Efraim Halevy
Jerusalem Center for Public Affairs
2 de agosto de 2011
-Las opciones de Israel y los palestinos, básicamente, pueden reducirse a las siguientes: un acuerdo permanente, un acuerdo interino, un acuerdo interino de facto y una situación de no acuerdo. La mejor opción posible – un acuerdo permanente – no es operable en este momento y es la menos probable.
-Puesto que los liderazgos de Israel y de los palestinos se enfrentan con la realidad de una situación de no solución, una en la que una solución permanente no es factible, ambas partes tendrán que hacer lo que la gente, frecuentemente, hace en la vida – se conforman con menos, se conforman con algo que es menos permanente, menos perfecto. Tendrá que haber una solución interina.
-En el año 2000 hice una visita clandestina al Monte del Templo en Jerusalem, a lo que se llama los Establos de Salomón, donde vi hermosas columnas de 2.000 años de antigüedad. Ya no existen, porque fueron destruidas por los musulmanes, creyendo que si se destruían los restos de la zona del Templo, destruirían los derechos de los judíos a ese lugar.
-Sólo puede haber una reconciliación definitiva entre israelíes y palestinos si hay una mutua aceptación de derechos. Creo que tenemos derecho a Jericho, y ellos creen que tienen derecho a Jaffa. Yo diría que si reconocen mi derecho, yo reconoceré su derecho, y ahora veamos cómo podemos vivir juntos.
-Es un error de nuestra parte temblar cada vez que los palestinos dicen que van a hacer algo de manera unilateral. El final de todo esto podría ser un dual proceso unilateral de facto. Después de la votación de la ONU en septiembre, la AP dirá que Israel es ahora un ejército de ocupación en un estado soberano. Que vayan a la Corte Internacional de Justicia y, mientras tanto, Israel no cooperará. Israel necesita un poco de resistencia, nervios de acero, y no tomarlos tan en serio. Deberíamos ejercitar más auto-respeto.
Identidad en Medio Oriente
Muchas de las fronteras en Medio Oriente son líneas rectas, el resultado de negociaciones entre las potencias coloniales después de la Primera Guerra Mundial. Incluso hoy en día, el problema de si existe o no una frontera entre Líbano y Siria, es una pregunta abierta.
Además de estados, hay actores no estatales que están adquiriendo importancia en la región, como Hamas, que controla un territorio y una población en la parte suroeste de lo que anteriormente era la Palestina del Mandato, y Hezbollah, que controla una zona en el sur de Líbano y también forma parte del gobierno libanés. Está también la provincia kurda en el norte de Irak, donde los kurdos gozan, en gran medida, de independencia.
También hay presencias tribales en países que son actores clave en Medio Oriente. En la Península Arábiga, si se le pregunta a alguien de dónde es, primero responderá con el nombre de su ciudad, luego de su tribu, después de su corriente religiosa – sunita o chiíta – y, finalmente, su nacionalidad. La identidad, en Medio Oriente, no empieza con la nacionalidad, y esto tiene consecuencias de largo alcance. Por ejemplo, el que Libia siga siendo un estado unificado será decidido por las tribus. Uno de los problemas en la lucha allí, es que se ha convertido en un conflicto tribal, y es muy difícil evaluar el poder o las capacidades de una tribu. Es por eso que muchos países parecen ser lentos en su respuesta, ya que no están seguros y no quieren acabar en el bando perdedor.
Lo más importante no es la ideología, sino la capacidad. En Inteligencia tenemos que lidiar con intenciones y capacidades. Lo que al final contará es nuestra capacidad, la capacidad de los palestinos, los límites de su capacidad, los límites de nuestra capacidad y los límites de las capacidades internacionales.
No Hay una Solución al Conflicto Árabe-Israelí que Pueda Implementarse
Hay una nueva iniciativa que está siendo lanzada, por un grupo de destacados israelíes, que ofrece un modelo, no sólo para el conflicto palestino-israelí, sino para todo Medio Oriente. Pero es una solución que no puede ser implementada por todas las partes, independientemente de sus deseos. En el conflicto árabe-israelí, ambas partes se ven limitadas por sus capacidades. El problema no es simplemente lo que el Primer Ministro Netanyahu o el Presidente Abbas quieren hacer, sino lo que pueden hacer. Yo no creo que esté en el ámbito de la capacidad, sea del primer ministro de Israel o del presidente de la Autoridad Palestina, el implementar una solución permanente al conflicto.
El Primer Ministro de Israel está registrado apoyando una solución de dos estados, con una larga lista de condiciones. Esto implicaría, primero y principal, un movimiento masivo de población israelí. No creo que esté en la capacidad de Israel, hoy, efectuar un movimiento masivo de población. Podría ser que haya una gran mayoría en Israel y la Autoridad Palestina, que apoye esta solución, pero el grado de desconfianza que la población de Israel tiene hacia las intenciones de la otra parte, y el grado de desconfianza que la otra parte tiene hacia las intenciones de la parte israelí, excluyen la implementación de tal solución permanente. En segundo lugar, la opinión está dividida en Israel y, por el momento, no existe el tipo de consenso que es necesario para lograr tal solución.
En el lado palestino, no sólo no hay consenso, sino que no hay control de todos los segmentos de la sociedad palestina ni del territorio. Incluso si Mahmoud Abbas firmara un acuerdo de paz, su capacidad para implementarlo en Gaza sería cuestionable, por decir lo menos.
Además, el lapso, desde el momento en que se firme un acuerdo hasta el acto final de la implementación, probablemente, tendrá que prolongarse durante cinco o diez años. Suponiendo que haya una capacidad y una voluntad de ambas partes para hacerlo, nadie puede garantizar que el Sr. Netanyahu será Primer Ministro, y nadie puede garantizar quien será el líder de Palestina. Israel ya ha tenido una tal experiencia cuando firmó los Acuerdos de Oslo, que se programó para un lapso de cinco años. Durante esos cinco años, en el lado palestino hubo continuidad. En Israel, en ese período de tiempo, hubo tres primeros ministros y, por lo general, a los líderes no les gusta implementar acuerdos alcanzados por sus predecesores.
Posibles Opciones para el Futuro
Hemos terminado un esfuerzo de dos años tratando de delinear lo que llamamos la futura frontera entre Israel y la Autoridad Palestina: principios, escenarios y recomendaciones. Las opciones de Israel y los palestinos, básicamente, pueden resumirse en las siguientes: un acuerdo permanente, un acuerdo interino, un acuerdo interino de facto y una situación de no acuerdo. Creo que la mejor opción posible – un acuerdo definitivo – no es operable en este momento y es la menos probable. En el otro extremo del espectro, la posibilidad de que no haya acuerdo no es deseable, porque arriesga el desarrollo de una situación en la que las partes pierden el control de la escena.
Incluso durante la Segunda Intifada, ambas partes mantuvieron un cierto control sobre la situación, aunque hubo excepciones en ambos lados. Yo era el jefe del Mossad cuando estalló la segunda Intifada en 2000. No creía entonces, y no creo ahora, que estuviera planificada de antemano por Arafat. Creo que Arafat planeó una serie de reacciones después del fracaso de las conversaciones de Camp David, pero él no creía que esto se saldría de su control, que es lo que ocurrió.
Israel superó los principales aspectos de la Intifada en los puntos cruciales. Esencialmente, en 2002, quebró el soporte de la resistencia palestina en la Margen Occidental, con la Operación Escudo Defensivo. Además, el establishment de defensa de Israel llegó a una conclusión que, por razones operativas, que el Primer Ministro Sharon originalmente no aceptó, no era posible mantener el nivel necesario de seguridad en Israel, sin la creación de la valla de seguridad.
