A "seguro" lo llevaron preso

Alberto Mazor

«¿Usted leyó la nota?» Preguntó esta semana en Jerusalén el canciller argentino Héctor Timerman al periodista israelí que lo interrogó acerca de la veracidad de una información publicada por el semanario bonaerense «Perfil».

El citado artículo trataba sobre un supuesto documento secreto iraní redactado tras el encuentro que Timerman mantuvo con el presidente sirio, Bashar al-Assad, y su entonces homólogo, Walid al-Mualem, según el cual Argentina podría detener la investigación de los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA a cambio de incrementar las relaciones comerciales con Irán.

«No», respondió el periodista. «Debería leerla», insitió Timerman, en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Liberman. «Es difícil contestarle a una pregunta si usted no lo ha hecho. La próxima vez que me vea, si la leyó, se la responderé», le reprendió.

Otro reportero del Canal 2 local fue directamente al grano: «¿Hay un acuerdo con Irán? ¿sí o no? Es una pregunta simple que exige una respuesta simple».

Timerman, aparentemente enojado pero seguro, volvió a la carga: «Durante la dictadura de Videla mi padre fue secuestrado y torturado. Entre otras cosas le preguntaron cuándo el ejército israelí iba a invadir la Patagonia. Supuestamente, era una pregunta simple que exigía una respuesta simple; le pedían apenas una fecha. La semana pasada dijeron que me divorciaba; ¿también a este invento debo responder?», dijo, y agregó que sólo le debía respuestas a las víctimas y a sus familiares.

El astuto y seguro canciller también recurrió a las Sagradas Escrituras: «Según la Torá el que acusa es quien debe presentar evidencias y no la víctima el que debe mostrar su inocencia», afirmó.

Un tercer redactor le preguntó acerca del reconocimiento de Argentina a un Estado palestino.

Timerman volvió a mostrarse seguro: «El gobierno argentino reconoce a Palestina como un Estado libre e independiente, dentro de las fronteras existentes en 1967», aseguró.

Con tal alarde de seguridad – «porteño piola», dirían en Argentina – y conocimientos bíblicos, vaya uno a «presentarle evidencias» a Timerman de que en 1967 las fronteras de Israel no eran con un Estado palestino, sino con Jordania y Egipto.

Así de simple.