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| domingo diciembre 22, 2024

Establecer los límites


Israel debería anexar los bloques de asentamientos y reconocer un limitado estado palestino en la Margen Occidental

Yoaz Hendel

Ynetnews

19.05.11/ Israel Opinion

israelmapLa esperada votación de la ONU sobre un estado palestino en septiembre me deja, en contradicción con las normas no oficiales que gobiernan a los columnistas, sin una opinión decisiva en la materia.

Por un lado, a pesar de los apocalípticos escenarios que hemos estado escuchando en las últimas semanas, estoy teniendo problemas para conseguir asustarme por lo que podemos esperar el día después de la votación. Con el debido respeto por las decisiones de la ONU, ésta no es una amenaza estratégica para el Estado de Israel.

Después de todo, los palestinos ya declararon la condición de estado en 1988, la mayoría de los estados del mundo lo reconocieron; sin embargo, a pesar de esto, ni la paz ni un estado palestino prevalecieron. En cambio, obtuvimos las gracias de Arafat para nuestro equipo de soñadores.

También estoy teniendo problemas para aceptar el argumento que el tiempo trabaja contra nosotros en el contexto palestino. Un estado palestino sin capacidad para gobernarse a sí mismo, sin deseo de un gobierno democrático, no es una receta para la estabilidad. Y cuando no hay estabilidad, el progreso diplomático significa mayor riesgo.

En mi opinión, las acciones de Abbas – esto es, su lucha contra la legitimidad del Estado de Israel, la incitación de la que es parte a través de su silencio y los trucos adoptados por sus representantes en la ONU – nos muestran que esperar la paz con él es totalmente exagerado.

A pesar de todo lo anterior, ignorar la declaración palestina de condición de estado es también problemático. No podemos refutar la lógica de aquellos que buscan poner en marcha un temprano reconocimiento israelí de un estado palestino. El silencio y la indiferencia no son un sustituto de la política.

Después de todo, si Israel objeta un Estado palestino y meramente quiere ganar tiempo, debemos, al mismo tiempo, desarrollar y alentar alternativas. Si el gobierno de Israel está a favor de un estado palestino – como Netanyahu declaró en su discurso de Bar-Ilan – entonces no es menos importante declarar dónde tal estado debería existir, de modo que la comunidad internacional no respalde nociones nada prácticas.

Raras islas de consenso

 

Sin embargo, por el momento, no estamos haciendo nada en ningún frente. Lo único que tenemos en este momento es una verdadera dificultad para identificar el rumbo del actual gobierno, y de esto sólo puede culparse a un esfuerzo para evitar establecer objetivos.

No subestimo la difícil situación que enfrenta Netanyahu, quien está restringido desde todos lados, por partidos locales y por una comunidad internacional con sus propios intereses. Sin embargo, algunas decisiones se pueden hacer, sin caer en trampas diplomáticas, al menos en lo que respecta al discurso interno israelí. No me refiero a nuevas ideas, sino más bien, a los supuestos básicos que podemos encontrar en casi cualquier plan diplomático – las raras islas de consenso que, meramente, requieren que se tomen medidas y una postura decisiva.

Esto se puede aplicar a la actitud hacia los bloques de asentamientos y a los centros de población palestina en Judea y Samaria. Para la mayoría de los israelíes (e incluso para los estadounidenses, en el pasado) no hay signos de interrogación acerca de Ariel, Gush Etzion y Maale Adumim. Cualquier teórico acuerdo de paz, incluidos los más delirantes ahora, conectan estos bloques al Estado de Israel. Una declaración de estado palestino en la ONU es una buena razón para anexar oficialmente estos bloques y crear continuados asentamientos judíos allí.

Con el objeto de no convertir esto solamente en un movimiento provocativo, Israel puede, al mismo tiempo, reconocer oficialmente la soberanía palestina sobre los centros de población árabe de Judea y Samaria, tales como Ramallah y Jenin. Es decir, un estado palestino junto a Israel en, al menos, una parte de la tierra en disputa. Políticamente hablando, con la excepción de un puñado de chiflados, en estos días no hay nadie que desee asentarse en estos lugares.

En términos de seguridad, seremos capaces de lidiar con esa movida. No podrá, realmente, resolver las cuestiones centrales pero, al menos, dejará en claro los límites de la controversia.

http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4071096,00.html

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

Difusion: www.porisrael.org

 
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