Al mismo tiempo, hubo una creciente toma de conciencia de la Autoridad Palestina, que debía haber un cambio, y adoptaron una nueva Constitución que creó el cargo de primer ministro, además del de presidente. Entonces Sharon decidió la retirada unilateral de Gaza, mientras Israel, en general, mantuvo el control en la Margen Occidental.
Si a finales de este año no hay ningún movimiento tangible, basado en algún tipo de entendimiento entre Israel y los palestinos, creo que la Autoridad Palestina no podría sobrevivir si la condición de estado que prometió no se materializa. Existe la posibilidad de que Israel tenga que entrar y tomar el control de nuevo, que es la menos deseable de las opciones.
Es mi punto de vista que, en una situación en la que los liderazgos de Israel y de los palestinos se enfrentan con la realidad de que podríamos estar al borde de una situación de no solución, y en una en la que una solución permanente no es viable, las dos partes tendrán que hacer lo que la gente frecuentemente hace en la vida – se conforman con menos, se conforman con algo que es menos permanente, menos perfecto. Deberá haber una solución interina en lugares – como un estado con fronteras interinas. Esto no es algo que sea deseable, y es una solución que los palestinos ahora rechazan, pero finalmente tendrán que enfrentar la situación, y elegir entre ninguna solución y la segunda mejor.
Las Ventajas de Conformarse con Menos
Una solución interina es más fácil de implementar para cada parte, en parte porque cada parte puede decirles a sus electores que no es la final. Los palestinos pueden decir que éste es un paso hacia la final. Israel puede decir que es reversible, aunque no sea totalmente reversible. Es un paso en la dirección de mantener la calidad del sistema democrático judío de gobierno que deseamos mantener, en la que los judíos son la mayoría de este país. Este país fue creado, finalmente, para ser el epítome y la expresión del pueblo judío y del nacionalismo judío, aunque tenemos una minoría árabe que debería tener todos los derechos. No luchamos la Guerra de Independencia para crear un estado multinacional.
Jerusalem
Algunos de los problemas más dolorosos se dejarán para el futuro, incluida Jerusalem. No creo que sea posible resolver el problema de Jerusalem, de tal manera que ambos lados lo puedan tragar. Los israelíes no pueden y no deberían tragar la división de Jerusalem. Pero hay elementos que los palestinos no pueden tragar, tales como nuestro estatus y nuestra presencia en algunas partes del este de Jerusalem y nuestra reivindicación histórica de un estatus en el Monte del Templo. Incluso el Primer Ministro Ehud Barak no renunció a las reivindicaciones israelíes sobre el Monte del Templo. Todo el mundo habla sobre el Muro de los Lamentos, pero si tenemos derechos al Muro, un muro es parte de un edificio, por lo que tenemos derecho a la construcción de aquello de lo que el Muro formó parte.
En el año 2000 hice una visita clandestina al Monte del Templo, a lo que se llama los Establos de Salomón, donde vi hermosas columnas, de 2.000 años de antigüedad. Ya no existen porque fueron destruidas por los musulmanes, creyendo que si destruían los restos de la zona del Templo, destruirían los derechos de los judíos en ese lugar. Sólo puede haber una reconciliación definitiva entre israelíes y palestinos, si hay una mutua aceptación de derechos. Creo que tenemos derecho a Jericho, y ellos creen que tienen derecho a Jaffa. Yo diría que si reconocen mi derecho, yo reconoceré su derecho, y ahora veamos cómo podemos vivir juntos. No puede haber reconciliación si debemos reconocer sus derechos y ellos no tienen que reconocer nuestros derechos. Como ésto no está en las cartas en este momento, creo que el único camino a seguir es no llegar al final.
¿Deslegitimación?
