CIDIPAL
19 December 2011
La tormenta de la “Primavera Árabe” complica el Medio Oriente pero, según una investigación del diario francés “Le Figaro”, ya es posible señalar a uno de los grandes perdedores de la ola de levantamientos: Hezbollah. Uno de los factores de la crisis de la organización terrorista chiita, según el diario, es el desmoronamiento del régimen en Damasco (terminal importante en el circuito de las armas chiitas de Irán a Hezbollah). “La organización sencillamente ni puede abandonar a Assad”, dijo al diario Timor Goskel, quien fuera, en el pasado, el representante de la ONU en Líbano, “pero, en segundo lugar, Hezbollah no sabe responder a los activistas cuando preguntan por qué la organización apoya a los chiitas que exigen la libertad en Bahrein, pero no apoya al pueblo sirio”.
En las últimas semanas, según Le Figaro, los dirigentes de la organización mantienen encuentros nocturnos centrados en una sola cuestión: si enviar a los hombres de la organización a ubicarse junto a las tropas de Assad en el caso que Siria sea atacada por las fuerzas extranjeras. El líder de la organización, Hassan Nasrallah, parece oponerse a la idea pero, las opiniones en la organización, están divididas y la falta de clama en sus filas aumenta. Según la investigación, Nasarallah descubrió la traición de Muganiyeh solo después de su asesinato, en 2008. El diario cita las fuentes en Beirut sosteniendo que quien estuvo detrás de su eliminación fue Siria. “Muganiyeh fue eliminado por haber establecido un grupo dentro de Hezbollah y los sirios fueron quienes se lo revelaron a Nasrallah tras el asesinato de Muganiyeh. Desde entonces, sostiene Le Figaro, Nasrallah está complicado con los dirigentes de la organización y se le dificulta confiar en ellos. Asimismo, la penetración de los agentes de la CIA a sus filas, que fuera descubierta recientemente, no aporta al estado de ánimo del líder chiita.
Mientras las divisiones internas en el seno de la organización aumentan, su caja se va reduciendo. “Hezbollah cuenta hoy con menor cantidad de dinero”, contó al diario un empresario chiita. Sostuvo que las sanciones internacionales de Irán llevaron al régimen de los Ayatolas a reducir casi un tercio su ayuda a la organización. Más allá de la reducción del financiamiento externo, Hezbollah padece del grave problema de la corrupción interna. Así, por ejemplo, mientras la organización se ve obligada a “ajustar el cinturón”, se reveló que uno de los directores de inversiones de Hezbollah, Salah al- Din, malversó 1,6 mil millones de dólares del dinero del movimiento. Nasrallah – que según el diario se enfurece por asuntos de corrupción- convocó a las mujeres de sus hombres para decirles que les ordena dejar de comportarse como “burguesas” a cuenta del dinero de la organización.
En Le Figaro destacan que, si el régimen de Asad cae, la organización mantendrá el control sobre el puerto y el aeropuerto de Beirut y así podrá continuar recibiendo armas. Pero pareciera que, tal vez, la pérdida de prestigio es lo que alarma a la cúpula de la organización libanesa. Finalmente, sin Siria y sin la lucha en el terreno frente a Israel, Hezbollah se convertirá en una milicia chiita simple”, resumió un diplomático occidental y eso es justamente lo que sus líderes no desean”.
Fuente: Departamento de Información
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