Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo. Uruguay
Israel no necesitaba el informe de la ONU de hace pocos días sobre la implementación de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, para saber que la inexistencia de matrimonio civil ordenado en el país es un serio problema. La imposibilidad de contraer matrimonio fuera de las estructuras religiosas reconocidas oficialmente, empuja a israelíes que por la ley religiosa judía, la halajá, no pueden contraer matrimonio, a hacerlo en Chipre .Es ilógico…e injusto.
El rol de la religión en el Estado judío es importante, diríamos que es cardinal. La presencia de la ley religiosa en diferentes instancias de la vida judía, es natural. No sólo judíos religiosos y observantes circuncidan a sus hijos, les celebran Bar Mitzvá al cumplir los 13 años y desean verlos bajo la “jupá” cuando contraen matrimonio. Pero Israel no es un Estado religioso y no todos sus habitantes quieren vivir de acuerdo a los preceptos bíblicos ni a las normas determinadas por la “halajá”. Cada uno debe tener la opción de vivir como considere apropiado, siempre y cuando ello no atente contra los derechos de los demás.
Pues contraer matrimonio civil-sea porque la pareja en cuestión no puede casarse por “jupá” o porque por principio no desea hacerlo- debe ser una opción real y clara a la que se pueda acceder.
Ello no se concreta, por evidentes temas de coalición, por el rol exagerado que tienen los partidos ultraortodoxos en las coaliciones de gobierno en Israel. Es increíble que logren tanta influencia, inclusive cuando su presencia no sería numéricamente imprescindible para tener mayoría.
Los gobernantes israelíes que ceden a esas presiones o que, mejor dicho, no están dispuestos a chocar frontalmente si es necesario para imponer cambios necesarios, están pecando para con el resto de la población. Lo han hecho gobiernos laboristas y gobiernos del Likud. Nadie se salva al respecto.
Inclusive si la mayoría de la población fuera religiosa y ultraortodoxa- y puede llegar el día en que lo sea, por simple cálculo de crecimiento vegetativo- tendría que haber opción de matrimonio civil reconocido para todos aquellos que no desean la otra opción.
No sería el fin del judaísmo ni su deterioro..sino un certificado de honor para el Estado judío, respetando la libertad de cada uno de sus ciudadanos.
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.