Karin Kloosterman
De Israel21c
El dolor crónico es una de las mayores razones de faltar al trabajo en todo el mundo, y el dolor de espalda es el más debilitante, algo que ocho de cada diez de nosotros experimentamos en algún momento de nuestra vida. Los analgésicos funcionan temporalmente, pero los más fuertes pueden llevar a la adicción.
Una nueva compañía israelí, Nervomatrix, acaba de obtener la aprobación de la FDA (Administración de Alimentos y Fármacos de EEUU) para comenzar a comercializar su dispositivo médico para el alivio del dolor de espalda. En los EEUU ese es un gran negocio. Cada año se gastan aproximadamente 80.000 millones de dólares en tratamientos del dolor de espalda, que es el principal problema de movilidad para las personas de menos de 45 años.
Usando señales eléctricas emitidas por el cuerpo, de manera similar a como un electrocardiograma puede “leer” la salud cardiaca, el dispositivo de Nervomatrix escanea la espalda y puede señalar con exactitud dónde está el dolor, expresado como una baja resistencia eléctrica. Es en ese punto que el dispositivo aplica una suave corriente eléctrica que estimula los nervios y reduce el dolor.
Ya llegó a clínicas de EEUU
Según las pruebas hechas por la compañía, el efecto más marcado en el alivio del dolor tiene lugar entre la primera y segunda sesiones de un protocolo de tratamiento de seis sesiones distribuidas en tres semanas. Ahora se están conduciendo estudios clínicos adicionales en la Universidad de Nueva York para que los médicos vean el efecto por si mismos.
Actualmente en el mercado no hay analgésicos efectivos y no adictivos para tratar el dolor de espalda crónico, y Nervomatrix parece estar en posición de ingresar a un lucrativo mercado.
Encarando el dolor sin fármacos
Se considera que un tratamiento fue exitoso si después de seis sesiones el dolor no vuelve a aparecer a los pocos días. Los efectos del Nervomatrix pueden durar hasta seis meses y la compañaza espera que los pacientes acudan a sesiones no más de dos o tres veces por año.
“Debemos recordar que lo que estamos tratando”, dice Ori Kanner, gerente de la compañía. “Nuestro dispositivo trata los síntomas. Si no se encuentra la razón de los síntomas estos volverán a aparecer. Y más del 50% de quienes padecen de dolor de la baja espalda no pueden encontrar la razón del dolor. La mayoría de los pacientes están en el grupo de los sub-crónicos, con uno a tres episodios de dolor en la baja espalda por año”.
El cerebro que está detrás de la invención es el Dr. Miguel Gorenberg, especialista en medicina nuclear. Kanner, quien maneja la parte comercial, es graduado del Technion-Instituto de Tecnología de Israel y Master en física de las radiaciones por la Universidad de Londres.
Identificando dolores crónicos
El dispositivo de la compañía incluye un escáner de espalda y un localizador de terminales nerviosas. En el futuro el dispositivo puede ser modificado para utilizar datos del paciente para ver si realmente el dolor es crónico. Actualmente no hay manera de certificar si existe o no dolor crónico, y las compañías de seguros están deseosas de desanimar reclamos fraudulentos.
Aunque Nervomatrix pasó por las pruebas clínicas necesarias para vender el producto en los EEUU su primera prueba clínica se llevó a cabo en el Centro Médico Bnai Zion de Haifa, en la que el 85% de los pacientes del estudio informaron de una mejoría de su afección.
Nervomatrix, con sede en Netanya, emplea a ocho personas. El producto de la compañía fue desarrollado desde 2007 con un presupuesto de 800.000 dólares, que incluye asignaciones de la Oficina del Científico Jefe de Israel y de la incubadora Targetech Innovation Center.
interesante
pero dos años para poder llegar.