Mientras la población musulmana crece como hongos, podemos estar viendo los
últimos días de Europa tal como la conocemos
Giulio Meotti
Ynetnews
Publicado el 2.05.11 / Israel Opinión
Estamos soportando la auto-extinción de la civilización europea que dio forma a la era en que vivimos En su nuevo libro bestseller «Civilización», el reconocido historiador de Harvard, Niall Ferguson, escribe: «Si la población musulmana del Reino Unido continuara creciendo a un tasa anual de 6,7% (como lo hizo entre 2004 y 2008), su participación en el total de población del Reino Unido pasaría de poco menos del 4% en 2008, al 8% en 2020, al 15% en 2030 y al 28% en 2040, finalmente pasando al 50% en 2050».
Ferguson no es el único en utilizar el término «Eurabia» para describir un continente europeo islamizado que envejece. La historiadora Bat Ye’or pasó su carrera estudiando el fenómeno y el profesor Bernard Lewis le dijo al diario alemán Die Welt que «Europa tendrá mayorías musulmanas, a más tardar, a finales del siglo 21».
La cantidad mundial de musulmanes se espera que pegue un salto del 35% en los próximos 20 años, creciendo a un ritmo doble que el de la población no musulmana, no de acuerdo a estos «promotores de Eurabia,» sino al famoso Foro Pew de EE.UU., que publicó proyecciones del crecimiento de la población musulmana entre 2010 y 2030.
Las cifras más alarmantes son las de Europa. Algunos de los mayores aumentos de población musulmana de Europa, en números absolutos, en los próximos 20 años, se espera que ocurran en el Reino Unido, Francia, Italia y Alemania. Las proyecciones de poblaciones musulmanas en Italia y Suecia se prevé que sean «más del doble en tamaño». El cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, advirtió sobre el «lento suicidio demográfico» de Italia y el italiano Padre Piero Gheddo, un decano de los misioneros del Vaticano, advirtió que «Europa estará dominada por el Islam en el espacio de unas pocas generaciones».
Una baja tasa de natalidad de Europa, una masiva inmigración desde países musulmanes y una minoría islamista segura, están volcando la cuna de la civilización occidental hacia su tumba. Como historiador, Walter Laqueur ha advertido, estos son «los últimos días de Europa».
Perdiendo preciosos dones
En toda Europa, año tras año, el número de nacimientos ha disminuido en comparación con el número de muertes. Para una población estable, una nación necesita una tasa de natalidad de 2,1 nacimientos por mujer. Ese es, aproximadamente, el caso de Estados Unidos. Israel tiene una significativa tasa de 2,6. Mientras tanto, Italia muestra uno de los niveles más bajos del mundo de natalidad: 1.3. El periodista canadiense Mark Steyn, autor del libro «America Alone», ha advertido que a finales del siglo 21 podría «seguir siendo un área geográfica en el mapa marcada como Italia», pero esto podría «sólo ser la designación de bienes raíces».
Mientras Austria fue 90% católico en el siglo 20, el Islam podría ser la religión mayoritaria entre los austríacos menores de 15 años para 2050, dice el periodista estadounidense Christopher Caldwel. En las cuatro ciudades más grandes de los Países Bajos – Amsterdam, Rotterdam, La Haya y Utrecht – Mohammed, con las variantes Mohamed y Muhommad, es el nombre líder entre los recién nacidos. Lo mismo es cierto para la capital de la Unión Europea, Bruselas.
En otras partes, sólo el 3,2% de la población de España era nacida en el extranjero en 1998. Ahora es más del 15%. De acuerdo al Foro Pew, la población musulmana de Francia aumentará de los actuales 4,7 millones a 6,9 millones en 2030. De hecho, la demografía está cambiando en todas las ciudades europeas: Las poblaciones de Amsterdam, Bruselas y Marsella son entre el 20 y el 25% musulmanas; Birmingham, Colonia, Copenhague, Londres, París, Rotterdam, Estocolmo, Estrasburgo y La Haya son entre el 10 y el 20% musulmanas; Berlín Hamburgo y Viena son entre el 5 y el 10%.
El problema es que el grupo de más rápida reproducción demográfica en Europa es también el más religioso y uno de los más resistentes a la devoción por una democracia liberal. No es difícil imaginar cómo va a terminar esta confrontación entre la apatía atea europea y una agitación teológica islámica.
La Hermandad Musulmana dirige la mayoría de las mezquitas europeas. Sus grupos de fachada son cortejados por los gobiernos y los medios de comunicación occidentales. Europa es una de sus prioridades. Lo llaman «dar al shaadi», la tierra de misión. Yusuf al Qaradawi, el más famoso gurú de la Hermandad, habló con claridad: «El Islam volverá a Europa, no por la espada, sino por el proselitismo».
