Celia Michonik**
Capacidad de resistir adversidad, eso es algo que el pueblo judío tiene de sobra. Si alguna vez hubo un ejemplo excelente de esa capacidad, lo vimos en el Estado de Israel y en sus ciudadanos.
Cada año, en la víspera del Día de la Independencia, conmemoramos el Día del Recuerdo de los Soldados Caídos y de las Víctimas del Terrorismo, los cuales cada año son más. Las cifras no incluyen las víctimas de las guerras y del terrorismo que sobrevivieron, pero cuyas vidas quedaron en un instante irrevocablemente arruinadas. Estas son las víctimas anónimas.
El Canal 1 de televisión israelí presento un documental titulado Leve, Moderado, Grave (términos generalmente empleados para describir el estado de gravedad de un herido). El film trata sobre Itai, un soldado de 22 años que resultó gravemente herido en la casba de Nablus. Al principio dudé si debía ver el programa porque sabía que contenía escenas dolorosas, pero después de pensarlo mejor decidí verlo. Desde el momento en que me senté frente a la pantalla no pude apartar la vista.
El film es un documento conmovedor del camino que Itai recorrió para recuperarse después de haber sufrido heridas de extrema gravedad en el campo de batalla. La gravedad de su caso era tal que los médicos pensaron que no seria posible salvarle la vida. Contra toda probabilidad, se la salvaron. Con el apoyo de su familia y gracias a su propio coraje, Itai logró superar la adversidad física y mental. Las imágenes de este apuesto joven antes de ser herido, un oficial de talentoso y lleno de vida, me partieron el corazón.
Imagínense como debe sentirse un padre sentado al lado de la cama de su hijo en el hospital, rezando a D-s por su salvación. Al transcurrir los días y los meses, el padre ve que su hijo se va recuperando lentamente. Observamos al padre sentado frente a ese joven que en su tiempo era vigoroso, mirando como se quita la prótesis de su pierna amputada. El padre se pregunta que futuro le espera a ese muchacho maravilloso.
Después de escuchar a Itai y sus padres, no nos sorprendemos de los logros que durante 63 años ha alcanzado este pequeño y especial país.
En un país «normal», un joven de 22 años ya ha terminado sus estudios universitarios y sólo le preocupa salir adelante en la vida. Pero Itai… ¿cómo podrá superar los numerosos obstáculos con los que se tropezará en su camino?
Leyendo estadísticas sobre los heridos, uno esta desconectado de la realidad, uno ve sólo números. Pero cuando uno ve a un joven como Itai y otros que han perdido extremidades, o que han quedado paralíticos como consecuencia de la guerra o de atentados terroristas, el corazón se oprime.
En Israel hay muchos como Itai, jóvenes valientes, sionistas, motivados por nobles ideales. Ellos son los héroes verdaderos.
Los que siguen las noticias desde lejos no siempre se dan cuenta de las enormes tragedias que sufren a diario los habitantes de Israel. Es el deber moral de cada judío honrar a los caídos y mutilados, brindándole su apoyando al Estado de Israel, el único lugar en el planeta donde el pueblo judío tiene un hogar propio. ¿Dónde estaríamos sin Israel?
La indiferencia y el silencio conducen a la tragedia. Fuimos testigos de lo que ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial y no debemos permitir que esto vuelva a suceder. Debemos hacer que nuestra voz se escuche.
En los últimos días Hamas reanudo los disparos de cohetes hacia las poblaciones del sur de Israel con el único propósito de matar y herir civiles. ¿Qué valores morales los conducen a obrar asi? Los palestinos disparan desde territorios que les devolvimos en un intento ingenuo por promover la paz.
La tragedia de Israel consiste en que para sus adversarios el respeto por la vida humana no es un principio básico. Ellos están motivados por el odio y el fanatismo islámico y solamente ven el conflicto a través de su perspectiva distorsionada. El gran estadista Winston Churchill lo resumió muy bien: «Un fanático es alguien que no puede cambiar su mentalidad y no quiere cambiar su enfoque.» Si nuestros enemigos están dispuestos a emplear mujeres y niños como escudos humanos, definitivamente nuestro futuro es sombrío.
**Celia Michonik
Chairperson
Public Affairs, UN & NGO Dept
World WIZO
Difusion: www.porisrael.org
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