Han creado un material textil aséptico a la presencia de microorganismos.
Un tejido a prueba de infecciones. Incapaz de coger una simple bacteria. Siempre esterilizado, por mucho que se le acerquen los temidos virus. ¿Es posible? Para el doctor Aharon Gedanken, de la Universidad de Bar-Ilan, en Israel, la ciencia ficción está a punto de dejar de ser una utopía.
Tras ocho años de trabajo, ha conseguido crear un material textil completamente aséptico a la presencia de microorganismos. Un paso de gigante que ha posibilitado la fabricación de textiles hospitalarios -uno de los sectores más interesados en el proyecto, por razones evidentes- resistentes a todo tipo de enfermedades infecciosas.
La utilidad de la investigación está fuera de toda duda. Si los centros de salud utilizasen este tipo de sábanas, toallas, pijamas, etcétera, buena parte de las infecciones hospitalarias pasarían a ser una pesadilla del pasado. Las cifras hablan por sí solas. Según las estadísticas que maneja la Organización Mundial de la Salud, un 8,7% de los pacientes que ingresa en un hospital acabará siendo afectado por una infección nosocomial. Virus, hongos y demás bacterias son algunos de los enemigos más comunes a los que se enfrentan los enfermos que tienen que pasar por el hospital.
Resistente a 70 lavados
El profesor Aharon Gedanken, doctorado en Química, asegura que el tejido creado por él mismo es capaz de permanecer absolutamente aséptico y resistir hasta 70 lavados sin contraer ningún tipo de microorganismo, algo que nunca antes se había logrado. «Durante años, han sido muchas las investigaciones que aseguraban tener un tejido antibacteriano. Pero una vez que pasaban por la lavadora, todas fracasaban en las primeras pruebas», explica el científico.
El método seguido por su equipo consiste en el entramado de nanopartículas de óxido de zinc en el tejido de algodón, de modo que éstas se acoplen perfectamente a la estructura de la tela, convirtiéndola en antibacteriana. «Aplicando una altísima velocidad, que los nanocomponentes creados se incrusten en la tela por medio de ondas ultrasónicas. De ese modo, las partículas pasan a formar parte del propio material», razona el científico.
Calcetines inodoros
La idea de crear este tipo de tejidos surgió a iniciativa de una compañía israelí, que le pidió a Gedenkan si podía insertar nanopartículas de plata en un tejido de nilón. El objetivo era histórico: fabricar calcetines para el Ejército cuyo uso durante una semana entera no generara ningún tipo de olor. Los nanocomponentes de plata actuaban neutralizando las bacterias, de modo que el calcetín podría ensuciarse, pero de ningún modo emitir el hedor característico asociado a la humedad.
¿Puede esto tener algún riesgo para la salud humana, teniendo en cuenta que un paciente puede presentar quemaduras en la piel o algún tipo de alergia? «Lo que estamos utilizando son nanopartículas de óxido de zinc y hay que recordar que precisamente este componente se utiliza para curar las heridas de los niños», asegura Gedenkan. E insiste: «Precisamente, si una persona tuviera quemaduras en su epidermis, el óxido de zinc podría ayudar a mitigarlas».
A día de hoy, el científico dirige un consorcio de 17 socios financiado por la Unión Europea para fabricar maquinaria que pueda insertar estos nanocomponentes en los tejidos. Entre los miembros que trabajan en el equipo se encuentran desde representantes del sector textil y universitario hasta agencias gubernamentales, provenientes de 11 países distintos. En estos momentos, se están construyendo dos máquinas que serán instaladas en Italia y Rumanía, y ya hay varias empresas interesadas en la puesta en marcha de esta tecnología.
Las expectativas de este científico son amplias: «En Israel son muchos ya los doctores que recomiendan la recuperación en la propia casa, lejos del hospital. De ahí que esté seguro de que todos los tejidos de los futuros recintos hospitalarios serán antibacterianos».
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.