Fuente: Aurora-Israel.co.il
El primer ministro, Biniamín Netanyahu, reiteró en la conferencia del lobby pro israelí AIPAC su rechazo al discurso del presidente Barack Obama llamando a una paz basada en las líneas del 67, señalando que se trata de fronteras «indefendibles».
En un breve discurso pero fuertemente aplaudido, ante más de 10 mil personas, Biniamín Netanyahu afirmó que Israel nunca volverá a las fronteras de 1967.
El jefe del Gobierno señaló que explicará en su discurso ante el Congreso norteamericano como percibe Israel un acuerdo de paz con los palestinos. Netanyahu enfatizó que cualquier acuerdo «debe garantizar la seguridad de Israel, y por lo tanto Israel no puede volver a las indefendibles líneas de 1967».
En su única referencia a la tensión con el presidente Barack Obama -a raíz de su discurso sobre el Oriente Medio, llamando a palestinos e israelíes a negociar sobre la base de las líneas del 67-, Netanyahu dijo que el mandatario estadounidense ha hablado de su «compromiso férreo con la seguridad de Israel» en AIPAC y frente al mundo árabe y que ha «respaldado esas palabras con hechos».
«Yo sé que estos son tiempos económicos difíciles», manifestó Netanyahu a la audiencia que incluyó a casi dos tercios de los miembros del Congreso, «así que quiero dar las gracias al Presidente y al Congreso por suministrar a Israel una asistencia vital para que Israel pueda defenderse».
Netanyahu que la noche anterior visitó los monumentos de Lincoln y Jefferson, habló de los ideales compartidos por ambos países encapsulados en dichos artefactos públicos.
«Leí el discurso inmortal Lincoln reafirmando ‘Gobierno del pueblo, para el pueblo, y por el pueblo», señaló Netanyahu. «¿Saben por qué estas palabras resuenan con tanta fuerza conmigo y con todos los israelíes? Porque ellas tienen sus raíces en las primeras ideas defendidas por nuestro pueblo, el pueblo judío. La idea de que todos los hombres han sido creados a imagen de Dios. Que ningún gobernante está por encima de la ley. Todas las personas tienen derecho a la justicia».
«Israel es la cuna de nuestra civilización común, el crisol de nuestros ideales morales», dijo el primer ministro. «El Estado judío se basa en estos valores eternos. Esta es la razón por cual más de un millón de ciudadanos musulmanes de Israel disfrutan de derechos democráticos plenos. Por eso, el único lugar en el Oriente Medio, donde los cristianos son completamente libres de practicar su fe es en el Estado democrático de Israel. Y es por eso que sólo se puede confiar en Israel para que garantice la libertad de todos los credos en nuestra capital eterna, la ciudad de Jerusalén unida».
El apoyo a Israel no divide a Estados Unidos, precisó Netanyahu, sino que: «Une a América.»
Netanyahu afirmó que no iba a hablar de la evolución del mundo árabe en su discurso ante el Congreso; sin embargo, dijo que ponía de relieve una verdad simple: «Los problemas de la región no tienen su origen en Israel.»
Netanyahu explicó que la paz entre Israel y los palestinos no será una «panacea para el Oriente Medio», y se lamentó de que en muchos países de la región de los derechos básicos aún están siendo denegados a los ciudadanos.
«¿Qué es lo que hará [los derechos humanos universales] posible?» – se preguntó, respondiendo: «la democracia real».
El responsable del Gabinete israelí pidió a la audiencia a reconocer la «verdad fundamental» de que «Israel no es lo que está mal en el Oriente Medio, sino que [por el contrario] Israel es lo que está bien en el Oriente Medio».
Netanyahu destacó que «queremos la paz porque conocemos el dolor que provoca el terrorismo y la agonía de la guerra. Queremos la paz, porque sabemos de las bendiciones que nos podría traer nosotros y a nuestros vecinos palestinos.»
Netanyahu dijo entonces que es hora de admitir «otra verdad»: que el conflicto palestino-israelí ha durado más de un siglo, porque los palestinos se niegan a ponerle fin.
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