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| lunes diciembre 23, 2024

Un nuevo estudio de BESA – CENTRO BEGIN- SADAT de estudios estratégicos.


Conflicto de aguas israelí

19/1/2012

Un estudio, realizado por el Prof. Haim Gvirtzman, basado en una reciente información estadística, fue publicado (18 de enero, 2012) por el Centro Begin – Sadat de Estudios Estratégicos. El estudio refuta, de una vez por todas, los alegatos palestinos que Israel está negando los derechos de aguas de los palestinos de la Margen Occidental negociados bajo los Acuerdos de Oslo, o evitando el crecimiento palestino a través de la restricción en el abastecimiento de agua. El estudio propone un plan práctico para compartir las aguas, entre israelíes y palestinos, en el futuro.

 En un estudio, primero en su clase, publicado por el Centro Begin – Sadat de Estudios Estratégicos, el hidrólogo Prof. Jaim Gvirtzman del Instituto de Geología de la Universidad Hebrea, examina los argumentos palestinos contra Israel presentando información detallada acerca de los sistemas de abastecimiento de aguas que sirven, hoy,  a israelíes y palestinos, y abordando la ley internacional. Gvirtzman demuestra que, los palestinos, cuentan con poca base para sus demandas de aguas. De hecho, la información que hizo pública Gvirtzman, por primera vez, muestra que, en la actualidad, no existe diferencia en el consumo per-capita de agua natural, entre israelíes y palestinos.

 Gvirtzman se apoya en información confidencial previa, dada a conocer – para su publicación-  por parte de la Autoridad de Aguas de Israel – 15 años después de la firma del acuerdo interino israelí – palestino en relación a este asunto.

 La Autoridad Palestina (AP) alega que sufre de desabastecimiento de agua en sus ciudades y aldeas debido a la ocupación israelí y cita la ley internacional en apoyo de sus reclamos. Los anuncios de la  AP hablan de más de 700 millones de metros cúbicos (MMC) de agua por año, incluyendo los derechos sobre la reserva subterránea del Acuífero de Montaña, derechos de aguas en el Acuífero costero de la Franja de Gaza y el Río Jordán. Estos reclamos ascienden a más del 50% del total de agua natural disponible entre el Mar Mediterráneo y el Río Jordán.

 Sin embargo, contrariamente a los reclamos palestinos, Israel cumplió con todas sus obligaciones según los acuerdos que firmara, en 1995, con la Autoridad Palestina y, de hecho, los supero. La AP consume hoy  200 MMC de agua por año (Israel abastece alrededor de 50 MMC del total) – que, bajo los acuerdos es más de lo que Israel debería abastecer a un estado palestino, por completo desarrollado,  bajo un acuerdo definitivo!

 Gvirtzman demuestra que,  una gran diferencia en el uso del agua,  que existía en 1967 cuando la administración de Judea y Samaria fuera transferida de Jordania a Israel, fue reducida a lo largo de los últimos 40 años y, hoy, es insignificante. Asimismo, el consumo de agua doméstico per cápita de los palestinos es significativamente mayor que las necesidades humanas mínimas,  definidas por la Organización Mundial de la Salud.

 En contraposición, los palestinos violaron  su parte del acuerdo perforando más de 250 pozos no- autorizados, que extrajeron alrededor de 15 MMC por año de agua, y conectando estos pozos piratas a la  red eléctrica. Más aún, la AP se conecto,  de manera ilegal y clandestina,  en muchos lugares, a suministros de agua de Mekorot – Compañía Nacional de Agua de Israel – robando el agua de Israel.

 Los granjeros palestinos regaron,  en exceso,  sus cultivos a través de métodos anticuados y derrochadores de agua. Gvirtzman dice que, al menos un tercio del agua bombeada por los palestinos (reitera, violando sus acuerdos con Israel), es malgastada a través del mal manejo y fugas. No se lleva a cabo ningún reciclaje de agua ni se utilizan aguas tratadas para la agricultura.  De hecho, un 95 por ciento (de los 56 millones de metros cúbicos de aguas residuales producidas por los palestinos por año) no son, en absoluto,  tratados. Sólo se construyo, en los últimos quince años,   una única planta de tratamiento de aguas residuales en la Margen Occidental, a pesar de existir un fondo donante internacional disponible para ese propósito. “Los palestinos se rehúsan a construir plantas de tratamiento de aguas residuales”, dice Gvirtzman. “La AP no es criteriosa ni cordial en su utilización del agua y el manejo de aguas residuales”.

 Gvirtzman demuestra que, los palestinos, cuentan con poco sustento para sus reclamos de agua, de acuerdo a las normas legales internacionales. En primer lugar, el acuerdo de aguas firmado invalida todos los otros parámetros. En segundo lugar, la posesión histórica de Israel del Acuífero de Montaña fue establecida en los años ’40 del siglo XX. En tercer lugar, los palestinos no deberían explotar las aguas subterráneas del Acuífero Occidental, utilizado por completo por Israel, antes de aprovechar las aguas subterráneas del Acuífero Oriental,  que no es utilizado.

 Finalmente, los palestinos deberían evitar los escapes de agua en las tuberías domésticas, implementando técnicas de irrigación conservadoras, y reutilizando las aguas residuales para el riego. El hecho de que no tomasen la iniciativa en ninguno de estos pasos y no adopten ninguna práctica de desarrollo sustentable descarta sus reclamos de agua adicional por parte de Israel.

 Israel considera que, el asunto del agua, podría transformarse de una fuente de controversia y tensión en una fuente de entendimiento y cooperación. El estudio de Gvirtzman propone un plan que puede resolver, de forma eficiente y rápida, los actuales y futuros desabastecimientos de agua de ambas partes. El plan propuesto, basado en tecnologías avanzadas y de desarrollo sustentable, abastecería la suficiente cantidad de agua necesaria, al menos hasta el 2030, y aún conservaría algunas reservas.

 El estudio del Prof. Gvirtzman sobre asuntos de agua fue presentado en primer lugar, como parte de la conferencia de otoño 2011 en el Centro Begin – Sadat de Estudios Estratégicos en la Universidad de Bar Ilan, sobre la “Amenaza del Agro-Terrorismo”, llevada a cabo en cooperación con el Centro de Investigación de Contra-Agro-Terrorismo de Israel (CATRC). 

CIDIPAL

 
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