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Ayalon: La muerte de la "vinculación"


La cuestión de Palestina nunca fue la clave para la estabilidad

Danny Ayalon

The  Washington Times

24 de febrero de 2011

PalestinaMixIsraelLas últimas semanas y meses, finalmente, han demostrado la falacia de una de las teorías más erróneas sobre el desarrollo y la paz en Medio Oriente. Desde hace varios años, funcionarios extranjeros, expertos y comentaristas han afirmado que, si el conflicto israelí-palestino se resolviera, entonces habría paz en Medio Oriente. Esto fue acuñado como «vinculación».

Al ex presidente Jimmy Carter se le preguntó una vez: «¿Es correcta la política de vinculación (relación)?” Respondió: «No creo que se trate de una política de vinculación, sino un hecho vinculante. … Sin duda, el camino hacia la paz en Medio Oriente pasa por Jerusalem». Otro entusiasta de la vinculación es el ex asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Zbigniew Brzezinski, quien dijo: «El conflicto palestino-israelí es el único problema más combustible y galvanizante en el mundo árabe».

Las revelaciones de WikiLeaks demostraron que, entre los tomadores de decisiones árabes y formadores de políticas, el conflicto palestino-israelí estaba bastante abajo en la lista de prioridades urgentes de la región. Estas conversaciones privadas revelan que los líderes árabes están preocupados por la inminente amenaza de Irán y sólo hacen superficiales declaraciones sobre la «cuestión palestina», como un alto diplomático estadounidense, que ha desarrollado su carrera en Medio Oriente, le dijo recientemente al New York Times.

Estas revelaciones sacudieron, en sus mismos cimientos, el argumento de la vinculación, pero los acontecimientos recientes en nuestra región se han ocupado de que el golpe sea mortal.

El año pasado, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, dio a conocer su Informe sobre Desarrollo Humano para los estados árabes, con la asistencia de académicos e investigadores árabes. Este informe afirma que el mundo árabe tiene falencias en todas las áreas del desarrollo humano, tales como libertad, autonomía de la mujer y educación. Además, cerca del 50 por ciento del mundo árabe vive por debajo de la línea internacional de pobreza. Para el mundo árabe, con el objeto de sólo mantener su posición actual, que está en el peldaño más bajo de la escala del desarrollo, sería necesario crear 51 millones de empleos en los próximos 10 años.

La inseguridad alimentaria, el aumento de la desertificación y la desaparición de los recursos hídricos, han contribuido a colocar a partes del mundo árabe en un precipicio. El reciente caos en las calles de las capitales en el mundo árabe demuestra esta volatilidad.

Además, el argumento de la vinculación ha permitido un abandono de la responsabilidad respecto de todo aquello que sucede fuera de unos pocos kilómetros cuadrados de Israel, que equivale a menos de un séptimo de la centésima parte del mundo árabe. Incluso el término «conflicto de Medio Oriente» es negligente al subrayar que nuestro conflicto es el único y singular, cuando, tal vez, sea uno de los menos sangrientos y destructivos, en una región que ha visto docenas de conflictos recientes y en curso.

De hecho, de los 11 millones de musulmanes que han muerto en conflictos violentos, desde mediados del siglo pasado, cuando el estado de Israel fue creado, menos de una décima parte del 1 por ciento de los musulmanes murieron en el contexto del conflicto palestino-israelí o el conflicto árabe-israelí. Sin embargo, más del 90 por ciento de todos los musulmanes muertos, durante el mismo período, murieron a manos de otros musulmanes.

Mientras estoy seguro de que la mayoría de los habitantes de Medio Oriente, incluidos los israelíes, desean desesperadamente la paz entre Israel y los palestinos, la injusta sobrecarga de presión para la firma un acuerdo de paz, lo hace mucho más difícil.

Precisamente aquellos que sienten que existirá un utópico Medio Oriente después que los líderes israelí y palestino estampen su nombre en un pedazo de papel, demuestran una falta de comprensión de las cuestiones en juego y hacen más difícil que el conflicto se resuelva.

Por desgracia, los elementos radicales en nuestra región se mantendrán mucho tiempo después de que se haya secado la tinta de cualquier acuerdo. Para entender esto acabadamente, sólo tenemos que escuchar a los propios elementos radicales. En 1996, al Qaeda saltó a la fama con la fatwa de Osama bin Laden o «declaración de guerra». La extensa e intrincada fatwa estuvo compuesta de más de 11.000 palabras, dirigidas en contra de todo lo que considera inaceptable para su tipo de islam militante. El conflicto palestino-israelí apenas si aparecía y no fue más que una nota al pie de todas las quejas generales establecidas por bin Laden.

Mientras que los israelíes, incluido este gobierno israelí, deseamos un acuerdo de paz con todos nuestros vecinos, el mismo no puede lograrse a costa de nuestra existencia. Los recientes acontecimientos sólo le han confirmado a Israel que vivimos en un barrio duro, con arenas constantemente movedizas. Si Israel firma un acuerdo de paz, necesita saber que será permanente, estable y seguro, y no sujeto a las cambiantes circunstancias.

Israel, con una estrecha cintura de unos pocos kilómetros, sólo puede darse el lujo de tener pocas oportunidades con respecto a la seguridad de su población, la mayoría de la cual se encuentran a una distancia de un lanzador de RPG de la Línea Verde.

Los que defiendan la vinculación, ignoran la realidad que hay más allá de las fronteras de Israel. Los recientes acontecimientos han mostrado, a la atención internacional, la verdadera naturaleza de los desafíos que enfrenta Medio Oriente. Esperemos que este punto de vista más amplio pruebe, por lo menos, ser constructivo para responder a estos desafíos, y que el conflicto palestino-israelí pueda volver a su adecuada perspectiva, para mejorar la posibilidad de su resolución.

Danny Ayalon es viceministro israelí de Relaciones Exteriores.

Fuente:

http://www.washingtontimes.com/news/2011/feb/24/the-death-of-linkage/print/

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

Difusion: www.porisrael.org

 
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