Ronald S. Lauder
WJC
5 de enero de 2012
El siguiente artículo de opinión, escrito por el Presidente del Congreso Judío Mundial, Ronald S. Lauder, fue publicado por primera vez por el ‘New York Post’, el 4 de enero de 2012.
Es hora de que los israelíes «profundicen». Es decir, es hora de que tomen su fuerza de submarinos y la reinventen como un elemento de disuasión estratégica contra un Irán, potencialmente armado nuclearmente, y sus secuaces terroristas, que buscan erradicar literalmente a Israel del mapa. El Estado Judío nunca ha sido una fuerte potencia marítima. Su ejército ha dependido, tradicionalmente, de una fuerza terrestre móvil de tanques, infantería mecanizada y de una poderosa fuerza aérea, para hacer frente a los ejércitos árabes mucho más numerosos que han amenazado su existencia. Sin embargo, la realidad es que la tecnología bélica que podría colocar cabezas nucleares iraníes en misiles balísticos de mediano alcance, debería obligar a cambios en la estrategia israelí para sobrevivir.
Incluso sin una amenaza atómica, Israel se enfrenta a un peligroso nuevo mundo. Aunque Irán hace ruido de sables en el Estrecho de Ormuz, tiene los medios para lanzar una abrumadora andanada de misiles balísticos, armados convencionalmente, sobre todo a Israel. En los primeros minutos de un ataque por sorpresa, Irán podría destruir bases militares, aeropuertos y centros de comando. Los israelíes son buenos, pero no son invencibles.
Es por eso que Israel debe usar el Mar Mediterráneo y el Océano Índico como un bastión para sus submarinos diesel. Hoy en día, se informa que la marina israelí opera tres de estos modernos, ultra silenciosos, eficaces submarinos de clase Dolphin, no dependientes de aire fresco. Se han pedido dos submarinos más, y deberían estar en el muelle antes de fines de este año.
Estos submarinos no se pueden comparar con los «trotamundos» oceánicos de Estados Unidos de miles de millones de dólares, con sus falanges de misiles balísticos intercontinentales con cabezas nucleares. No necesitan ser así. Israel tiene los medios de disparar lo que los analistas de defensa dicen que son misiles de crucero Harpoon, con capacidad nuclear, adaptados en el interior de tubos de torpedos, y sus cabezas nucleares secretas que les dan a los planificadores de guerra iraníes mucho en que pensar cuando planean la destrucción de lo que ellos llaman «la entidad sionista».
Aunque el alcance de un Harpoon es de unos 300 kilómetros, informes de inteligencia publicados, dicen que Israel organizó una prueba en el Océano Índico en la que disparó una ojiva simulada a casi 1.600 kilómetros de su submarino – dicho sea de paso, la distancia aproximada entre Tel Aviv y Teherán.
Para ser creíble, Israel necesitará más de una flota de cinco submarinos. Por lo menos dos submarinos deben estar en el mar en todo momento, uno en el Océano Índico, para garantizar un efecto disuasorio real, mientras que los otros realizan tareas de mantenimiento, modernización y recarga de combustible.
La ampliación de la flota de submarinos de Israel, con un potente alcance y poderosas cabezas, enviaría un claro e inequívoco mensaje a los fundamentalistas islámicos radicales, de que Israel tiene los medios para enfrentar, con fuerza mortal masiva, un primer ataque nuclear en Medio Oriente.
Irónicamente, poseer tal flota, recrearía el tipo de disuasión que vimos durante la Guerra Fría, que evitó que los enemigos se atacaran mutuamente, durante 40 años.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusión: www.porisrael.org
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