Brasil se Aleja de Irán

Anna Mahjar-Barducci

3 de febrero de 2012

http://www.stonegateinstitute.org/2815/brazil-iran

Las relaciones entre Brasil e Irán tambalean. En una entrevista con el diario brasileño Folha de Sao Paulo, Ali Akbar Javanfekr, que ha trabajado como asesor principal de medios de comunicación del presidente Mahmoud Ahmadinejad, declaró que la Presidente de Brasil, Dilma Rousseff, se está distanciando de Irán. Javanfekr, de hecho, acusó a Rousseff de haber arruinado las relaciones entre Irán y Brasil, que el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula, logró construir. «La presidente de Brasil ha desmontado todo lo que Lula logró. Destruyó años de buenas relaciones», dijo Javanfekr. En otra entrevista con la agencia estatal iraní, IRNA, Javanfekr dijo: «la nueva presidente de Brasil ha asumido recientemente el cargo y debe dársele tiempo suficiente para obtener una mejor comprensión de las relaciones Irán-Brasil y los esfuerzos de la administración anterior para reforzar los vínculos».

Bajo la presidencia de Lula, en 2010, en un acuerdo alcanzado con Turquía y Brasil, Irán firmó un acuerdo para enviar uranio al exterior para su enriquecimiento. En el acuerdo, Irán anunció su disposición para intercambiar 1.200 kilogramos de su uranio de bajo enriquecimiento por el 20% de combustible enriquecido en suelo turco. El acuerdo fracasó, sin embargo, después que EE.UU. lo rechazó. El mismo año, Rousseff fue elegida como presidente brasileña y las relaciones entre Irán y Brasil dejaron de ser tan amistosas. La razón fue el apoyo de Rousseff a una investigación de la ONU sobre las violaciones de derechos humanos en Irán, una iniciativa liderada por Washington. Según informó el New York Times, la decisión fue vista como un cambio respecto de las anteriores relaciones de Lula con Teherán.

Al-Jazeera señaló que, incluso durante la campaña electoral, Rousseff, siempre que le preguntaban acerca de Irán, decía que, para ella, los derechos humanos estarían antes que los negocios – un pensamiento que parece haber puesto incómodo al gobierno iraní. En 2011, cuando el régimen iraní se dio cuenta de que la nueva presidente brasileña no sería tan amistosa con Irán como lo había sido su predecesor, el embajador iraní en Brasil comentó que Rousseff estaba «mal informada» sobre los acontecimientos en Irán. «Rousseff», escribió Al-Jazeera «que fue torturada en su juventud a manos de la dictadura de Brasil, y ha llegado a ser la primera mujer presidente de Brasil, había dado muestras, todo el tiempo, de que quería enfriar las relaciones con Irán. ¿Enfriar? No. Ahora parece estar arrojando un cubo de agua helada sobre ellas. Congelarlas».

El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, dijo que Irán concede gran importancia a las relaciones con Brasil, y desestimó las declaraciones sobre los vínculos Teherán-Brasilia atribuidos al asesor presidencial de medios de comunicación, Javanfekr, diciendo que fueron malinterpretadas: «Irán concede gran importancia a sus relaciones con Brasil como el país más grande de América Latina y una potencia emergente mundial. En consonancia con este hecho, las interacciones y negociaciones entre los dos países están siguiendo su tendencia normal, ningún cambio se ha hecho en la actitud de Teherán hacia sus relaciones con Brasilia», Mehmanparast agregó que “las relaciones entre Irán y Brasil tienen una historia de más de 110 años. Parece que ciertos medios de comunicación, y terceros países, no están felices con las buenas relaciones entre Irán y Brasil, y han recurrido desesperadamente a una campaña mediática”.

Los medios de comunicación brasileños, sin embargo, dicen que el gobierno iraní está realmente muy irritado con Rousseff y que, en venganza por la nueva política brasileña, el gobierno iraní le está haciendo la vida difícil a los empresarios brasileños. El diario brasileño Folha de Sao Paulo informó que el gobierno iraní puso restricciones a los exportadores de carne brasileños. La multinacional brasileña JBS, por ejemplo, mantuvo miles de toneladas de carne bovina en suspenso, durante tres semanas, en un puerto iraní. El diario afirma también que los importadores de carne iraníes informaron que el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, envió una carta a la aduana ordenando límites a la entrada de productos brasileños a Irán.

Después de la entrevista dada a conocer por el asesor de Ahmadineyad criticando a Rousseff, el presidente iraní declaró su intención de visitar Brasil en el futuro cercano. El gobierno iraní también subrayó que Ahmadinejad llegaría a América Latina, sólo para reunirse con Rousseff, y no con otros líderes de los países vecinos.

El presidente iraní, sin embargo, acaba de regresar de una gira por América Latina que lo llevó a Venezuela, Nicaragua, Cuba y Ecuador, y que, intencionalmente, no incluyó a Brasil. Ahmadinejad, sin embargo, al parecer, ahora siente que fue un error omitir a Brasil, el país más grande de Sudamérica y uno con una economía en crecimiento. El presidente iraní, al parecer, espera, una vez más, encantar al gobierno brasileño, que podría ser un importante socio político y económico. Bajo la presidencia de Lula, de hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que, entre los países latinoamericanos, Brasil fue el mayor socio comercial de Irán. Los datos también muestran que en 2008, el comercio de Irán con América Latina se triplicó hasta $2,9 mil millones.

Mientras que el gobierno iraní aspira a revivir la perdida amistad, el gobierno brasileño parece esperar que el viaje de Ahmadinejad a Brasil no ocurra tan pronto. El sitio web «Brazil Dispatch» informó que los comentaristas brasileños «se alegraron de que Brasil se hubiera librado de la vergüenza de recibir a Ahmadinejad durante su reciente gira por América Latina». El comentarista político Sergio Leo, escribiendo en el diario Valor Económico, señaló que la decisión de Ahmadinejad de no visitar Brasil, durante su reciente viaje por América Latina, fue bien recibida por el gobierno brasileño. Leo comentó que el alivio de Brasil por no haber sido visitado fue exorbitante. El principal problema, según los medios locales, fue que mientras que Rousseff no parece dispuesta a renunciar a los derechos humanos, el gobierno iraní está igualmente no dispuesto a respetarlos. Ésta es la razón por la qué para Ahmadinejad, ahora, cualquier acercamiento con Brasil no será fácil.

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld