Pinhas Inbari
Jerusalem Center for Public Affairs
9 de diciembre de 2011
Resumen
-Hamas está abandonando el barco de Siria que se hunde, y muchos cuadros superiores ya se han establecido en Gaza. Al mismo tiempo, Irán ha cortado su subsidio a Hamas.
-No sólo hay necesidad de encontrar nuevos alojamientos para el líder político de Hamas, Khaled Meshaal, y compañía, sino que también hay un precio político: la necesidad de disminuir el terrorismo y transformarse de un movimiento «muqawama» («Resistencia») pro-Iraní/siria, en un típico partido político del tipo de la Hermandad Musulmana, que ahora está en el proceso de tomar el control en el mundo árabe.
-El liderazgo de Hamas en Gaza prefiere el compromiso con El Cairo, porque las perspectivas del dominio de Hermandad Musulmana están mucho más avanzadas en Egipto y la cercana vecindad de Gaza es prometedora para una eventual unión de fuerzas para avanzar hacia la restauración del califato islámico en todo el mundo.
-El problema es que, ni el ejército egipcio ni la Hermandad Musulmana, pueden aceptarlo como un movimiento militante que amenaza la precaria situación de seguridad en Egipto y el delicado equilibrio que la Hermandad quiere establecer con los militares en El Cairo. No es que a la Hermandad no le importa si Hamas sigue siendo un movimiento de «resistencia» – al contrario – pero siempre y cuando no lo haga desde El Cairo.
-Entonces, ¿qué puede hacer Hamas? Abandonar la «resistencia» es una idea imposible; llevar a cabo la resistencia desde Gaza es posible, pero el liderazgo no está seguro si puede sufrir otro golpe israelí del alcance de la operación de Israel de 2009. Podrían aspirar a mudar la «resistencia» a la Margen Occidental – y ésto es exactamente lo que actualmente están tratando de hacer – pero aquí se enfrentan con las FDI.
En diciembre de 2011, informes convergentes desde varias direcciones, sugieren que Hamas está abandonando el barco de Siria que se hunde: que muchos cuadros superiores ya se han establecido en Gaza y sólo el escalón más alto del liderazgo, que tiene un significado simbólico, sigue todavía en Damasco1. En líneas generales, los informes son correctos. Al mismo tiempo, Irán ha cortado su subsidio a Hamas, que ahora se basa principalmente en los ingresos del comercio a través de los túneles de contrabando, que no pueden sustentar la economía de Gaza.2
Estos nuevos desarrollos, tomaron desprevenido a Hamas. No sólo hay necesidad de encontrar nuevos alojamientos para el líder político de Hamas, Khaled Meshaal, y compañía, sino también hay un precio político: la necesidad de disminuir el terrorismo y transformarse, de un movimiento «muqawama» («Resistencia») pro-Iraní/siria, en un típico partido político del tipo de la Hermandad Musulmana, que ahora está en el proceso de tomar el control en el mundo árabe. En otras palabras, deshacer la vieja decisión del Sheikh Ahmed Yassin, de transformar en un grupo militar al grupo político/social de la Hermandad Musulmana que operaba en Gaza hasta la víspera de la Primera Intifada, a pesar de la objeción del liderazgo de la Hermandad Musulmana en El Cairo.3
En cuanto se refiere al liderazgo de Hamas en Gaza, de todas las opciones disponibles, prefiere el compromiso con El Cairo porque las perspectivas del dominio de la Hermandad Musulmana están mucho más avanzadas en Egipto y la cercana vecindad de Gaza es prometedora para una eventual unión de fuerzas para avanzar hacia la restauración del califato islámico en todo el mundo. El problema que enfrenta Hamas es que, ni el ejército egipcio ni la Hermandad Musulmana, pueden aceptarlo como un movimiento militante que amenaza la precaria situación de seguridad en Egipto y el delicado equilibrio que la Hermandad quiere establecer con los militares en El Cairo. No es que a la Hermandad no le importa si Hamas sigue siendo un movimiento de «resistencia» – al contrario – pero siempre y cuando no lo haga desde El Cairo.
Lo mismo se aplica a Jordania. El nuevo primer ministro de Jordania, el Juez Awn Khasawneh, dejó en claro que estaba interesado en abrir una nueva página con Hamas y que la vieja decisión de cerrar sus oficinas en Amman fue un error. Hay frecuentes informes de que el líder de Hamas, Khaled Mashaal, está a punto de hacer una visita al rey Abdullah II en el palacio real, sin embargo, no se ha anunciado fecha para la visita.