Europa corre el riesgo de perder todos sus preciosos dones: La dignidad humana, la libertad de conciencia, la libertad de religión, la libertad de expresión, el imperio de la ley, la separación de estado y mezquita. En toda Europa hay decenas de periodistas, dibujantes y escritores que viven bajo amenazas terroristas.
Los últimos archivos WikiLeaks revelaron que, al menos, 35 terroristas de Guantánamo fueron radicalizados en las mezquitas de Londres antes de ser enviados a combatir a occidente. En el RU hay 80 tribunales sharia operando como un apartheid legal adentro del derecho común. Estos tribunales se basan en el rechazo del principio de inviolabilidad de los derechos humanos. Los tribunales formalizan la «talaq», el repudio de la esposa por el marido, la poligamia, el derecho de «reprender» a las esposas y la prevención de los matrimonios mixtos.
Judíos, un barómetro de la tolerancia
Holanda – con todas sus reglas contra la discriminación – es ya una sociedad segregada. Las mayores mezquitas de Europa enmarcan el vibrante y exuberante verde, las zonas boscosas, la acuosa campiña holandesa. En el Teatro Zuidplein, uno de los más prestigiosos de Rotterdam, toda una galería estaba reservada para las mujeres musulmanas. Esto no está pasando en Pakistán o Arabia Saudita, sino en la ciudad donde los Padres Fundadores se pusieron en camino hacia Estados Unidos.
The Economist, una publicación muy lejos de ideas anti-islámicas, habló de Rotterdam como una «pesadilla eurabiana». Esta pesadilla está amenazando también a los judíos. El antisemitismo en Europa Occidental, el año pasado, fue «el peor desde la Segunda Guerra Mundial», de acuerdo a la Agencia Judía. Sólo se agravará en el futuro. Libros como Mein Kampf y Los Protocolos de los Sabios de Sión, son prominentemente expuestos best-sellers en las tiendas musulmanas en Edgware Road, en el corazón de Londres.
No nos olvidemos de Ilan Halimi, un joven judío de París, secuestrado y torturado, sin que nadie, de los departamentos de los proyectos de vivienda de alrededor, interviniera. Los residentes escucharon los gritos de Halimi, pero nadie dijo una palabra.
En Suecia, un país descripto por The Guardian como «el mayor éxito que el mundo haya conocido», los judíos están abandonando las grandes ciudades, como Malmo, por razones de seguridad y por los ataques antisemitas. El gurú liberal holandés, Frits Bolkestein, recientemente, provocó un alboroto en los Países Bajos, al decir que los judíos no tienen «ningún futuro aquí y deben emigrar a EE.UU. o a Israel».
La famosa Holanda de Baruch Spinoza, el refugio de los judíos españoles y portugueses que huyeron de la Inquisición, está dando paso al imperio del miedo, la intimidación y el sometimiento. Los judíos también están huyendo de Amberes, la ciudad una vez orgullosamente llamada «la Jerusalem del Norte».
El antisemitismo es una erupción de barbarie dentro de nuestra civilización y los judíos han sido siempre un barómetro de la tolerancia. Cuando los judíos se hayan ido de Amsterdam y Amberes, nada será lo mismo en Europa. No debería sorprendernos si un día, bajo la bandera de Eurabia, estos nuevos europeos traten de expulsar a los descendientes del Holocausto de la tierra de Israel. Esta segunda Shoah se llamará «Paz y Justicia para Palestina».
Giulio Meotti, periodista de Il Foglio, es el autor del libro Un Nuevo Holocausto: La Historia no Contada de las Víctimas del Terrorismo de Israel
http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4063020,00.html
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
LOS MUSULMANES SON UNA AMENAZA para los CRISTIANOS, para los JUDÍOS, para la LIBERTAD y para la DEMOCRACIA. El ISLAM es la peor TIRANÍA de la humanidad, peor que HITLER Y STALIN juntos; cualquier persona que no sea musulmán es un infiel al que matar. El COMUNISMO-SOCIALISMO Y LA MASONERÍA SON ALIADOS, (Les une el mismo interés por destruir LAS TRADICIONES, LA CULTURA Y LOS VALORES JUDEO-CRISTIANOS). Los SOCIALISTAS-COMUNISTAS con la MASONERÍA son el CABALLO DE TROYA DEL ISLAM EN OCCIDENTE. Es la hora tenemos que parar el expansionismo musulmán, expulsar a todos los musulmanes de Europa y derribar sus mezquitas (son cuarteles generales). Necesitas desarrollar alternativas energéticas que sustituyan a la mierda del maldito petróleo; que utilizan como arma de presión contra occidente. Los políticos de la UNIÓN EUROPEA están vendiendo el alma de Europa por un puñado de PETRODOLARES de mierda. Saludos. FUERZA Y HONOR !