No creo que Israel tiene un verdadero problema de deslegitimación y creo que la legitimidad de Israel no está en cuestión. Creo que es un error, por parte de Israel, adoptar la narrativa de nuestros enemigos y luchar la guerra según sus términos. Si cuestionan nuestra legitimidad, no quiero responder a su alegato en lo absoluto, porque Israel es legítimo desde el día en que se convirtió en estado independiente en 1948. Es legítimo porque fue creado como resultado de una resolución de la Asamblea General de la ONU el 29 de noviembre de 1947, y porque Israel fue aceptado como el miembro número 59 de las Naciones Unidas. Ahora hay casi 200 miembros y la mayoría de los estados fueron aceptados después de que Israel fuera aceptado. En la actualidad existe una gran mayoría de estados del mundo que mantienen relaciones con Israel.
No veo ningún mérito en apelar todos los días al señor Abbas para que venga a Jerusalem a hablar con nosotros. El primer hombre que se levantó y dijo que Israel había cometido genocidio en la Operación Plomo Fundido en Gaza, fue Mahmoud Abbas. La gente que dio inicio a la Comisión Goldstone fue la Autoridad Palestina, no Hamas. En la mañana acusaron a Israel de genocidio y por la noche la AP nos llamó y nos pidió que hiciéramos algo real para dañar a Hamas.
La Próxima Votación de la ONU y el Auto Respeto Israelí
Creo que es un error de nuestra parte temblar cada vez que los palestinos dicen que van a hacer algo de manera unilateral. Bien podría ser que la solución interina sea el resultado de dos actos unilaterales.
El final de todo esto podría ser un doble proceso unilateral de facto, en el que ambas partes no terminen en las fronteras de 1967. Después de la votación de la ONU en septiembre, la AP dirá que Israel es ahora un ejército de ocupación en un estado soberano. Que vayan a la Corte Internacional de Justicia y, mientras tanto, Israel no cooperará. Se marchitarán bajo el sol. Necesitamos un poco de resistencia, nervios de acero, y no tomarlos tan en serio. Deberíamos ejercer más auto-respeto.
En cuanto a la nueva maniobra palestina, Israel debería decir que éste es un proceso que creemos que es ilegítimo y que no seremos parte en él. Decirle a la ONU que pueden votar a favor. Nosotros, simplemente, no responderemos. Estamos muy contentos de que los palestinos, después de más de 60 años, hayan decidido implementar la resolución de la ONU de 1947. En lo que concierne a las fronteras, nos atenemos a la Resolución 242. No puedo ver a tropas estadounidenses o de la ONU entrando en la Margen Occidental para empujar a Israel cinco o diez kilómetros.
Superar a Irán
La fundamental manera en que podemos superar a Irán no es sólo por medios militares, sino también creando una factible red de estados y actores en la región que vean a los iraníes como una amenaza para ellos. Incluso si el primer ministro egipcio dice que Egipto quiere reparar sus relaciones con Irán, Ahmadinejad no será una figura muy bien recibida en El Cairo, porque el mensaje chiíta no es uno que a la mayoría sunita de los egipcios les va a gustar. No está en la naturaleza de las cosas.
EE.UU.: Sigue Siendo el Líder del Mundo Libre
Estados Unidos sigue siendo el líder del mundo libre, un mundo que es, quizás, un poco menos libre de lo que era y Estados Unidos, un poco menos líder pero, no obstante, nosotros en el mundo libre, en última instancia, nos beneficiamos del hecho de que exista una tal potencia en el mundo. Participamos del éxito de Estados Unidos y sus políticas.
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**Efraim Halevy, actualmente, es Jefe del Centro Shasha de Estudios Estratégicos de la Universidad Hebrea. Se desempeñó como Asesor de Seguridad Nacional y Jefe del Consejo de Seguridad Nacional (2002-2003), Jefe del Mossad – El Servicio Secreto de Inteligencia de Israel (1998-2002), y Embajador de Israel ante la Unión Europea (1996-1998). Este documento informativo de Jerusalem se basa en su presentación en el Instituto de Relaciones Contemporáneas del Centro Jerusalem para Asuntos Públicos, del 7 de abril de 2011.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusión: www.porisrael.org
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