“Ahora quiero aportar a mi pueblo de otra forma, no por las armas”.

Ana Jerozolimski

Semanario hebreo. Uruguay

“El preso ciego”. Así se lo conoce ampliamente a Alá Bazaian , de 54 años, 31 de los cuales pasó en prisión en Israel. En los años 70 quedó ciego al estallarle en la cara una carga explosiva que estaba preparando para un atentado.. Pero poco después, fue apresado por cometer distintos ataques y salió cuatro años más tarde, antes de cumplir su condena, en un intercambio de prisioneros entre Israel y la organización de Ahmed Jibril. . Menos de un año después, fue detenido nuevamente, por haber participado en una célula de Al Fatah que asesinó civiles israelíes, aunque él esquiva dar detalles. Tras 26 años en la cárcel, fue puesto en libertad esta semana, como parte del acuerdo entre Israel y Hamas para la liberación del soldado secuestrado Gilad Shalit.

P: Aunque es casi retórica la pregunta ¿Cómo se siente al haber salido de prisión?

R: Naturalmente, estoy feliz de estar en casa, entre mi gente, mi pueblo, mi gente querida. Estoy sumamente feliz de estar cerca de la mezquita de Al Aksa. Y por lo tanto, me siento excelente. Mi vida se ha dado de una forma por la que no tuve posibilidad de casarme y tener hijos, pero tengo mucha familia que me rodea y aquí estoy.

P: ¿Hay momentos en los que usted se dice, por lo personal, fue una pérdida de tiempo estar tanto en prisión, tendría que haber  vivido de otra forma?

R: Si una persona vive bajo ocupación, es su deber combatirla, debe ser tradición. Yo luché contra la ocupación. Creo que es natural , legítimo, tener derecho de luchar .

P: En su caso ¿Qué significó “luchar contra la ocupación”? ¿Por qué fue condenado a prisión?

R: Hay muchas formas de combatir la ocupación. Se lo puede hacer por lucha armada o de otra forma. Yo, en el pasado, participé en la lucha armada. Y estaba convencido.

P ¿O sea? ¿Qué hizo?

R: Mire, yo prefiero dejar de lado los detalles sobre lo que pasó..que lo dejemos en el pasado. Pero lo que le puedo decir es que en esa época yo estaba convencido de la lucha contra la ocupación y por eso era parte de células que cometían acciones. No tiene sentido hablar ahora del pasado, de cada casos y los detalles. No es necesario. Lo que le dije, es en términos generales.

P: ¿Y usted dice que “no tiene sentido” porque pasó mucho tiempo o porque ahora piensa diferente?

R: Ante todo, pasó el tiempo. Y la situación actual en el Medio Oriente es diferente de lo que había en aquel entonces.. Hay intentos políticos, hay Autoridad Palestina, la situación es totalmente diferente..

P: ¿Hoy usted actuaría diferente? . Si viene a verlo ahora un joven que le dice que quiere hacer algo contra Israel,  joven como era usted en aquel momento ¿usted le recomendaría seguir el mismo camino que usted siguió en aquel momento? ¿O la cárcel cambió su forma de pensar?

R: En aquel momento, cuando yo estaba convencido  de que el camino a seguir era el que elegí, yo era el que me dirigía a otros para reclutarlos. Así actuaba en aquel momento, en el pasado. Ahora, en la situación actual, si usted me pregunta  cómo veo el futuro, le digo que hoy no me permitiría reclutar a nadie.

P: ¿Por qué?

R: Porque considero que si quiero hoy aportar a mi pueblo, hay caminos mejores, por ejemplo en temas sociales, temas que no contradicen el acuerdo en base al cual me liberé de prisión.

P: Tuvo que comprometerse a que no vuelve a recurrir a la violencia..

R: Así es. Eso es lo primero.  Pero no sólo por eso, sino porque estoy convencido de que a mi edad y en la situación actual en la zona, es mejor ir por otros caminos que nos conduzcan a una solución.

P: ¿La cárcel incidió en esto, en que haya cambiado de forma de pensar?

R: No. Creo que aunque no hubiera estado en prisión estos casi 30 años pero hubieran sucedido las  cosas que en efecto pasaron, también pensaría hoy así.

P: ¿Tiene usted sueños por cumplir?

R: Que la situación esté tranquila, que haya paz en la región, que haya un Estado palestino independiente con Jerusalem de capital. Y en lo personal, mi prioridad, ahora, es contraer matrimonio. Es bueno para la continuidad y la estabilidad.