Jorge Marirrodriga
Por algunos centros de enseñanza secundaria de España se está repartiendo un folleto entre la chavalería que bajo el lema «un cuaderno, un lápiz, un euro» les anima a colaborar en lo que el mismo folleto denomina como intento de romper el bloqueo israelí a Gaza. El cuadro que se pinta de la situación en la Franja es de pobreza extrema, una población que depende totalmente de la ayuda internacional y una cerrazón total e inmisericorde de la frontera por parte israelí.
Utilizar a la juventud es un clásico de la manipulación. En Gaza saben mucho de esto. No hay más que ver el tipo de enseñanza que se imparte en los campamentos de verano de Hamás en imágenes que la misma organización distribuye. Pero claro, esto no se lo cuentan a los jóvenes españoles que colaboran con su cuaderno, su lápiz y su euro. No queremos romper su ilusión de que están colaborando en la causa por la paz. Liberando aquella tierra. ¿Para qué vamos a explicar quién y cómo manda en Gaza? ¿Qué necesidad tienen de ver a niños de ocho años pegándose tripazos cuerpo a tierra u obligados a cantar himnos que hablan de vengaza, muerte y sangre derramada? Podrían hacerse preguntas y eso no interesa.
Y es una suerte que no vean las noticias. Así no se entererán de que Hamás acaba de prohibir la importación de productos textiles procedentes de Israel para proteger su industria local. Si, lo han leido bien. Importar. ¿Pero no habíamos quedado en qué era un bloqueo total e inhumano? ¿Cómo es qué hay comercio entonces? Y sigan leyendo: «industria textil». ¿Pero cómo puede producirse algo en Gaza «el mayor campo de concentración a cielo abierto del mundo»? ¿Y esto lo ha decidido Hamas? ¿En qué están pensando? Y esto no lo dice Israel sino el Gobierno de Hamas por boca de Ibrahim Jaber, quien al parecer no se entera de lo que pasa en Gaza. Van a tener que ir los de la flotilla a explicárselo.
Excelente Editorial