E. W. Jackson
Publicado el 3 de julio de 2010
UN CLÉRIGO NEGRO AMERICANO INDICA LA FUENTE DE ANTI-ISRAELISMO DEL PRESIDENTE
Al igual que Barack Hussein Obama II, soy un graduado de la Escuela de Derecho de Harvard. Yo también tengo musulmanes en mi familia. Soy negro, y una vez fui un izquierdista Demócrata. Dado que nuestros orígenes son algo similares, percibo algo en la política de Obama hacia Israel, que las personas sin estos antecedentes podrían no ver. Toda mi vida he sido testigo de una tensión de antisemitismo en la comunidad negra. Ha sido alimentada por el auge de la Nación del Islam y por Louis Farrakhan, pero es anterior a esa organización.
Lo hemos escuchado en la observación «HYMIE town» de Jesse Jackson, hace años, durante su campaña presidencial. Lo hemos escuchado más recientemente en la observación de Jeremiah Wright acerca de «los judíos», no permitiéndole a Obama hablar con él. Lo escucho de los miembros musulmanes de mi propia familia, que ven el problema en Medio Oriente como un problema «judío».
Habiendo crecido en una pequeña comunidad urbana, predominantemente negra, en Pennsylvania, escuché los comentarios acerca de los propietarios de tiendas judías. Eran «tramposos codiciosos» en quienes no se podía confiar, de acuerdo a mi familia y a otras personas en el vecindario. Yo era demasiado joven para entender qué significa ser judío, o saber que lo que estaba escuchando era antisemitismo. Esta gente me parecía suficientemente buena, pero otros decían que eran «malas». Lamentablemente, este fanatismo aún debe ser erradicado de la comunidad negra.
En Chicago, el sentimiento anti-judío entre las personas negras es aún más pronunciado, debido a la influencia directa de Farrakhan y de la Nación del Islam. La mayoría de los afroamericanos no son seguidores de «La Nación», pero muchos tienen un silencioso respeto por su líder porque, dicen, «dice la verdad» y «se levanta por el hombre negro». Lo que piensan, por supuesto, es que ataca sin piedad a los supuestos «enemigos» de la comunidad negra – la gente blanca y los judíos. Incluso algunos auto descriptos cristianos compran su demagogia.
La pregunta es si Obama, teniendo en cuenta sus raíces musulmanas y su experiencia en el Chicago de Farrakhan, comparte esta antipatía hacia Israel y el pueblo judío. ¿Hay alguna evidencia de que lo hace? En primer lugar, el Presidente fue alumno, durante veinte años, de un virulento antisemita, el reverendo Jeremiah Wright. En la comunidad negra eso se llama «estar bajo». No se está limitado a asistir a una iglesia, «se sienta bajo» un pastor que les enseña y los guía. Obama «se sentó debajo de» Wright por un tiempo muy largo. Él estaba suficientemente cómodo con Farrakhan – amigo de Wright – para asistir y ayudar a organizar su » Marcha del Millón de Hombres». Yo estaba en C-Span, la mañana de la marcha, argumentando que nunca se debe legitimar a un racista y antisemita, no importa lo «bueno» que afirma estar haciendo. Sin embargo, un futuro presidente estaba en la multitud dándole a Farrakhan su entusiasta apoyo.
La clásica visión de izquierda es que Israel es el ocupante opresivo, y los palestinos son víctimas de Israel. Obama es claramente favorable a este punto de vista. Al hablar con el «Mundo Musulmán», no se refirió al generalizado odio Islámico hacia los judíos. En lugar de eso, atacó a Israel por el crecimiento de los asentamientos de la Margen Occidental. Seguramente sabe que los asentamientos no son el quid de la cuestión. El rechazo absoluto de los palestinos a aceptar el derecho de Israel a existir como estado judío es un obstáculo insalvable. Ahí es donde la presión debe aplicarse, pero este presidente lo ve de otra manera. También hizo la absurda comparación del Holocausto con la «deslocalización» palestina.
Claramente, Obama tiene sensibilidades musulmanas. Ve al mundo y a Israel desde una perspectiva musulmana. Su concepto de «El Mundo Musulmán» es único en la diplomacia moderna. Se dice que sólo la Hermandad Musulmana, y otros elementos radicales de la religión, usan ese concepto. Es un llamado a la unificación de los musulmanes de todo el mundo. Es bastante raro escuchar utilizarlo a un presidente estadounidense. Al hacerlo, revela más sobre su pensamiento de lo que pretende. El espectacular cambio de política de unirse al implacable antisemita, anti-Israel y pro-islámico Consejo de Derechos Humanos de la ONU, está en consonancia con las más auténticas – aunque no declaradas, rojas – sensibilidades del Presidente
Aquellos que están prestando atención y piensan acerca de estos temas, no parecen considerar irrazonable que el presidente Obama esté influenciado por una variedad de antisemitismo recogido de la comunidad negra, de sus amigos y colegas de izquierda, de sus asociaciones musulmanas y de su largo período de guía por parte de Jeremiah Wright. Si esta conclusión es correcta, Israel tiene algunos oscuros días por venir. Por primera vez en su historia, podría encontrar al Presidente de Estados Unidos del lado de sus enemigos. Aquellos que creen, como yo, que Israel debe ser protegido, mejor que estén preparados para la pelea. Nosotros lo estamos.
¡NUNCA MÁS!
E. W. Jackson es el Obispo de Exodus Faith Ministries, autor y abogado jubilado
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusión: www.porisrael.org
A éste Presidente se le ha visto el plumero desde el pricipio.Bueno que se aproveche de su religión,le queda muy poco tiempo de ser el primero de la fila.Los Norte-Americanos no creo que lo voten, hasta ahora que cosas importantes ha realizado para el Pais que regenta,muy pocas.Le deseo mucha suerte.