Karin Kloosterman
De Israel21c
Las personas sin problemas físicos pueden enviar un email en segundos mientras comen un sándwich y calman a un niño, pero quienes tienen alguna discapacidad tal vez ni siquiera puedan enviar un correo electrónico, para no hablar de esas otras “tareas laterales”.
En la esperanza de dar más dignidad y posibilidades de comunicación a los discapacitados, un trío de científicos de una universidad israelí desarrolló un programa que conecta de manera virtual las ondas cerebrales a una interfase de computadora. Lo llaman MinDesktop, y su prototipo podría revolucionar la computación de la misma manera en que Windows cambió la accesibilidad de las computadoras personales.
Tomando una tecnología ya disponible, los tres científicos de la Universidad Ben-Gurion del Neguev desarrollaron una interfase para ayudar a las personas con problemas físicos a usar sus pensamientos para enviar emails, navegar en la Red y comunicarse con su computadora y con el mundo exterior.
Luego exitosos ensayos con 17 voluntarios sin problemas físicos, Uri Usami, Ofir Tam y Ariel Rosen, esperan que algún día su producto se aplique para ayudar a los discapacitados a emprender acciones más allá de la pantalla de su computadora. Los supervisores del proyecto ven la utilidad de tal interfase también para otros propósitos, como su empleo en lugares ruidosos o en situaciones en las que dos manos no son suficientes.
“Una aplicación es ayudar a personas con enfermedades que afecten los músculos o a alguien que está usando sus manos en alguna otra tarea y no puede usar un teclado o un ratón”, doce el Dr. Rami Puzis, uno de los supervisores. “Por supuesto también se podría usar la voz, pero esta aplicación podría ser especialmente útil en ambientes ruidosos. Y para pilotos de aviones sería sumamente útil”. Agrega que los astronautas también podrían beneficiarse.
Programada con pensamientos preferidos
Bajo la supervisión de Puzis, del Prof. Yuval Lovitzy del Dr. Lior Rokach, MinDesktop todavía atiene mucho camino por recorrer hasta convertirse en una realidad comercial, dice Puzis, explicando como surgió la idea. “El Dr. Lior Rokach conoció el hardware Emotiv, un dispositivo tipo casco que puede registrar y analizar electroencefalogramas (EEG) de las ondas cerebrales, y quería comenzar un proyecto de ingeniería para estudiantes que buscaran la manera de hacer algo con el dispositivo.
Cuando ofreció la idea los estudiantes tenían sus propios planes en mente y se apartaron de la intención original de los supervisores, dice Puzis.
En una serie de experimentos sujetos sin problemas físicos aprendieron una nueva acción en ocho segundos y luego tipearon un email de 12 caracteres en siete minutos; pero Puzis piensa que los usuarios entrenados podrían terminar de enviar una frase tan simple y significativa como “Te amo, mamá”en menos de cuatro minutos usando sólo la mente.
Lo novedoso está en la manera en que los estudiantes organizaron jerárquicamente los mandos del sistema de manera que fuera simple de aprender y de usar.
“Lo nuevo es la interfase, la interfase humano-computadora. Estamos usando tres acciones que el software y el casco nos pueden dar –dos no son suficientes- y cuando se definen muchas acciones en el sistema se hace ruidoso y difícil de controlar”, dice Puzis.
“En lugar de ratón y teclado usamos un casco especial y una interfase con un dispositivo señalizador que puede controlarse”.
Equipado con un casco desarrollado por Emotiv, que viene equipado con 14 electrodos para registrar y analizar ondas cerebrales, los estudiantes programaron el software ya existente en el casco para registrar los pensamientos asociados con tipos de acciones simples como empujar o tironear, acciones que están asociadas con mandos especialmente desarrollados para personas con dificultades de movilidad.
Una nueva ventana de accesibilidad
La invención no permite un intercambio libre de pensamientos entre el usuario y su PC, pero usa una especie de aprendizaje mecanizado de órdenes para asociar un pensamiento con determinada acción en la pantalla.
Por ejemplo, se puede “entrenar” a la computadora para aprender una acción de empujar, tal como apretar un botón en una pantalla, asociando esa acción con un pensamiento familiar, digamos, el ladrido de su perro.
Después de que la computadora “conoce” la onda cerebral asociada con el pensamiento acerca del ladrido del perro, en todo momento futuro, cuando la persona piensa en el ladrido de su perro tendrá lugar la acción asociada de empujar o apretar luego de que los pensamientos son recogidos por el casco de Emotiv y traducidos en una acción por la computadora.
Una computadora controlada por el pensamiento ha sido el desafío constante para cientos de laboratorios de todo el mundo, pero hasta ahora las ideas surgidas no han sido plenamente factibles para el público general debido a lo engorroso de los equipos y a la necesidad de que funcionen en un laboratorio bien equipado.
El Prof. Mark Last, quien dirige el Programa de Ingeniería de Software de la universidad, dice que no ve ninguna limitación para el uso del sistema; incluso “interferencias” como una cabellera muy espesa no representan ningún problema.
Explica la manera en que los estudiantes encararon la programación: “Cuando se dispone de una ´historia´ de las ondas cerebrales de una persona, y cuando se pide al sujeto que piense en una serie de cosas específicas es posible buscar una correlación entre ciertos pensamientos y las acciones, de manera de poder reconocer correctamente lo que el sujeto está pensando”.
Con esos elementos la computadora puede hacer predicciones y ayudar a los discapacitados a escuchar a los Rolling Stones o enviar un email a un ser querido.
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