Para que Hamas abra una oficina en El Cairo, es necesario un claro y fiable compromiso que el negocio de la «resistencia» no se planeará ni dirigirá desde allí. Para reabrir una oficina de Hamas en Amman, además de los mismos compromisos, hay otras complicaciones que están relacionadas con disputas inter árabes.
La política declarada del Primer Ministro Jordano, Khasawneh, así como las elecciones en Marruecos, que llevaron al poder al Partido Justicia y Desarrollo – que es un partido de la Hermandad Musulmana – no fue aprobada en Riad, donde los sauditas han tomado una firme posición en contra de la Hermandad4. Como resultado, el precio que Jordania podría pagar por hospedar a Hamas podría ser la negación de su ingreso en el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), lo que podría infligir un duro golpe a la economía jordana. Lo mismo se aplica a Marruecos, especialmente ahora, después de que el líder de la Hermandad Musulmana en Túnez, Rashid al-Ghannouchi, amenazó con que todas las monarquías de Medio Oriente no son inmunes al colapso.5
Mientras la Salafista Arabia Saudita está tomando una posición más firme contra la Hermandad Musulmana, su pequeño vecino, el Emirato de Qatar, aboga por la propagación de la Hermandad en Medio Oriente. Las crecientes brechas dentro de los países del CCG están afectando negativamente a las perspectivas de Hamas de volver a instalarse en Amman, ya que el principal intermediario es Qatar, que insiste en tener un alto miembro de la familia del emir acompañando a Mashaal en su programada visita al palacio real en Amman.
No sólo Arabia Saudita está enojado con la política de Qatar de promoción de la Hermandad Musulmana, Siria e Irán lo están aún más. La presencia de qataríes de alto rango acompañando a Mashaal, sólo puede significar un completo divorcio entre Hamas, por un lado, y Siria e Irán, por el otro. Hamas no puede permitirse esto, y todas las partes tienen conocimiento personal de cómo Irán puede ser cruel como dañino.
Entonces, ¿Qué puede hacer Hamas? Abandonar la «resistencia» es una idea imposible; llevar a cabo la resistencia desde Gaza es posible, pero el liderazgo no está seguro si puede sufrir otro golpe israelí del alcance de la operación de Israel de 2009. Podrían aspirar a mudar la «resistencia» a la Margen Occidental – y esto es exactamente lo que actualmente está tratando de hacer – pero aquí se enfrenta con las FDI.
En resumen: el advenimiento del gobierno de la Hermandad Musulmana en todo Medio Oriente, y especialmente en Egipto, es una buena noticia para Hamas.
Pero, por otro lado, está a punto de perder su refugio en Damasco. Con el fin de compartir el éxito de la Hermandad Musulmana y trasladarse a El Cairo o Amman, tiene que dejar atrás su espíritu de «resistencia» – al menos por ahora – y eso no lo puede hacer. Al mismo tiempo, no puede reabrir el frente de Gaza y su opción preferida es mudar la “resistencia” a la Margen Occidental – donde se encuentran las FDI.
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Notas
1. http://www.haaretz.co.il/news/world/1.1582860
2. http://www.calcalist.co.il/local/articles/0,7340,L-3528968,00.html
3. Pinhas Inbari, Los Palestinos: Entre El Terrorismo Y La Condición de Estado, (Brighton, 1996), p. 138.
4. Dore Gold, «Los sauditas Desprecian a la Hermandad Musulmana», Israel Hayom (en hebreo), 2 de diciembre de 2011, http://www.israelhayom.co.il/site/newsletter_opinion.php?id=7546&newsletter=02.12.2011.
5. http://www.paldf.net/forum/showthread.php?t=921928
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Pinhas Inbari es analista de políticas en el Jerusalem Center for Public Affairs. Es también un veterano corresponsal de asuntos palestinos que anteriormente informaba para Israel Radio y el diario Al Hamishmar, y actualmente informa a varios medios de comunicación extranjeros.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusión: www.porisrael.org
El surgimiento del Califato está profetizado en el Apocalipsis, como una señal del fin de los siglos. Lo que hace algunos años era el sueño de los yihadistas como Osama bin Laden; hoy es un objetivo común entre los islamistas moderados. Todos se van uniendo en torno de este propósito, que verá la luz de aquí a pocos años. Será el inicio de la conquista de Occidente y el mundo por el Islam y el establecimiento del último Orden Mundial Humano; después el Reino de Dios. Haríamos bien en examinar las profecías de los tiempos finales, para comprender lo que sucede en Oriente Medio y lo que se avecina: ríos de sangre derramada de cristianos y judíos por órden de Alá y hombres y mujeres marcados con el nombre de Alá o Mahoma en sus frentes o manos.