declaradas?»

¿Cuál es la diferencia entre el caso de Israel y el resto?

La respuesta, una vez más, es simple: Jerusalem nunca ha sido reconocida como capital de Israel por la comunidad internacional.

¿Por qué no?

Bueno, porque de acuerdo con el Plan de Partición de la ONU de 1947, que requería el establecimiento, en la Palestina del Mandato, de un estado judío y un estado árabe, Jerusalem no debería haber sido parte del estado judío, sino más bien un enclave internacional separado.

Cierto. Sin embargo, hay otras ciudades que, se suponía, no debían formar parte del estado judío, de acuerdo con el Plan de Partición de la ONU de 1947, como Jaffa y Acre, que, sin embargo, son consideradas como parte del territorio soberano de Israel por la comunidad mundial.

¿Cuál es la diferencia, entonces, entre Jerusalem y Jaffa y Acre?

La Guerra de los Seis Días de junio de 1967. Existe un evidente consenso internacional de que las fronteras de Israel que precedieron a la guerra deben ser reconocidas como los límites legítimos del estado; cualquier reconocimiento del territorio en manos de Israel, más allá de esos límites, debe depender de un acuerdo firmado entre Israel y la Autoridad Palestina.

Bueno, incluso de acuerdo con ese escenario, Jerusalem Occidental debe ser reconocida por la comunidad internacional como parte integrante del territorio soberano de Israel, ya que esa parte de la ciudad está dentro de las fronteras anteriores a la Guerra de los Seis Días de 1967.

Teniendo en cuenta el aparentemente amplio consenso internacional, en cuanto a la legitimidad de las fronteras de Israel que precedieron a la Guerra de los Seis Días, que incluyen a Jerusalem Occidental dentro de ellas. ¿Cuál es el problema de hacer referencia, al menos a esa zona de la ciudad, como parte de Israel? Realmente, ¿cuál es el problema de reconocer a Jerusalem Occidental como capital de Israel?

Por supuesto, la razón por la cual esos periodistas, comentaristas y académicos, siguen refiriéndose a Tel Aviv como un sinónimo del gobierno de Israel puede tener muy poco que ver con el derecho internacional o con la legitimidad, ni hablar de la pura lógica. Es bastante interesante observar que, por lo general, el término Tel Aviv es utilizado en este contexto por personas que tienen, para empezar, una tibia, si no hostil, actitud hacia Israel.

Si se quiere ser arbitrario más bien que lógico, ¿Por qué no mencionar otras ciudades de Israel en lugar de Jerusalem? ¿Por qué Tel Aviv? ¿Qué hay con Haifa o Beer Sheva?

Esta pregunta cínica aparte, la cuestión principal permanece abierta: ¿Por qué la comunidad internacional ve a Jerusalem Occidental como parte de las fronteras legítimas de Israel y, sin embargo, actúa como si no lo hiciera?

**El Dr. J. Yoav Tenembaum es docente en el Programa de Diplomacia de la Universidad de Tel Aviv. Sus artículos han aparecido en diversos diarios y publicaciones. Tiene un doctorado de la Universidad de Oxford y una maestría de la Universidad de Cambridge.

Fuente: jewishpress.com

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusion: www.porisrael.org

 
Comentarios
Sara es mi nombre

¿Por qué la mínima crítica o cualquier negativa respecto a alguna de vuestras tesis la tildáis en seguida como un comentario hostil de un ambiente antisemita???
Yo soy mujer, y en ningún momento frente a cualquier hombre al que no he caído en gracia se me ha ocurrido tildarle de machista.
Creo que ése es vuestro problema respecto a la Comunidad Internacional. Lo reducís todo a una cuestión histórica ( que ciertamente arrastráis y de las os garantizo,nadie se siente orgulloso)y enseguida enarboláis la bandera del antisemitismo en las cuestiones más mundanas. Si discuto con un judío ¿soy antisemita? Si discuto con un negro ¿soy racista?…

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